Matt gimió mientras abría con lentitud los ojos. La luz del sol se adentraba por la cortina de la sala de estar, justo enfrente del sofá en el que se había quedado dormido mientras miraba televisión. Un pequeño insulto salió de su boca al darse cuenta que no había terminado de responder los mensajes en su teléfono y que el control quedó bajo suyo cuando se durmió.
Al escuchar el suave sonido de la ducha abierta se levanta del sofá, estirando su cuerpo para intentar despejarse más. Camina en dirección al baño, sabiendo que te encontraría allí. Apenas abre la puerta te encuentra, o mejor dicho a tu figura desnuda trasluciéndose desde el otro lado de la mampara.
—Matt —gimes ante la sorpresa de verlo parado ahí— ¿Cómo está la bella durmiente? —te burlas
—De maravillas —responde con la voz ronca por el reciente sueño.
—Escucha, Nick vendrá esta noche a comer y aun no hicimos las compras —le recuerdas.
—Podemos ir en un rato.
—Claro ¿Quieres unirte y ahorramos agua? —ofreciste, como si Matt fuera capaz de rechazar tu oferta.
Siquiera te respondió a eso, en vez de ello sacó su camisa, pantalones y ropa interior para entrar contigo bajo el agua. Apenas estuvieron juntos te abrazó por detrás, apoyando su cabeza en tu hombro y depositando un pequeño beso en el cuello.
—¿Ya usaste el shampoo?
—No, apenas entró —respondiste.
Matt se separa de ti un segundo mientras busca la botella, vuelve a pegarse a tu espalda y coloca un poco de la sustancia en tu cabeza antes de comenzar a masajear tu cabello. No pudiste evitar soltar un pequeño gemido ante la tan buena sensación que te daban sus manos, algo que hizo que aquella erección que se estaba generando durante sus horas de sueño siguiera el curso arriba.
Ignorando eso, Matt coge la ducha para limpiar todo el shampoo de tu cabeza, pero mientras lo hace un pequeño roce de su polla dura contra tu trasero hace que un jadeo sube abandona sus labios, aunque él intenta disimularlo, pero sus intentos fallan ante ti que ya lo sentiste tanto física como auditivamente.
—¿Necesitas ayuda con algo? —preguntas mientras empujas para tras tu trasero, haciendo que el golpe le saque un gemido.
—Solo quédate quieta —dice con los dientes apretados.
—¿Estás seguro de que eso es lo que quieres? —preguntas con voz juguetona mientras vuelves a empujar tu trasero hacia atrás.
—No si te sigues moviendo así —respondió dejando la ducha en su lugar— Vuelves a hacer eso y me voy a ver obligado a follarte contra la pared.
—Tengo una mejor idea que eso.
Te das la vuelta, quedando frente a él y lo besas de forma ruda pero breve antes de comenzar a dejar un camino de besos por su cuello, bajando a su pecho mientras lo acaricias y yendo cada vez más cerca de su polla a medida que tus piernas se flexionan hasta quedar de rodillas ante él.
Cuando te quedas de rodillas te das un segundo para mirar su polla, grande y venosa, ante de darle una mirada a través de tus pestañas. Depositar un beso en la punta de ella, Matt toma tu mano y la guía junto a la suya para envolver la longitud y comenzar a dar suaves bombeos.
Con tu otra mano, la que no está entre su polla y sus dedos, te encargas de dar subes rasguños con tus uñas en sus muslos, haciendo que la combinación de sanciones lo haga soltar un gemido mientras lleva su cabeza atrás y te deja continuar sola el trabajo.
Tu boca se envuelve en su polla, ahuecando las mejillas a su alrededor mientras le das atención a la base con tu mano. Las manos de Matt se van a tu cabello, sujetando un poco de el fuera de tu cara y aprovechando aquello para empujarse más adentro tuyo.
—Dios mío, se siente tan bien —gime mientras apoya una mano en los azulejos de la ducha.
Tus ojos vuelven a subir para mirarlo, logrando conectar sus ojos mientras su polla se adentra en tu garganta. La imagen para Matt es realmente erótica, tenerte arrodillada delante suyo, intentando llevarlo más adentro en tu boca mientras pequeños hilos de saliva comienzan a salir de a poco.
—Ponte de pie antes de que me corra en tu boca —jadea.
Gemiste en respuesta, queriendo quedarte de rodillas ante él, logrando que aquello enviara chispas de placer a Matt, quien comprendió lo que querías y empujó más fuerte, buscando su orgasmo. Un rato después, chorros de semen llenaban toda tu boca mientras sus ojos se iban arriba y gemía fuerte por el éxtasis.
En un movimiento rápido te puso de pie, te empujo para que tus manos quedarán contra los azulejos. Dando una bofetada a tu trasero se agacha detrás de ti, estirando tu cuerpo para darle lugar a que sea su boca la que se sumerja dentro tuyo.
Su lengua comienza a hacer duros movimientos contra tu entrada mientras con sus dedos se encarga de llegar toda tu humedad a tu clítoris antes de comenzar los movimientos rudos contra este.
—Dios mío, Matt —gimes ante la sensación— se siente tan bien.
—Los sé, lo sé —susurra antes de llevar uno de sus dedos dentro tuyo.
Al principio los movimientos fueron dulces, pero a medida que el tiempo pasaba cada vez iba más lejos dentro tuyo. Un nuevo dedo entró en ti y los curvo a ambos, tocando un punto clave dentro tuyo.
—Oh, Dios.
—Eso es, gime para mí.
—Matt, deja de hablarme así.
Él sonrió al ver el efecto que seguían causando sus palabras, ya te tenía retorciéndote en sus dedos, provocando sonidos de chapoteos cada vez que sus dedos iban un poco más adentro.
—Muy bien, sigue así.
—Matt, me voy a correr.
—En mis dedos.
Las lagrimas estuvieron a punto de salir de tus ojos cuándo tocó tu punto G mientras su otra mano le daba una bofetada a tu trasero. Sus dedos tomaron más rapidez y sin darte mucho tiempo te corriste en su mano, soltando fuertes gemidos que retumbaban en todo el baño.
Matt se puso de pie, te diste vuelta y ambos estamparon sus labios en un beso necesitado, como una muestra de agradecimiento mientras sus manos recorrían el cuerpo del otro.
—Eso fue genial —susurraste.
—Tú estuviste increíble ¿Crees que tienes uno más para mí? —preguntó entre besos.
—Eso creo —respondiste aun jadeando por tu anterior orgasmo.
Te empujo contra la pared, haciendo que tu espalda se curve ante la fría sensación y él tenga la oportunidad de enterrar su boca en uno de tus pechos, llevando una mano atrás para mantenerte expuesta.
—Matt, quiero que me folles —rogaste.
—Eres tan romántica —se burló mientras despegaba su boca de tu pecho.
—Es que te necesito.
—Y desesperada —sumó.
Una de sus manos fue a tu muslo, levantándolo mientras se pegaba a ti. Su polla dura rozaba tu clítoris, haciendo que pequeños gemidos salgan de tu garganta, pero arrancando uno tres veces más alto cuándo entró de pronto.
Tu cabeza se fue para atrás, contra los azulejos, y la de Matt directo a tu cuello donde comenzó a depositar besos y mordiscos a medida que comenzaba a moverse y la fricción entre ambos crecía.
—Estás tan apretada —gimió.
Su polla se adentraba cada vez más en ti, sus movimientos se aceleraban y se volvían perezosos de pronto para evitar orgasmos, haciéndote arrancar gritos de frustración y risas burlescas de su parte.
Matt golpeaba de manera ruda, te llevaba al límite al poco tiempo al tenerte sensible por tu tener su lengua en tu coño anteriormente. Tus uñas rasguñaban su espalda, dejando marcas que seguro se verían rojas después. El apretaba en su mano tu muslo, dejando la huella de sus dedos en él.
—Por Dios, Matt, estoy a punto de llegar.
—Córrete en mi polla —ordenó mientras llevaba su otra mano a tu cuello para hacer presión antes de un beso.
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𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧 𝗠𝗔𝗧𝗧 𝗦𝗧𝗨𝗥𝗡𝗜𝗢𝗟𝗢
FanficEscenarios de ficción protagonizados por Matthew Sturniolo.