El sueño se levantó repentinamente. La mente de Sascha despertó a la vida con una descarga de euforia. Miró el techo por unos segundos y luego se incorporó, con movimientos cautos y suaves, esperando por el momento en que su visión girara y la oscuridad mordiera su consciencia. Aguardó un par de minutos, y con reserva abandonó el cómodo calor de su cama.
Su estómago se irritó con ella, pero al menos esta vez no tuvo que salir corriendo. Llegó al baño con tiempo para inclinarse sobre la jofaina. Cuando terminó de vomitar aún se sentía lo suficientemente entera como para limpiar el desastre por sí misma. Un progreso, sea lo que fuese su enfermedad al menos comenzaba a pasar.
¡Aleluya!
Tomó una larga ducha. Luego de lavar su largo cabello se apoyó contra la mampara de madera, mientras el agua se reunía a su alrededor. Un millar de pensamientos y preocupaciones mordían su mente, pero a diferencia del día anterior cuando sentía que todo se derrumbaba a su alrededor, se sentía optimista.
Planificó un viaje a Crimson en un futuro inmediato. Visitar el distrito comercial se había convertido en una necesidad, y más ahora que no podía contar con sus anteriores pertenencias.
Ropa, objetos de uso personal, libros e instrumentos. Tendría que volver a conseguir todo y lo haría. Ella no permitiría que James le continuara fastidiando la vida. No le daría ese tipo de poder. Nunca más. Después de muchos años de prisión, Sascha probó su primera bocanada real de libertad y descubrio que le gustaba.
¿No tenía dinero? Ella tenía un trabajo.
¿No tenía casa? Su casa sería donde estuviese.
¿No tenía familia? Pues tenía a un viejo cascarrabias que actuaba más como padre que como un mentor.
¿Renunciaría a los hijos que deseaba? Demonios no, ella adoptaría a algún niño que, como ella alguna vez, necesitara de un lugar seguro en el mundo.
Sascha abandonó la ducha con paso ligero y una tonada feliz entre sus labios. El día pasó con normalidad. Atendió sus deberes en la tienda –el Viejo aun no la quería en la trastienda- y almorzó. El final de la tarde la encontró acurrucada en su cubículo, una fría brisa entrando por los postigos abiertos de la ventana, una lámpara de maná encendida y un libro en el regazo.
Inspeccionó la sección de hombres lobos y lobos de la enciclopedia de monstruos y otros demonios con el ceño fruncido. Anubis. Huargos. Garm. Ammyt. Vargshar. Wolkolak. Kobolds. Lobos ferales. Los nombres de las diversas razas de lobos con que los humanos habían tenido contacto pasaron ante sus ojos con rapidez, cada uno más feroz y peligroso que el anterior.
"¿Qué estoy haciendo?"
Se preguntó más de una vez y más de una vez estuvo a punto de cerrar el libro, pero como en cada ocasión se arrepentía en el último segundo. Sus ojos seguían estudiando en detalle las ilustraciones de los monstruos, pero nunca encontró el que ella buscaba.
—Dormiste bien anoche, entonces— Saltó, levemente sorprendida por las palabras del Viejo, pero se recuperó con rapidez.
Sascha hizo una pausa, la página de la enciclopedia sostenida entre dos dedos, luego se encogió de hombros.
—Decidí que no merecía la pena amargarme la vida por causa de James— Enfrentó a su maestro. —No pienso darle ningún tipo de poder sobre mí, he terminado con él y su familia. Ojalá lo hubiese descubierto antes.
El anciano se apoyó contra el umbral de la puerta abierta, examinándola. Sascha dejó que sostuviera su mirada, que percibiera la sinceridad cargando sus palabras.
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EPDMHEUM
Roman d'amourTitulo y sinopsis original en el apartado de información. Espero de todo corazón que tengas momentos agradables y divertidos con mi historia.