RESPONDE LA LLAMADA

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—Vamos, contesta la llamada telefónica —Matt pronunció con voz ronca, mordiendo el lóbulo de la oreja de su chica. Su cuerpo estaba encima del de ella mientras ella yacía boca abajo contra la cama con sus sábanas rojas.

—¡No, yo-jah! ... Yo puedo —Ella respondió con un gemido, sintiendo la presión de los largos dedos sobre su clítoris, moviéndose en círculos; y los duros empujones golpean justo en su punto dulce, con extrema rugosidad.

—Hazlo o no dejaré que te corras.

Matt desaceleró sus embestidas, manteniendo su polla quieta, mientras era asfixiado por las paredes de T/N, provocando un gruñido de Matt en el hombro pálido de T/N, adornado con marcas de mordiscos y ligeras gotas de sangre.

T/n amaba con locura cuando su novio le marcaba los dientes en la piel, enterrándolos en su carne mientras él la follaba sin delicadeza, reclamándola como suya.

Sólo el suyo.

—Matt~ —La chica jadeó, echando sus caderas hacia atrás, enterrando su erección profundamente dentro de ella; Agarró las caderas de la chica con las manos para mantenerla quieta.

Una fuerte bofetada resonó, la mano de Matt dejó su marca en la piel de su chica, tiñendo el tono natural de ese tono rojizo que tanto adoraba.

La hembra tembló mientras su novio movía sus caderas arriba y abajo, sin dejarla, sintiendo cada centímetro de Matt perfectamente.

—Por favor, cariño, fóllame fuerte —Exigió, dejando escapar un sollozo, completamente cegada por el placer.

—Levanta el maldito teléfono, o te juro que no habrá polla para ti —Se burló de la última palabra— Hazlo —Golpeó la tierna carne una vez más, marcando nuevamente la silueta de su mano.

T/n asintió eufóricamente y el chico comenzó a empujarla lentamente para pedirle obediencia.

Ella lo escuchaba para complacerlo y seguir siendo destinataria del placer que le brindaba el duro falo que llenaba su interior.

Mala idea responder.

—¿t/n?

—Hola...jah!

Las lentas penetraciones en su sexo húmedo se convirtieron, de un segundo a otro, en embestidas ásperas y salvajes; provocando que las nalgas chocaran violentamente contra la pelvis del hombre: quien solo soltó profundos suspiros, cargados de la más pura excitación por el morbo de la situación y la excelente vista que le brindaba su bella esposa.

Se mordió la mano, mientras cerraba los ojos con fuerza, tratando de evitar soltar otro gemido aunque fue muy difícil.

—¿Podrás venir y hacer el trabajo?

—Mierda... sí puedo. —T/n habló tan rápido como pudo.

Matt enterró su venosa polla, dejándola completamente dentro de la chica, y se inclinó, presionando su musculoso torso contra su estrecha espalda. Una de sus manos fue a su cuello, sujetándola firmemente mientras la mano libre se llevaba la boca.

—Escupir. —Ordenó, su voz ronca en el oído de la niña sollozando, enviando un escalofrío de emoción directamente al capullo rosado entre sus piernas, haciéndola obedecer de inmediato.

—¿Qué tal Holly Shift Coffee Shop? De esa manera el informe será m- —Su compañero de cuarto de la universidad no pudo terminar la frase, mientras Matt llevaba los besos a su hombro sin marcar; para comenzar una vez más el bombeo desenfrenado del sexo goteante de la extasiada chica, los dedos sobre su clítoris moviéndose de un lado a otro, presionando este con más insistencia mientras cargaba provocando temblores en sus piernas, su hermosa morena tenía los ojos en blanco ante las sensaciones absolutamente exquisitas que invadían su pequeño cuerpo.

—¡Sí, sí, sí! ¡me encanta! —T/n gimió fuerte, sin importarle que el chico tímido al otro lado de la línea la escuchara.

—Es sólo una cafetería, ¿por qué te emocionas tanto? —Su compañero Blas era bastante inocente en algunos aspectos, y nunca se le pasó por la cabeza que la guapa morena cuidaría de él mientras su pareja la follaba brutalmente, como un loco completamente dominado por sus bajos instintos.

