Ya tengo mas tiempo aquí trabajando en la empresa de Minho. A pesar de los desafíos y las dificultades que he enfrentado, me encanta. Cada día me voy acostumbrando más a las responsabilidades que conlleva mi puesto y al ritmo acelerado de trabajo, un trabajo digno y en el que no soy tratado como una rata callejera. He formado una fuerte amistad con Jae Wook, que además de Minho también es mi superior. Pero lo que más disfruto es la oportunidad de ver a Minho diariamente, no solo en casa sino también que en el trabajo. A pesar de ello, no todo es color de rosa.
Últimamente, la empresa se encuentra en medio de una negociación crucial. El contrato que estamos a punto de firmar tiene el potencial de cambiar drásticamente el rumbo de la empresa. La responsabilidad de cerrar este trato ha recaído sobre Minho, Jae Wook y yo. Y aún está el tema de mamá que me atormenta cada noche.
La presión es abrumadora. Para agravar la situación, Minho y yo hemos tenido desacuerdos sobre algunos aspectos del trato. Esto ha generado una tensión palpable entre nosotros, una tensión que intento ignorar pero que se hace cada vez más pesada e ineludible.
Cada día que pasa, puedo sentir cómo mi ánimo se va desvaneciendo gradualmente. Me encuentro en un estado constante de irritabilidad, acompañado de una presión incesante que se siente como una enorme carga sobre mis hombros. Pero, lo peor de todo, es la tristeza que me invade, una sombra oscura que parece seguirme a donde sea que vaya.
Esta discrepancia que he tenido con Minho, alguien a quien valoro y aprecio, me ha afectado mucho más profundamente de lo que querría admitir. Es como si una brecha se hubiera abierto entre nosotros, un vacío que no sé cómo comenzar a llenar. Y, como si esto no fuera suficiente, en medio de todo este caos emocional y mental, siento que Minho se está distanciando.
Es como si pudiera verlo alejándose de mí, convirtiéndose en una figura cada vez más pequeña en la distancia. Esta sensación de distanciamiento solo agrava el dolor que ya siento, añadiendo otra capa de complejidad a esta situación ya difícil.
—Minho… ¿Puedo hablarte de mi idea para la negociación? —le pregunté con voz baja al entrar a su oficina.
Tenía su corbata en el escritorio y el cabello desordenado, como si hubiera peinado su cabello con sus manos muchas veces. Estaba estresado.
—No quiero escuchar sobre eso Han, la propuesta que se llevará a cabo será la mía —me respondió sin mirarme.
—Pero es que tú no lo entiendes Minho, solo si me escuchas un segundo podemos…
—Ya Han, ya te dije lo que se hará, deja de insistir —me interrumpió de manera brusca y grosera.
—¡No me hables así! —le grité y ví como su cuerpo se tensó.
Ya estaba cansado de su indiferencia hacia mi la cual me tenía muy mal.
—Me tratas como si estuviera haciéndote algo malo… ¿Ya quieres echarme a la calle?
—Han tu…
—Cállate, ahora el que no quiere escuchar soy yo —le respondí y salí de su oficina.
Desde ese día hemos estado aún más alejados y en casa se nota más.
Hoy es el día de la negociación, todo va como lo planeamos, aunque no he hablado con Minho, me la he pasado con Jae Wook.
Ya era hora y nos habíamos congregado en la sala de juntas para discutir los términos de un trato que se avecinaba. Minutos después Minho dió inició a esta.
Los minutos pasaron y se convirtieron en horas hasta que escuchamos lo peor, “No estamos dispuestos a firmar una negociación con esa propuesta” dijo el mayor inversionista.
ESTÁS LEYENDO
Salvándote
Novela JuvenilUn chico joven llamado Han Jisung ha estado hasta el cuello de deudas desde que es adolescente. Una noche queda despedido del único trabajo en el que fué aceptado. No tiene a dónde ir, no tiene dinero ni donde caerse muerto. Decide ir al río Han y...