𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧 𝗠𝗔𝗧𝗧 𝗦𝗧𝗨𝗥𝗡𝗜𝗢𝗟𝗢

ENEMIGOS

Te encontrabas apretando con fuerza aquel lápiz contra la mesa. Tenías tanta rabia dentro, necesitabas que cerrará su maldita boca de una buen vez.

Lo único que hace es ser un estúpido nerd adinerado. Como si eso fuera la gran cosa, es solo un hijo de puta.

-Oye -el grita hacia ti-. ¿Acaso no les enseñan a las personas de bajos recursos a no rayar las mesas de los institutos?

Tenía esa estúpida expresión arrogante en su rostro. Deseabas tanto patearle la cara hasta desfigurar su cara y eliminar esa maldita expresión.

-Supongo que eso a ti no te lo enseñaron, porque tus papis debían comparte diez nuevos lápices ¿No?

La clase termino y agradecidas que fuera así, no soportarias su presencia más de la cuenta. Tomás todas tus cosas y te largas de la habitación.

¿Por qué tanto odio hacia Matt Sturniolo?

Además de lo anteriormente mencionado, era un maldito imbécil. Cree que todo se tarta de él, jamás en la historia habías visto a una jodido nerd ser el chico popular que denigra a todos, ¿Desde cuándo esto es así?

El te hostigaba, como un bullying. Pero eso ya es pasado, ya no lo dejarías abusar de ti.

Ibas caminando a pasado acelerado por los pasillos, ansiosa por abandonar la maldita escuela. Pero de la nada algo te golpea desde tu izquierda y te tropiezas.

Una puerta se abre con el peso de tu cuerpo y eres arrastrada al interior, la puerta se cierra y te encuentras atrapada con Sturniolo.

-¿Acaso no tuviste suficiente? ¿La rata de laboratorio que tienes de novia no te divierte los suficientes?

Mencionas aquello poniéndote de pie, notas que se encuentran en un almacenamiento reducido.

-De vez en cuando hay que atender a las mascotas.

-No soy ninguna mascota.

-Si te lanzará una rama... ¿Irías tras ella? -el acaba de insinuar que eras una perra.

-¿Qué dijiste?

-Lo que escuchaste.

-Lo siento, pero no escucho a Nerds -empujas el pecho de Matt con tus manos, haciendo que la espalda de él golpee contra la puerta.

-Bueno, quiero aclarar que valoro tanto tu opción como lo que escribe un lápiz blanco.

-Tus papis tendrán todo el dinero del mundo, Matt... -sonrio soberbia-. Pero tienes gustos de pobres.

Golpe bajo para el nuevo juguete que Matt había obtenido los últimos meses, se trataba de una chica extranjera nueva, era casi tan estúpida como Matt, una completa nerd que se cree mucho solo por ser la nueva en chupar la polla de Matt.

-Oye, lo siento dulce melocotón, no es que no me agrandes, pero si estuvieras en coma te desconectaria para cargar mí tercer teléfono -se mantiene firme-. Deberías preocuparte menos por mí y más porque tus cejas estén parejas.

-¡Que te jodan Sturniolo! -arrancas las estúpidas gafas que adornaban sus malditos ojos celestes, las partes y lo arrojas al suelo para pisarlo.

-Oh no, acabas de destrozar mis gafas 78 -usa un tono falso de tristeza-. Vamos aun te faltan destrozar 22, pero no te preocupes -sonrie-. Puedo comprarme otras 22 más.

-Eres tan estúpido, ¿Que mierda buscas?

-Quiero verte sufrir como la perra que eres, que te arrodilles para mí y supliques.

-Dile a tu novia la españolita que te chupe bien la polla.

-No me estás entendiendo, no aunque seas la última mujer en el punto dejaría que me chupes la polla.

-No es algo que ami me fascine, ahora quítate de la puta puerta de una buena vez.

Lo empujó y antes de que pueda abrir la puerta el te atrapa, su rostro estaba tan cerca del tuyo, sus respiraciones se mezclaban la una con la otra.

-Jodete...

-Jodeme.

Los labios de Matt atrapan los tuyo, era tan doloroso, sus dientes perdonaban tu labio inferior y lo empujas lejos de ti con amabas manos.

-¡Vete a la mierda imbécil!

Abres la puerta y sales llevando tu mano a tu labios, estaba sangrando como la mierda.

-Mierda.