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—Me tienen harto estos imbéciles. —Murmuró Matt con claro enojo en su voz, su mirada estaba clavada en su celular.

—¿Qué sucede? —Te sentaste a su lado en el sillón y pudiste espiar que estaba mirando el chat del grupo de sus hermanos.

—Nick y Chris todo el tiempo me envían tweets de estúpidos que están calientes contigo.

—¿Eh? —Exclamaste un poco preocupada, eso no sonaba muy normal.

Sin decir nada te mostró capturas de dichos tweets. Varias cuentas subían las fotos que habías publicado con tu novio en boston, al parecer mucha gente te había conocido por eso ya que tus seguidores aumentaron en gran cantidad de un día para el otro. Las fotos venían acompañadas con varios comentarios que te demostraban porqué sus hermanos lo molestan tanto.

‘impresionante como come ese tal Matt’

"Cuidado Matt que tu y yo no somos amigos’

"que me perdone dios pero no puede ser lo caliente que está la novia Matt"

Y así muchísimos más. No pudiste evitar reírte por los celos que le producían unos chicos randoms, incluso chicas randoms de internet.

—¿De que mierda te ríes? —Frunció el ceño y te miró serio.

—¿Estás bromeando Matt? ¿Te vas a molestar tanto por algo tan estúpido? —Levantaste una ceja divertida.

—Si, ve las cosas que te dicen. No pueden decir esas cosas de mi novia, y además Nick y Chris se burlan de mí. —Esa posesividad encendió algo en tu interior. Le sacaste el celular de las manos y lo tiraste al otro lado del sillón. Te miro con ambas cejas levantadas y suspiraste antes de ponerte encima de él, con ambas piernas a los costados de su cuerpo, sus dos manos fueron a parar a tus caderas rápidamente.

—¿Y por qué te importa tanto? Tu lo has dicho, soy tu novia. Yo soy tuya, y lo sabes muy bien. —Hablaste en su oído. Te separaste para mirar y acariciar su rostro y él sonrió de lado, una sonrisa muy característica del Matt.

—Demuestramelo.

Te mordiste el labio inferior antes de iniciar un pasional beso, los besos del Matt eran algo de otro mundo. Lentamente empezaste un movimiento de atrás hacia adelante, aprovechando que habías quedado sentada justo arriba de su verga.

Te deshiciste de su remera y paseaste tus dedos por su abdomen. Era inusual, pero te decidiste por dejar besos y lamidas en su cuello, y en ese momento se te ocurrió experimentar con algo que nunca antes habían intentado.

—¿Qué quieres que haga? —Preguntaste cerca de sus labios y mirándolo a los ojos, él se vió algo sorprendido y confundido por tu pregunta—. Soy toda tuya, tú decides todo hoy.

Matt se relamió sus hinchados labios y pensó por unos segundos, iba a aprovechar la oportunidad que le estabas dando.

—Quítate toda la ropa.

Asentiste y te paraste en frente de él. Empezaste por levantar lentamente los bordes de tu camiseta antes de sacartela, no tenías puesto sostén, nunca lo usabas cuando estabas en tu casa. Ante las vistas de tu torso desnudo Matt bajó su pantalón y su boxer y empezó a masturbarse, esa vista te hacía emocionarte por lo que estaba por venir. Bajaste tu short y la vista de Matt seguía atentamente tus manos mientras deslizabas la prenda por tus piernas. Quisiste acercarte a él pero chasqueó con la lengua haciendo un sonido de negación,

—He dicho que te quites todo. —Demandó y esa voz y expresión autoritaria hicieron que te mojes aún más.

Al sacarte la ropa interior no pudiste controlarte lo suficiente como para hacerlo lento, te deshiciste rápidamente de tu última prenda y esperaste impaciente para saber que te iba a pedir Matt.