𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧 𝗠𝗔𝗧𝗧 𝗦𝗧𝗨𝗥𝗡𝗜𝗢𝗟𝗢

FOTOGRAFÍA

Dejas el celular a un lado, después de enviarle un mensaje a Sophia, diciendo que ya estabas en casa. Tu atención se centra por completo en la figura del chico recostado en el marco de la puerta del dormitorio, con el lente de la cámara aún mirándote y una sonrisa dibujada en sus labios. Haces una pose, tomando la copa de vino entre tus dedos antes de otro clic.

-¿Quedó bien? -pregunta sentándose sobre sus pantorrillas.

Matt mira la pantalla de la cámara, todavía con una amplia sonrisa, incluso un poco tonta.

-Siempre sales bien -te elogia y sientes que te duelen las mejillas de tanto reír.

Lo ves acercarse, sentada frente a él, en el suelo de la habitación. Estira tus piernas hacia el cuerpo masculino, y rápidamente tiene uno de sus pies cubierto por el calor de las palmas de las manos de otras personas. Suspira, sintiendo su pulgar masajeando un área específica de tu planta desnuda.

Toma un sorbo de vino en tu boca.

-¿Les caigo bien? -Intenta averiguar, en voz baja. El helado del vaso está presionado contra su barbilla, pensativamente.

-¿Mmm?

-Tus amigos. ¿Les simpatizo?

Matt agacha la cabeza en un rincón.

-¿Y a quién no le gustarías, amor?

-Es que a veces creo que no tengo mucho que añadir, mi humor no es muy bueno -empiezas a enumerar.

-Te amaban, no te preocupes -levanta ligeramente tu pierna para besar tu talón-. ¿Y a ti? ¿Te caen bien?

Tu sonríes.

-Sí -respondes-. Son divertidos. Nate es divertidísimo.

-Qué bueno que Chris no bebió, y pudo llevarlo a su casa.

-Sophia es muy bonita y simpática. Creo que podemos ser amigas... Y Madi también, es divertida -Antes de tomar otro sorbo, levanta el otro pie para que el hombre pueda masajearlo, tal como hizo con el anterior.

Matt te deja otro beso, esta vez encima de tus dedos. Unas manos recorren tu piel, suaves, una se extiende hasta tu tobillo y regresa, en una caricia.

-Nate pensó que eras bonita -comenta, como si no importara, pero sus ojos se oscurecen. Y tú no cooperas, atrevida cuando das una sonrisa pícara, mirando al suelo.

-Él es lindo, también.

-Mm... ¿En serio?

-El también es lindo. Está Buenísimo -Siente una presión decidida durante el masaje y se ríe sin pretensiones-. Es un chico adorable.

El hombre se atrapa el labio inferior bajo los dientes, como si tuviera que morder las palabras antes de que puedan escapar de su boca. La expresión incluso teatral te hace reír unas cuantas veces más, así que cuando te devuelve una.

-¿Crees que es más adorable que yo?

-¿Celoso, amor?

Matt tira de ti por los pies, haciendo que tu espalda se deslice contra el arco que separa la habitación del balcón. Los dientes rozan tu piel, mordisqueando, provocando. Todo el movimiento torpe está destinado a hacerte cosquillas y hacerte reír hasta que te duela el estómago.

-Matth... -Intenta decir su nombre, en vano, porque se atraganta con la palabra a mitad de camino y sólo sabe doblar las piernas para salvarse del ataque de los celos.

Cuando obtiene misericordia, es un desastre. Con los codos apoyados en el frío suelo, las piernas abiertas y el dobladillo de su vestido floral completamente envuelto alrededor de su cintura. Jadea, notando que sus ojos están incluso húmedos.