SECRETO

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Bajé rápidamente de las escaleras al escuchar sonar el timbre repetidas veces. Que desesperados, pensé. Los amigos de mi hermano se encontraban detrás de la puerta, esperando a que algún ser les abra. Pasaban el mayor tiempo en nuestra casa más que en las suyas. Había ciertos momentos en los que llegaba a molestarme.

Tome el picaporte de la puerta, preparándome mentalmente cuando lo vea, suspire y lo gire. Dije toda clase de insulto en mi interior cuando lo vi, su sonrisa seguía intacta aún notando mi presencia. Me hice aún lado dando espacio necesario para pasar, Matt esperó que primero pasarán sus amigos, para luego aprovechar que los demás no tenían campo de visión hacia nosotros para rozar las yemas de sus dedos por mi mano plasmando una sonrisa.

Ni siquiera habíamos entablado una conversación e inundaba mi estómago en diferentes sensaciones causantes de mi cosquilleo. Mentía demasiado al decir que no quería que venga a mi casa, en presencia de mi hermano era todo lo contrario, decía odiar su existencia pero lo amaba más que a nadie. Puede ser porque él no aceptaría nuestra relación debido a que Matt era su mejor amigo y yo su hermana, revelar la atracción que sentíamos traería problemas, los cuales tratábamos de evitar.

Caminó hasta la sala de videojuegos, palmeando la espalda de mi hermano, este giró ligeramente la cabeza y le sonrió. Suspire, cansada me dirigí de vuelta a mi habitación, si habla con Matt nos delataria. Como las pupilas de mis ojos se dilataban cada vez que hacíamos contacto visual, o lo diferentes que eran nuestros comportamientos con la presencia del otro.

Pasaron horas desde que estaban jugando, gritos que lograban escucharse cada vez que perdían o de victoria. Desde el segundo piso escuchaba la voz de Matt y sus chistes fuera de contexto que me hacían reír.

Di pasos hasta llegar al baño, abrí la ducha dejando descender el agua hacia mis manos para comprobar la temperatura perfecta. Fueron desapareciendo rastro de ropa de mi cuerpo. Me observé en el enorme espejo llevando una mano a mi cuello, la base que me había puesto desapareció cuando hizo contacto con la humedad de mi mano apareciendo un chupón bastante notable. Sonreí al recordar el último encuentro de Matt y yo, no tuvimos sexo, fue uno lleno de caricias y beso, justo cuando parecía subir de nivel nos interrumpieron.

Chocaron unos nudillos sobre la puerta, frunzo las cejas confundida ya que el baño conectaba con mi habitación, eso quería decir que habían entrado sin mi permiso. Alce la voz preguntando quién era, recibiendo de respuesta una risa ronca reconocible.

-Abreme, hermosa. No tardes en taparte porque ya te vi todo.

Mordí mi labio inferior, rodeé la toalla cubriendo mi cuerpo avergonzada. A través de la puerta pude sentir su sonrisa burlona y era cierto.

-¿Nos bañamos? -sus ojos examinaron todo mi cuerpo y alzó una ceja al detenerse en mi cuello, soltando una leve risa-. Te juro que no me di cuenta. ¿Te han dicho algo?

-No -contesté seria-. Que sea la última vez porque te juro que te corto el cuello.

-wow, ¿y ese humor?

Rodeé los ojos, me enojaba verlo tan tranquilo cuando nos podían descubrir en cualquier momento.

-¿Qué querés? -pregunté, agarrando el picaporte de la puerta lista para cerrarla en su cara.

-A ti te quiero -puso sus manos sobre la madera y la empujó, traté de cerrarla pero era imposible comparada a su fuerza-. No me podes ignorar todo el tiempo, niña -dijo estando adentró.

Lo observé, estaba triste tal vez porque lo estuve evitando pero tenía mis motivo. Puso un mechón detrás de mi oreja y tomó mi rostro entre sus manos, profundizando nuestra cercanía. Era tan hermoso, mi corazón latía acelerado, y su respiración me cosquilleaba el rostro. Remojó sus labios con su lengua tentando a presionar mis labios sobre los suyos, y lo hice. Mis dedos entre su cabello forzandolo atraer sus labios más a los míos. Sus besos eran suaves y dulces, podía mantenerme una eternidad así y lo único que nos separaría sería la falta de aire.

Sus manos recorrieron mi cintura hasta bajar a mis glúteos los cuales apretó causando que jadeé contra él, sonrió ante mi reacción. Fue dejando largos besos húmedos sobre toda mi clavícula, hasta llegar nuevamente al lugar que marcó antes, me provocaba escalofríos con solo rozar su respiración en mi. Atrapo mis pezones entre su boca y los succionaba, su lengua se deslizaba en movimientos circulares causando que el placer sea demasiado. Mi boca se abrió ligeramente tratando de recobrar aliento.

-No puedo aguantar. Mirarte me dan ganas de follarte en frente de todos los que están allí -confesó, paró de besarme y lo miré confundida-. Ven aquí.

Señaló el lavamanos del espejo, obedecí y me observé frente al espejo. Mis labios hinchados y mi cabello desordenado hablaban mucho. Las manos de Matt dejaron caer la toalla mostrando mi cuerpo desnudo, mordió su labio inferior, y me ordenó que inclinara un poco mi cabeza para que pudiera ver como me follaba. Me agradaba bastante la idea así que sin pensarlo lo hice.

Sus pantalones cayeron hasta su tobillo, empujó su pelvis hacia mis nalgas para sentirlo y reprimo un jadeo. Mis expresiones estaban expuestas delante del reflejo y eso le encantaba, estaba pendiente de mis facciones.

Sentí su punta rozar mi clítoris, hasta hundirse en mi interior. Sus embestidas eran firmes y rápidas causando que me aferrará del lavamanos del frío mármol. Mis mejillas se pusieron coloradas junto mi rostro que parecía intensificar de temperatura, mordí mi labio inferior tratando de hacer ningún sonido, mientras las manos de Matt se agarraban de mi cintura hasta hacer un largo recorrido hacia mis pechos nuevamente.

-¿Te gusta? -pregunta con la voz agitada.

Asentí, amaba como follaba Matt. Sabia que movimientos hacer, y como tratar de controlar su voz temblorosa para decirte las cosas de forma dominante. Su designio era hacerte creer que solo él lograba estremecer tu cuerpo de tal forma.

-Contesta -palmeó su mano en mi piel bruscamente. El ardor en esa zona no tardó en hacer presencia-. O me voy a la mierda ahora mismo.

Su miembro empezó que deslizarse hacia la salida de mi canal, y exclame suplicando que siguiera.

Lloriqueaba cada vez que sentía su miembro tensarse ante mis paredes apretadas, se introducía con facilidad soltando varios suspiros profundos. El reflejo era bastante erótico y lograba calentarme más, Matt atrás mío sudado y retorciendo su rostro de placer con una fina capa de sudor era maravilloso.

Lloriqueaba cada vez que sentía su miembro tensarse ante mis paredes apretadas, se introducía con facilidad soltando varios suspiros profundos. El reflejo era bastante erótico y lograba calentarme más, Matt atrás mío sudado y retorciendo su rostro de placer con una fina capa de sudor era maravilloso.

-¡Hey, malcriada! -la voz de mi hermano bajó toda la calentura, mis piernas se volvieron débiles y luchaban por mantenerse firme. Gire mi cabeza ligeramente para ver a Matt continuar con los movimientos sin tomarle importancia.

-¿¡Qué!? -enseguida la pregunta salió de mi boca mordí mi labio inferior reprimiendo los gemidos.

-¿No has visto a Matt? -note la sonrisa del nombrado a través del reflejo, le divertía toda está situación.

-No... -Cerré los ojos cuando empezaba a llenarme-. Apenas me metí a bañar -me costaba demasiado hablar con normalidad. Las estocadas eran cada vez más profundas, en unas de ellas se me escapó un gemido inevitable.

-¿Qué pasa? ¿Estás bien?

-Si, vete -agradecí que el agua caía de la ducha opacando los demás sonidos obscenos.

-De acuerdo -cuando su voz dejó de oírse suspire pero nuevamente habló-. Te dejo hacer tus cosas tranquila...

Solté una pequeña risa al entender su chiste. Pensó que me estaba masturbando... si supiera que su amigo estaba conmigo, follando.

 si supiera que su amigo estaba conmigo, follando

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𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧 𝗠𝗔𝗧𝗧 𝗦𝗧𝗨𝗥𝗡𝗜𝗢𝗟𝗢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora