"Volver a la pista de patinaje sobre hielo me hizo revivir recuerdos de mi niñez, pero mientras deslizaba, cada eco de las cuchillas sobre el hielo me recordaba cuánto anhelaba estar con Harley, sentir su calor y escuchar su risa. Nada en este mundo se comparaba con la magia de esos momentos juntas.".-Aria
Aria
Hacía tiempo que no acudía a la pista de patinaje de hielo. Me acuerdo de que, cuando era pequeña, adoraba este sitio. Me encantaba oír el sonido de los patines chocando con la pista de hielo, la música que procedía de los altavoces, los vestidos de colores, los movimientos sincronizados, cómo bailaban las parejas juntas, cómo eran uno en esa pista de baile. El sonido de la entrenadora, el vitoreo de las personas que acudían a ver el espectáculo, las lágrimas emocionadas después de hacerlo bien. Era maravilloso. A pesar de que siempre me había encantado el patinaje sobre hielo, adoraba más el ballet. Solían decir que eran parecidos, pero no. El patinaje sobre hielo requería más técnica, más precisión, mientras que en el ballet lo importante era la elegancia, que los movimientos fueran limpios y dejaran al público sin habla.
Había acudido a la pista de patinaje tras recibir un mensaje de Paul diciendo que quería verme, que tenía algo que decirme. Al principio, había dudado. Había pasado toda la noche un poco en alerta después de la llamada de Harley, pero accedí, ya que Paul nunca me pedía nada a no ser que fuera extremadamente importante. Me senté en uno de los bancos y miré con determinación a las parejas que estaban entrenando. Una sonrisa se apoderó de mí. Veía cómo muchos elevaban a sus compañeras; la confianza que tenías que tener en tu compañero debía ser ciega. Al igual que en el ballet, requería que las dos personas confiaran entre sí.
Vi que Paul estaba hablando con su entrenadora. Se le veía alterado, y su profesora estaba un poco agobiada, como si estuviera meditando lo que Paul le estaba diciendo. Me quedé mirando sus expresiones; veía cómo Paul movía las manos de manera exasperada. Parecía alterado, y un escalofrío se apoderó de mí. Sus ojos enseguida me encontraron, y vi que le decía algo a su profesora que, curiosa, me miraba. Incrédula, me miré la ropa que llevaba puesta, y un rubor se apoderó de mí. Llevaba una camiseta de Harley de color negra con el estampado de su banda de música favorita, unos pantalones blancos ajustados que tenían algún roto y mis botas negras con purpurina, que destacaban allá donde iba. Mi cabello estaba recogido en un moño perfectamente hecho, y llevaba mis pendientes de conejito blanco. Me había puesto un poco de brillo de labios. No iba tan mal, pensé.
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Perdona Si Te Llamo Amor-Primer Libro De La Saga: Perdona Si Me Enamoro-
Roman d'amourAria siempre ha sido una chica risueña y alegre, capaz de encontrar el lado divertido de cualquier situación. Pero su optimismo es puesto a prueba cuando su madre decide mudarse con su nueva pareja. Ahora, Aria se enfrenta a un desafío mayor: adapta...