—Cómo te excita cuando la gente te escucha gritar como un puto gato en celo —Dijo al oído de la mujer: con una sonrisa al sentir el dulce néctar de su chica ya cayendo por sus muslos.

—Grita mi puto nombre para que ese hijo de puta sepa quién te folla todas las noches —Mordió con fuerza el cuello de la morena, saboreando el líquido con un exquisito sabor a óxido, y acercó la mano que estaba sobre él, a sus erectos pezones para apretarlos tal como le gustaba a la mujer.

—T/n —Blas no pudo terminar la frase cuando fue interrumpido por un sonido que dejó más que clara la situación de su compañero.

—¡Matt! ¡Dios, sí! —La mujer hacía sonidos obscenos, al igual que Matt, quien gruñía de placer justo en el oído de la chica motivándola a seguir demostrando lo mucho que amaba las atenciones de su amor.

Blas entendió todo tras quedarse en blanco durante milésimas de segundo.

—Maldita sea, lo siento mucho, te juro que no... maldita sea, adiós —Dijo rápidamente, casi tartamudeando, provocando una risa ronca en Matt.

—Quieres correrte, ¿no? —Colocó su gran mano, que antes jugaba con sus pechos, justo sobre los mechones negros, manteniendo la cabeza de la chica pegada al colchón con el culo levantado, entregándose por completo a sus veloces embestidas bestiales.

La chica siseó, y antes de que pudiera responderle a su chico, él ya tenía la respuesta.

—Joder, por supuesto que quieres, tu coño prácticamente se está tragando mi polla —Se posicionó semi erguido, moviendo su mano desde su clítoris hasta las nalgas rojizas de su chica, para golpearlas y dejar a la chica con esa exquisita sensación de ardor.

—¡Mierda-ah!— La chica gimió una vez más, lágrimas de puro placer adornaban su rostro sonrojado.

—Cum, pequeña zorra —Otro azote aterrizó en las nalgas de la chica, que luego fueron apretadas con fuerza por ambas manos de Matt mientras se mordía el labio, observando su falo entrar y salir, completamente mojado por el dulce y apretado interior de su novia.

Escupió sobre sus sexos unidos, mojándolos aún más innecesariamente; y movió su pelvis lenta y bruscamente, hundiéndose en la más mínima parte de su longitud.

—Joder, cómo aprietas —Gruñó mientras abría las nalgas de la chica y hundía sus dedos en ellas, deleitándose una vez más con la vista.

—¡Matt!... eso se siente tan bien —Ella gimió suavemente y alcanzó la cima de su placer con ese ritmo lento y más que erótico.

—Espera un poco más, lo estás haciendo muy bien —La animó Matt, mientras se movía para sostener a la chica por sus caderas debido a sus temblores por el orgasmo de hace unos segundos.

—Lléname Matt, lo quiero todo —Miró a Matt y eso fue suficiente para que él alcanzara el clímax. Maldita sea, cómo le encantaba cuando él le hablaba así.

—t/n. —Dejó escapar un grito ahogado mientras dejaba que todo su miembro entrara en la chica que tanto amaba.

La mujer sonrió al sentir los besos de Matt en su espalda, al mismo tiempo que él lentamente salía de ella.

—Pídele a tu amigo idiota que te llame más seguido, le quedará más que claro quién te está jodiendo cada puto día. —Mordió la mejilla de la niña mientras ella reía.

—Eres un morboso.

—Estabas literalmente goteando mientras él estaba al otro lado de la línea escuchándome ponértelo, tú eres la pervertida, cariño —La chica se sonrojó y le dio un ligero codazo.

—Tranquilizarse.

—¿Quieres que llamemos al imbécil que te invitó a tomar unas copas? —Él preguntó, refiriéndose a la otra pareja de su novia.

—Ya te dije que él no sabía que eras mi novio, apenas se enteró se puso pálido —Dijo recordándole al pobre chico que estaba un poco molesto— Acepto, dame el teléfono.

—Esa es mi chica —dijo con orgullo, y sonrió con picardía, besando su mejilla, en la que hundió sus dientes suavemente.

𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧 𝗠𝗔𝗧𝗧 𝗦𝗧𝗨𝗥𝗡𝗜𝗢𝗟𝗢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora