Capítulo 73

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Un mundo liderado por los villanos... era impensable. Los héroes que alguna vez fueron símbolos de esperanza y justicia ahora yacían derrotados, y la sociedad estaba al borde del colapso. Las ciudades, antes prósperas y llenas de vida, se encontraban sumidas en el caos y la desesperación. La ley y el orden habían sido reemplazados por el terror y la anarquía. En este nuevo orden mundial, los villanos imponían su voluntad sin oposición, y aquellos que alguna vez se alzaron para proteger a los inocentes estaban ahora dispersos y derrotados.

Pero todo esto no era algo que a Azumi le importara en ese momento. En el interior de una habitación segura, apartada del caos exterior, Azumi estaba acostada en la camita, llorando de felicidad. Las lágrimas caían libremente por sus mejillas mientras se aferraba a la camisa de Kairi, quien estaba a su lado, curando sus heridas con esmero y dedicación. Habían estado separados por tanto tiempo y habían pasado por tantas dificultades que este momento de paz, aunque efímero, era un bálsamo para sus almas heridas.

—Te extrañé tanto —sollozó Azumi, aferrándose a Kairi como si temiera que desapareciera nuevamente. Sus lágrimas de felicidad fluían sin cesar, una mezcla de alivio, amor y la liberación de la tensión acumulada durante tanto tiempo.

Kairi, habiendo curado sus propias heridas antes de atender a su pequeña, la sostenía con firmeza pero con ternura.

—Yo también te extrañé, mi niña —respondió, su voz calmada y reconfortante— pero estamos juntos ahora, y eso es lo que importa.

Mientras Kairi continuaba curando las heridas de Azumi, tanto físicas como emocionales, en la esquina de la habitación, Chisaki observaba la escena. Disimuladamente, una sonrisa de felicidad asomaba en sus labios. La felicidad de Azumi irradiaba hacia él, llenando su corazón de una calidez que rara vez experimentaba. Verla feliz, ver a Kairi cuidándola con tanto amor, le daba a Chisaki un sentimiento de satisfacción y alegría.

Azumi, aún entre lágrimas, miró a su hermano con una expresión que mezclaba gratitud y amor.

—Pensé que nunca volveríamos a estar juntos —murmuró, su voz entrecortada por las emociones— pero aquí estamos... aquí estamos.

Kairi asintió, acariciando suavemente el cabello de su hija.

—Nada ni nadie volverá a separarnos —prometió— superaremos cualquier cosa juntos.

La habitación estaba llena de un silencio cómodo, roto solo por los suaves sollozos de Azumi y las palabras tranquilizadoras de Kairi. El caos exterior, el nuevo orden mundial impuesto por los villanos, todo parecía irrelevante en comparación con el momento de paz y unión que estaban compartiendo.

Chisaki, viendo la felicidad en el rostro de Azumi, sintió una extraña conexión con ella. A pesar de sus propios motivos y ambiciones, no podía evitar sentirse feliz por ella. Tal vez, en este mundo oscuro y retorcido, aún había espacio para la felicidad y el amor, aunque fuera en los rincones más insospechados.

Finalmente, las lágrimas de Azumi comenzaron a disminuir, aunque sus ojos seguían brillando con una mezcla de alegría y alivio.

—Gracias, Kairi.

Kairi sonrió y besó suavemente la frente de Azumi.

—Siempre estaré aquí para ti —le aseguró— siempre.

Chisaki, desde su rincón, sintió una ola de emociones que no había experimentado en mucho tiempo. La felicidad de Azumi era contagiosa, y por un breve momento, se permitió disfrutar de esa sensación. La vista de los hermanos reunidos y el amor que compartían era una pequeña luz en medio de la oscuridad que los rodeaba.

Touya entró al cuarto con pasos firmes, la atmósfera se cargó de inmediato con su presencia. Kairi continuaba curando las heridas de Azumi, concentrado en cada detalle, mientras Azumi, aunque ya sin llorar, mostraba signos de agotamiento y alivio. En la esquina, Chisaki observaba en silencio, con una expresión de satisfacción por la paz momentánea que su presencia ayudaba a mantener.

Touya notó a Chisaki y una mueca de desagrado se formó en su rostro. Nunca le había caído bien Overhaul, y su mera existencia era un recordatorio de tantas cosas. Sin embargo, decidió no abordar ese conflicto en ese momento. Tendría tiempo suficiente para hablar con Azumi sobre las cosas que le molestaban. Por ahora, su prioridad era ella.

Decidido a ignorar la presencia de Chisaki, Touya se acercó a la camita donde Azumi yacía siendo atendida por Kairi.

—Toga está desesperada por verte —dijo el peliblanco con una voz que buscaba ocultar su preocupación.

—¿Y por qué no vino contigo?

Touya suspiró, rodando los ojos ligeramente.

—No la dejé entrar porque estabas llorando y pensé que sería molesto para ti.

—Realmente da igual, Himiko no me molesta.

Dabi rodó los ojos una vez más, sintiéndose un tanto avergonzado frente a la presencia de Overhaul, quien no perdía detalle de la interacción.

—Bien, la próxima vez la dejaré entrar —murmuró, su tono mezclado con un leve toque de frustración.

Kairi, mientras tanto, continuaba su labor de curar a Azumi, pero no pudo evitar notar la tensión en la habitación.

—Touya, estamos en un momento de recuperación. Necesitamos mantenernos calmados.

Touya asintió, entendiendo la indirecta.

—Lo sé, lo sé. Solo quería asegurarme de que MI princesa esté bien.

—Estoy bien, Touya. Gracias por preocuparte.

Chisaki, desde su rincón, no pudo evitar una pequeña sonrisa de satisfacción. A pesar de la tensión, había una clara muestra de cuidado y preocupación entre ellos. La felicidad de Azumi continuaba irradiando, afectando a todos los presentes de una manera u otra.

La puerta del cuarto se abrió nuevamente, y esta vez fue Toga quien asomó la cabeza tímidamente.

—¿Amiguita? ¿Puedo pasar?

—Claro, Himiko. Entra.

Toga entró con pasos ligeros y se lanzó hacia Azumi, abrazándola con cuidado para no interferir con el trabajo de Kairi.

—Estaba tan preocupada.

Azumi acarició el cabello de Toga, sintiendo una paz renovada por la presencia de sus amigos y seres queridos.

—Estoy bien ahora. Gracias por estar aquí.

Kairi terminó de curar las heridas más graves y se sentó junto a Azumi, observando a los demás con una expresión de gratitud.

—Hemos pasado por mucho, pero lo importante es que seguimos juntos y que ganamos.

—Sí, seguimos juntos. Y eso es lo que importa.

𝗣𝗔𝗥𝗔𝗗𝗢𝗝𝗔 ||Boku No Hero||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora