𝐏𝐀𝐑𝐀𝐃𝐎𝐉𝐀 | es una afirmación o situación que parece lógicamente incoherente y, sin embargo, tiene sentido.
En un mundo donde la mayoría de las personas poseen superpoderes llamados "Quirks", la prestigiosa Academia U.A. entrena a futuros hér...
El festival escolar se acercaba rápidamente, y la clase aún no había decidido una idea concreta. Aizawa había advertido que, si no se ponían de acuerdo, él tomaría la decisión y probablemente sería algo aburrido como una clase pública. Las discusiones iban y venían, con diferentes propuestas, pero sin llegar a un consenso. Azumi, aunque estaba de acuerdo con la idea de Denki de un Maid Coffee, no había expresado su opinión.
En ese momento, Azumi estaba en el comedor, sola, disfrutando de un pedazo de pastel que había encontrado en el refrigerador. No sabía de quién era, pero como no había ninguna nota con el nombre del dueño, decidió comerlo. Mientras disfrutaba de su pastel, miraba su teléfono cuando un mensaje llegó de un número desconocido, aunque la foto de perfil revelaba que era Dabi.
Hola, bonitah.
Hola, bonita.
¿No te cansas?
¿De qué, linda?
De que te ignore. Que mamera usted en serio.
No linda, el que persevera alcanza. Mateo 24:13. ¿Nunca has leído la Biblia?
La verdad, no.
¿Kairi te pasó mi número?
Sí, bonita.
Bloq.
¡No! No me vayas a bloquear...
Antes de que pudiera terminar de leer el mensaje, Mina se acercó por detrás y la abrazó.
—¡Azumi! —dijo Mina con entusiasmo— vamos a hablar del festival. Los muchachos ya vienen.
Azumi rápidamente apagó su teléfono y se volteó para ver a las chicas que estaban todas reunidas.
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Mientras la discusión sobre el festival escolar continuaba, Azumi tuvo una idea que pensó podría ser aún mejor.
—¿Qué tal si hacemos un concierto? —sugirió, captando la atención de todos.
—¡Sí, un concierto suena increíble! —exclamó Denki, emocionado.
—Sería súper divertido.
La mayoría de los estudiantes parecían entusiasmados con la idea, pero Jiro, quien sería una pieza clave para el éxito del concierto, se veía algo tímida y reacia.
—No sé... —murmuró Jiro, sonrojándose un poco— no estoy segura si podría hacerlo.
Azumi notó la duda en Jiro y se acercó a ella, mostrándole una sonrisa tranquilizadora.
—Jiro, tú eres increíblemente talentosa —dijo, mirándola a los ojos— tienes una voz y habilidades que todos admiramos. Sería un honor tenerte en el escenario. Además, no estarás sola. Todos estaremos ahí para apoyarte.
Jiro bajó la mirada, pensativa, pero las palabras de Azumi parecían calar hondo. Los demás también empezaron a animarla.
—Vamos, Jiro. Sabemos que puedes hacerlo.
—Sí, Jiro. ¡Sería genial verte en el escenario!
—Además, podríamos ayudarte con cualquier cosa que necesites para que te sientas más cómoda.
Después de un momento de reflexión, Jiro levantó la cabeza y asintió, sonriendo tímidamente.
—Está bien. Haremos el concierto. Pero necesitaré ayuda con los preparativos y ensayos.
—¡Por supuesto! Todos estaremos aquí para ayudarte.
