41. the player's cheerleader

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Detalles:
Edad: 16
Temporada: 8
Relación: ex pareja.
Nacionalidad: Colombiana.
Apariencia: rizada, morena, castaña, ojos oscuros, más baja que Carl, copa b.
Nombre: Sofía.

Los deportes siempre estuvieron presentes en la vida de Carl, cuando Lip "practicó" baseball-no duró más de una semana-o cuando Ian perteneció al equipo de soccer de la escuela, aunque ésto era más por conveniencia que por gusto, ya que necesitaba tener buenas notas en educación física si quería pasar a quinto grado. Ahora era él quien practicaba un deporte en la familia, football americano, solo que él si sabía lo que hacía, y vaya que era un buen jugador.

Hay una tradición en éste deporte escolar, este se basa en la siguiente frase "todo jugador tiene una porrista" Y es literalmente eso, cada jugador tiene a su propia porrista, en donde las porristas les hacen regalos a sus jugadores, se peinan y maquillan como a ellos les gusta, decoran sus casilleros en festividades escolares, etc...

Y en la preparatoria de Carl ésta tradición no fue descartada, es más, esa era una de las razones principales por las cuales los chicos se animaban a jugar.

Ésta tradición era una maravilla para Carl, su novia, Sofía, era su porrista, o buena, su ex novia.

Su relación nunca fue la mejor, no es que no hayan sido felices juntos, no, si que lo fueron, pero los últimos meses no fueron los mejores. Ellos terminaron por una simple razón, toxicidad, vaya que eran tóxicos uno con el otro, ya que los celos de Sofía, más con excusas y poco interés de Carl no ayudaban para nada. En fin, todo pasó en una fiesta en casa de Rebecca López, la mejor amiga de Sofía, donde ella le terminó a Carl al verlo "comerse" a una chica con la mirada, sus palabras fueron las siguientes: "Hasta aquí llegó, Carl. Ve a follartela si tanto lo quieres." Mierda, esa fue la reacción de absolutamente todos ahí.

Obviamente después de ese suceso Carl fue a pedirle perdón a Sofía por literalmente todo, todo lo malo que haya hecho, incluso se puso de rodillas y le rogó que no lo dejara, obviamente el amor propio de Sofía impidió que las palabras está bien salieran de su boca.

Luego de su ruptura Sofía dejó de llevarle regalos a Carl, ni siquiera decoró su casillero después de una victoria con el equipo, nada de nada. Algo que si que llevaba aún -y no pensaba cambiar- era la manera en que se maquillada, peinaba y vestía, claro que no. Su ego estaba más alto que nunca, y oír los suspiros de Carl cuando la veia pasar por el pasillo eran su razón de despertar e ir a la escuela todos los días.

Su madre siempre dice "si tienes la posibilidad de herir o hacer llorar a un hombre, hazlo."

Ahora, ya han pasado tres meses y la final de la temporada ha llegado.

-¡Mamá! ¿¡Donde está mi uniforme!?-gritó la chica rebuscando en su armario.

-Está planchado en el closet del pasillo, cielo-dijo la madre de Sofía con una sonrisa burlona, puesto que ella misma lo habia puesto ahí hace menos de veinte minutos.

-Carajo, yo lo puse ahí-dijo la chica confundida yendo corriendo a buscar su uniforme.

Era de noche, mañana sería un día muy largo para todos en la escuela, más para los jugadores y animadoras (y aún más si ganan la final).

-Eh, eh, eh. La boca.-reclamó su madre dándole un pequeño golpe en la nuca.

-¡Lo siento!-se disculpó la chica.

Más tarde, específicamente a las once Sofía se estaba preparando para dormir, después de terminar su rutina de rostro se recostó y apagó las luces.

ONE SHOTS [CARL GALLAGHER]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora