MI COMPAÑERO DE CLASES

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Era una fría mañana de jueves, las clases en el instituto se estaban volviendo más ocupadas debido a la cercanía del fin de semana, pero para mi mala suerte mis jueves eran de doble turno. Odiaba a la persona que era tan mala como para hacer doble turno un jueves.

Al entrar a mi clase noté que fui la primera de mi grupo de amigos en llegar, aun así ya había algunos otros estudiantes presentes, me acomodé en mi asiento y segundos después llegaron algunos amigos, todos menos mi compañera de banco.

La puerta se abrió de nuevo y esperaba que fuera mi compañero, pero fue Matt quien entró a la sala.

Era un chico lindo, no les voy a mentir, aunque nuestra escuela pedía fuertemente que usáramos un uniforme aburrido, Matt se encargaba de lucirlo de la mejor manera posible, y a veces ni siquiera lo respetaba.

Matt tomó su lugar unos metros detrás de mí, al parecer mi compañera no vendría hoy. La clase había comenzado, era sobre historia, sinceramente fue una clase interesante, excepto que el profesor tenía una voz tan aburrida que me daba sueño solo escucharlo leer el libro.

Las dos horas de clase de Historia finalmente terminaron, pero eso significó que comenzó la clase de Biología.

Tenía mi cuerpo sobre mi escritorio, mis ojos estaban cerrados, aún podía escuchar la conversación de mis amigos que estaban sentados frente a mí. Con mucho gusto me hubiera unido a la charla, pero estaba tan perdida en un mí sueño, supongo que fue el efecto de las clases de historia.

De repente sentí como la silla que estaba vacía a mi lado ahora estaba ocupada, abro los ojos y veo a Matt, tenía una expresión divertida en su rostro.

No podría definir exactamente la relación que tenía con él, o sea, no éramos amigos, pero tampoco éramos amigos, cercanos es decir algo que no somos y creo que podríamos decir que somos colegas que se llevan bien.

Entró la profesora y nos dijo de qué se trataría la clase de hoy, sistema respiratorio, ya había perdido la cuenta de las veces que hemos tenido clases de esto.

La maestra comenzó a leernos el libro y las definiciones del sistema respiratorio, Matt me daba la espalda mientras prestaba atención a las palabras de la maestra.

Las ventanas fueron impactadas por las gotas de lluvia, hacía bastante frío en la habitación, mis manos buscaron calor y se refugiaron en Matt, abracé su cuerpo dejando mi pecho contra su espalda y mis manos se encontraron frente a su pecho.

Matt tenía entre sus dedos un lápiz que mi pertenecía, no se movió ni hizo nada ante mi proximidad. Tomé los cordones de esa sudadera que llevaba, mi cabeza se apoyó en su hombro izquierdo y unos segundos después él dejó que su cabeza descansara en la mía.

Estaba inmersa en la lectura de la profesora que no me di cuenta en qué momento Matt había tomado mi mano entre la suya, le estaba dando suaves caricias, dándole ligeros apretones, para luego seguir acariciando mi piel.

Cuando terminó la clase no podía dejar de pensar en la situación que acababa de pasar, lo cerca que estaba, se sentía tan íntimo. No podía entender lo que había sucedido.

Solo faltaba una última clase, antes de que pueda seguir vagando en mis pensamientos, la maestra estaba presente, nos dijo que hoy solo leeremos el libro, por lo que nos ordenó guardar todas nuestras pertenencias. También preguntó si alguien en la clase quería leer.

Una de mis compañeras se ofreció a hacerlo, su voz era tan delicada y suave que esto no me ayudaba a mantenerme despierta. Me acuesto en la mesa, pero sigo manteniendo los ojos abiertos en un último intento por mantenerme despierta.

Entonces sentí un peso en mi espalda, era Matt quien se apoyaba en mí. La lectura continuó y nosotros permanecimos en esa posición.

-Bueno, podemos dejar el capítulo ahí -concluye la lectura la profesora-. Antes de irnos, quería leerte un texto...

Se levantó para leerlo, Matt y yo nos sentamos. La maestra comenzó a caminar hacia el fondo del salón. Giré mi cuerpo para poder ver a la profesora, ella comenzó a leer las primeras palabras y en un breve momento pude ver que era un texto romántico, no podía encajar mejor con el día, en serio.

Los brazos de Matt rodean mi cintura y buscaba mis manos para poder acariciarlas como lo había hecho durante la clase anterior. Podía sentir mi corazón latiendo desesperadamente, si continúa así mi corazón probablemente explotará. El contacto se rompe gracias a la vibración de su celular. La maestra terminó de leer y nos dio permiso para salir.

Estaba bajando las escaleras cuando Matt me alcanzó y caminó a mi lado.

-¿Te vas a casa o vas a hacer doble turno? -Hacía frío, pero mi madre no vendrá a recogerme hasta última hora.

-Me gustaría volver a casa, pero mi madre no viene a buscarme -Hago una mueca en un intento fallido de sonreír.

Finalmente salimos del establecimiento, Matt vio un auto gris y se acercó a él, vi como la ventanilla bajaba y una mujer le hablaba, él asintió y luego se acercó donde yo estaba esperándolo.

-Al parecer me voy a casa -Habían venido a recogerlo-. ¿Te llevo a tu casa? -Me sorprendió, Matt vive pasando por mi casa, no sabía qué decirle.

-No sé...

-Vamos.

El tomó mi mano sin pensar y comenzó a caminar hacia el vehículo. Abrió la puerta trasera y entramos los dos, al frente conducía un señor mayor y una mujer que era hermosa, supongo que serían sus padres, segundos después me lo confirmó, son muy amables. Al igual que Matt, sus padres son encantadores.

Me dejaron en la puerta de mi casa, les agradecí y una vez que me duché y me vestí, tomé mi celular y les envié un mensaje de texto.

"Gracias por traerme" le envié el mensaje a Matt.

No tardó en responderme.

"No es nada ❤" Sonrió y puso mi celular en mi mesa de noche.

𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧 𝗠𝗔𝗧𝗧 𝗦𝗧𝗨𝗥𝗡𝗜𝗢𝗟𝗢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora