𝐏𝐀𝐑𝐀𝐃𝐎𝐉𝐀 | es una afirmación o situación que parece lógicamente incoherente y, sin embargo, tiene sentido.
En un mundo donde la mayoría de las personas poseen superpoderes llamados "Quirks", la prestigiosa Academia U.A. entrena a futuros hér...
En el salón de clases de la Academia U.A, el profesor Aizawa se puso de pie frente a sus estudiantes, con su usual expresión apática.
—Escuchen todos, tenemos una nueva compañera que se suponía debía estar aquí ya, pero aún no ha llegado —anunció Aizawa, con un tono de voz monótono— no me importa, así que haré una siesta mientras esperamos.
Dicho esto, se metió en su bolsa de dormir y se recostó en el suelo, quedándose dormido en cuestión de segundos. La clase, por otro lado, no pudo evitar comenzar a murmurar entre ellos, curiosos sobre la nueva incorporación.
—¿No es raro que entre alguien a estas alturas? —dijo Kirishima, rascándose la cabeza— empezamos el año hace mucho ya.
—Yo solo espero que sea bonita y que tenga pechos grandes y mucho trasero —dijo Mineta, con una sonrisa lasciva.
—Apoyo a Mineta —agregó Kaminari, riéndose.
—No deberían pensar así de las mujeres, no es correcto —intervino Iida, frunciendo el ceño— debemos mostrar respeto y profesionalismo.
—Lo dices porque eres aburrido —respondió, con un tono despectivo— además, si es fuerte, me da igual.
—¿Creen que haya entrado por recomendación? —preguntó Tsuyu, con curiosidad— siendo así, debió empezar a la misma vez que nosotros.
—Es verdad —asintió Todoroki, pensativo— me pregunto qué tipo de Quirk tendrá.
—Quizás tuvo que solucionar algo antes de unirse a nosotros —sugirió Yaoyorozu— en cualquier caso, deberíamos darle una cálida bienvenida.
La conversación continuó, con los estudiantes especulando y compartiendo sus pensamientos sobre la nueva compañera que aún no había llegado, aumentando su curiosidad y expectativa.
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Azumi estaba en el asiento trasero del auto, mirando por la ventana con una expresión de disgusto. El chofer, Kairi, se encargaba de llevarla a la Academia U.A. porque sus padres sabían que si ella decía que iría sola, probablemente escaparía a otro lugar del mundo.
—No puedo creer que me estén obligando a esto, Kairi —se quejaba Azumi, cruzada de brazos— es totalmente injusto.
Kairi, un hombre paciente y de rostro amable, la miró por el espejo retrovisor y le ofreció una sonrisa tranquilizadora.
—Azumi, sé que esto no es lo que querías, pero intenta verlo como una oportunidad —le aconsejó— la U.A es una de las mejores academias de héroes. Puede que encuentres algo que realmente te guste allí.
—No me importa lo que mis padres piensen. Ellos nunca están aquí de todos modos —respondió Azumi, rodando los ojos.
—Entiendo que estés frustrada, pero intenta ser paciente —continuó Kairi— trata de no ser grosera con tus nuevos compañeros y profesores. Sé amable, como lo eres con la servidumbre en casa. Esa actitud te ayudará mucho.
