𝗣𝗔𝗥𝗔𝗗𝗢𝗝𝗔 ||Boku No Hero||

Capítulo 13

Al día siguiente, el sol brillaba intensamente sobre la ciudad, y el bullicio de la vida cotidiana continuaba con su ritmo frenético. . Mientras ajustaba su traje de héroe, Hawks apareció, con su habitual sonrisa despreocupada, se había colado en la suite por el balcón.

—Buenos días, Azumi. ¿Te enteraste de lo que pasó anoche?

Azumi levantó la vista, asintiendo. Su rostro estaba tranquilo, pero sus ojos reflejaban algo distinto.

—Sí, me enteré. Recibí mensajes de Kirishima, uno de mis compañeros —respondió ella, recordando los múltiples mensajes que había recibido durante la noche— me contó todo el chisme.

Hawks se rió ligeramente, cruzándose de brazos.

—¿Muchos mensajes? Vaya... siempre al tanto de todo. ¿Qué te contó exactamente?

—Me dijo que Shoto, Tenya y Deku fueron atacados por el asesino de héroes Stain. Estaban bastante malheridos, pero parece que alguien intervino y logró detenerlo. Ahora todos creen que los héroes lo mataron.

—Y tú, ¿cómo te sientes al respecto?

—Normal —término de atarse el cabello.

Ella estaba de pie frente al espejo grande, se peinaba el cabello mientras le daba la espalda a Keigo que se había sentado en la cama, permitiendo que se deleitara con la vista.

—Olvidé preguntartelo...

—¿Qué cosa? —miró por el reflejo, sintiéndose por primera vez nerviosa, que tal si sabía algo, algo que no debía. No podía matar a alguien más y mucho menos si era tan lindo como Hawks.

—¿Cuál es tu nombre de héroe? Como vamos a patrullar no puedo simplemente decirte "Azumi".

—Oh, es Mystical Muse —se relajó.

—Musa mística... —murmuró, sintiéndose fascinado, el apodo le re quedaba.

—Al principio quería que solo fuera Mystical, pero mi profesora añadió el Muse y bueno, no tuve opción y tampoco suena mal.

—Nada mal diría yo.

El viento soplaba suavemente, creando el ambiente perfecto para un día de vuelo. Hawks, con sus alas rojas extendidas, parecía completamente en su elemento. Azumi, por otro lado, miraba el cielo con duda.

—Vamos, Azumi —dijo Hawks con una sonrisa despreocupada— será divertido. Nada como patrullar por los aires.

—No tengo alas, Hawks.

Creo que debí tomar ese factor en cuenta antes de venir.

—¿De verdad? ¿Vas a dejar que una pequeña cosa como la gravedad te detenga? —se burló, acercándose a ella— no te preocupes, yo te llevo.

Antes de que Azumi pudiera protestar, Hawks la rodeó con sus brazos, sosteniéndola firmemente por la cintura. Ella abrió la boca para objetar, pero antes de que pudiera decir una palabra, ya estaban en el aire, ascendiendo rápidamente.

—¡Oye, bájame!

—Relájate, preciosa. Disfruta del paseo —respondió con una sonrisa, ajustando su agarre para asegurarse de que estuviera cómoda.

A medida que ascendían, Azumi no pudo evitar admirar la vista. La ciudad se extendía debajo de ellos, y el aire fresco le despejaba la mente. Poco a poco, la rigidez en su cuerpo comenzó a relajarse, aunque todavía se aferraba a Hawks con fuerza, sabía que estaría muy despeinada cuando pisara tierra.

—¿Ves? No es tan malo, ¿verdad? —comentó, notando la disminución de la tensión en ella.

—Tal vez —admitió en voz baja.

Pasaron las siguientes horas patrullando la ciudad desde las alturas. Hawks le mostró cómo observar desde el cielo, identificando posibles situaciones de peligro y respondiendo rápidamente a cualquier problema. Afortunadamente, el día transcurrió sin incidentes graves.

Finalmente, regresaron a la agencia. Hawks aterrizó suavemente en la terraza, soltando a Azumi con cuidado. Ella dio un paso atrás, sacudiendo la cabeza mientras trataba de recomponerse.

—Lo hiciste genial allá arriba —la felicitó él, doblando sus alas.

—Fue... diferente —sacudió la cabeza, sus cabellos estaban parados haciéndola ver tierna.

—Ahora, vamos a trabajar en tus habilidades. Hay algunas cosas que quiero repasar contigo —dijo, guiándola hacia una zona de entrenamiento en la terraza.

Durante las siguientes horas, Hawks ayudó a Azumi a reforzar sus habilidades. Empezaron con su teletransportación, trabajando en la precisión y la rapidez de sus movimientos. Hawks lanzó plumas en distintas direcciones, desafiándola a teletransportarse y evitarlas cada vez más rápido.

—Buena velocidad, pero necesitas ser más precisa —le indicó mientras ella evitaba una de sus plumas por un estrecho margen— intenta de nuevo, pero esta vez concéntrate en tu punto de destino.

Azumi asintió, cerrando los ojos brevemente antes de desaparecer y reaparecer justo detrás de Hawks. Él sonrió, satisfecho con su mejora.

—Mucho mejor. Ahora, vamos con tu control del tiempo —continuó, señalando el reloj que Azumi llevaba como collar.

Azumi ajustó las manecillas del reloj, ralentizando el tiempo a su alrededor. Hawks se movió a un ritmo más lento, pero aún era capaz de lanzar sus plumas hacia ella. Azumi esquivó con agilidad, aprovechando la ventaja temporal.

—Esa es la idea. Usa el tiempo a tu favor, pero recuerda no depender demasiado de ello. Puede desorientarte si no tienes cuidado —le advirtió Hawks.

Después de un intenso entrenamiento, Hawks y Azumi se sentaron en la terraza, disfrutando de un momento de descanso.

—Hiciste un buen trabajo hoy, Azumi. Estás mejorando rápidamente —dijo Hawks, mirando el cielo.

—Gracias, no creo haberlo logrado sin ti.

—Siempre es un placer entrenar a alguien con tanto potencial. Estoy seguro de que llegarás lejos.

—Eso es lo que quiero, llegar lejos.

Muy muy lejos.