Aria siempre ha sido una chica risueña y alegre, capaz de encontrar el lado divertido de cualquier situación. Pero su optimismo es puesto a prueba cuando su madre decide mudarse con su nueva pareja. Ahora, Aria se enfrenta a un desafío mayor: adapta...
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"Descubrí que tengo un talento innato para meter la pata en situaciones emocionales. En esa fiesta, decidí demostrarlo besando a la persona menos indicada en el momento menos oportuno.".-Harley
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Harley
Me he dado cuenta de la capacidad que tenemos las personas para hacer locuras que, quizás, no sean las adecuadas. Nos dejamos llevar por el rencor, por el enfado, por las ansias de hacerle pagar a la persona que te daña de que tú, también lo puedes hacer.
Quizás en aquella fiesta me comporté como una auténtica hija de puta, quizás debía haber sopesado mejor las cosas. Había más chicas, más mujeres al rededor que me deseaban, y tuve que besar a la que, convive conmigo y a la que no le gustan las mujeres. Me he dado cuenta de que, quizás, lo que me impulsó hacer eso, el besar a Aria, había sido fruto de la rabia concentrada que tenía, de las ganas que tenía de gritar, de decirle a Stacy que dejara de tontear con más personas en mis narices.
Me llevé a Aria, una persona que era ajena a todo lo que pasaba con Stacy a menudo. Obviamente, no le dije nada a mi novia, no quería que, fuera y matara a Aria cuando ella no había tenido culpa de mi arrebato. Le he jodido en todos los sentidos, todos y cada uno de ellos. Tenía que haber sido distinto, haberme comportado de otra manera. Ella siempre me intentaba ayudar, me apoyaba y ¿Yo que hacía? Besarla sin su consentimiento.
Ya llevaba tres días Aria que no pasaba por casa. Había escuchado a hurtadillas como Lidia le decía a su hija que no le parecía bien que se quedara tanto tiempo en casa de Cole. Estuve tentada a investigar donde vivía y pedirle disculpas, decirle que no había actuado con cordura, que me había comportado como una auténtica niñata. No sé, quizás podía haber dicho mil cosas, pero, las palabras se murieron cuando, sus ojos avellana se abrían y como me miraban con incredulidad sin saber que era lo que estaba pasando.
Di gracias a que Cole apareciera en el último momento. No quería ni pensar que hubiera pasado sí, me hubiera quedado más tiempo con ella en aquella habitación. Me podía hacer una idea, pero, ni siquiera me atrevía a pensarlo.
