El insomnio me martirizaba desde que puse la cabeza en la almohada, hacia mas de dos horas nos habíamos ido a dormir Marceline y yo, pero de dormir no había nada para mi, mi amiga por otro lado parecía dormir profunda y plácidamente, como si no se hubiese quemado su casa y alguien (alguien que podía ser un asesino) hubiera dejado un mensaje amenazante en su sala.
Mi mente daba mil vueltas y solo podía ser un tema el centro de todo el problema, el asesino, ¿había asesinado a mi amiga por accidente o lo había planeado todo?, y si fue planeado ¿por que había matado a mi amiga?, ¿acaso Kathe había hecho algo tan malo que se merecía un odio tan mortal como el que la había llevado a la tumba? Ahora mismo no tenía ni idea de que era lo que su asesino había estado pensando al asesinarla.
A Marceline no le quedaron muchas cosas que fuesen utilizables, yo le había propuesto prestarle ropa, terminó aceptando mi oferta con terror en la cara, las dos teníamos estilos muy diferentes, sabia que su falta de objeciones a mi propuesta era solo por que no le quedaba otra opción, y gracias al universo mi ropa le había quedado, un poco larga pero le servía.
Cuando llegamos a casa mi madre nos hizo mil preguntas, preguntas a las que Darío contestó, la mitad era mentira y la otra mitad era verdad, cumpliendo con su palabra no dijo nada de nosotras interviniendo en la investigación del asesinato de Kathe, mi padre se quedó callado mientras mi madre nos interrogó, era normal en él que no hablase mucho, de hecho mi hermana y yo solíamos decir que mi madre hablaba por él. Mi madre nos dejo ir a dormir después de sus mil preguntas alegando que había sido un día largo, y claro que lo había sido, aun sin contarle de nuestra repentina visita a la cárcel, había sido un día de locos.
Ya que intentar dejar mi mente en blanco para lograr dormir era imposible en este momento, salí de mi habitación sigilosamente y dejé a mi amiga durmiendo. Con los pies descalzos y pocas ganas de dormir caminé hasta la cocina, no sin antes pasar por la puerta del cuarto de mi hermana, ella no estaba en casa desde hace casi un año, por lo que Darío se había quedado a dormir ahí, si mi hermana supiera que un dios griego se quedó a dormir ahí, no vería su cama de la misma manera nunca más. Sin hacer mucho ruido abrí el refrigerador y me incliné un poco para ver que podía comer a media noche y sin hacer mucho escandalo.
Pude ver un bote de yogur al fondo del refrigerador, estaba esperando que yo lo tomara, casi me metí dentro del refrigerador para poder sacarlo, tomé el bote blanco con una vaca sonriente y luego:
—¿No es muy tarde para comer? —la voz de Darío me asustó tanto que me di un golpe contra el refrigerador y casi tiro todo dentro, salí del frío artefacto con un moretón y mi bote de yogur para mirar feo a Darío.
—¡No hagas eso, y menos si es de noche y un asesino nos asecha! —grité en voz baja para no despertar a nadie.
Por el susto no me había detenido a ver a Darío, pero cuando lo hice casi me da un infarto, no llevaba camisa, y unos pantalones de dormir colgaban de sus caderas, se notaba que hacia ejercicio, el abdomen marcado lo delataba, y la "V" en su vientre bajo me hacia babear. Su cabello estaba suelto dejando libre su melena que casi tocaba sus hombros, el cabello largo le sentaba de maravilla.
—Perdón, pero creo que deberías estar durmiendo y no comiendo a esta hora —le perdonaba el estar inmiscuyéndose en mi horario de comidas solo porque me regalaba una hermosa vista.
—No es que no quiera dormir, simplemente no puedo —Darío asintió y me miró de arriba a abajo, me hubiese molestado que lo hiciera en cualquier otro momento, pero yo también lo había mirado de arriba a abajo comiéndomelo con los ojos.
Al instante me di cuenta de que llevaba mi pijama de ositos cariñositos, la vergüenza me invadió y sentí mis mejillas ponerse rojas. El silencio solo aumentó la tensión entre los dos, nuestras miradas no se atrevían a cruzarse, el aire se volvió pesado.
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Las Mentiras De Kathe
Fiksi RemajaSolo era una fiesta en la hacienda de los padres de Erick, pero el cadáver de Kathe apareció súbitamente ante los ojos de todos a la mañana siguiente. ¿Quién la mató? La pobre Kathe nunca abría hecho daño a nadie, ¿por qué alguien querría matarla? A...