𝗣𝗔𝗥𝗔𝗗𝗢𝗝𝗔 ||Boku No Hero||

Capítulo 29

Azumi llegó a la agencia de Hawks con tiempo de sobra. Mientras esperaba en el vestíbulo, no podía evitar sentirse un poco nerviosa. Hawks siempre había sido amistoso y relajado, pero aún así, tenía un aire de misterio que le ponía un poco tensa.

—¡Azumi! —gritó Hawks, interrumpiendo sus pensamientos. Caminaba hacia ella con una sonrisa despreocupada en su rostro y sus alas plegadas casualmente detrás de él— me alegra que hayas podido venir.

—Hola, Keigo —respondió ella, levantándose y tratando de devolverle la sonrisa.

—Vamos, vamos, acompáñame. Tengo que escuchar ese chisme de primera mano —dijo, guiándola por los pasillos de la agencia hasta llegar a su oficina.

Una vez dentro, Hawks se dejó caer en una silla y le señaló otra a Azumi.

—Siéntate, siéntate. No puedo esperar más para saberlo todo.

Azumi no pudo evitar reírse un poco ante su actitud.

—Durante el tiempo que estuve secuestrada, vi a Shigaraki, Magne y Sniper. Me ofrecieron unirme a la Liga, pero obviamente me negué. Fue bastante intenso.

Hawks la miraba con atención, aunque su expresión seguía siendo relajada.

—Wow, eso suena como un mal viaje. No me puedo imaginar lo que pasaste —dijo, inclinándose hacia adelante— eres increíblemente fuerte por haber aguantado todo eso.

Azumi se sonrojó un poco y bajó la mirada.

—Gracias, Keigo. Hice lo que pude para mantenerme firme.

Bueno, ni tanto.

—No solo firme, diría yo —replicó él, con una sonrisa traviesa— sobreviviste y estás aquí, contando la historia. Eso es más que suficiente para impresionarme.

Azumi levantó la mirada y sonrió tímidamente. Hawks siempre tenía una manera de hacer que se sintiera mejor, aunque no lo intentara directamente.

—Y dime, ¿cómo estás ahora? —preguntó Hawks, cambiando de tema con suavidad— ¿te has adaptado de nuevo a la vida normal?

—Ha sido un poco difícil, pero estoy trabajando en ello. La verdad es que todavía hay cosas que me inquietan, pero estoy manejándolo —admitió.

—Oye, no te preocupes. Es normal sentirse así después de algo tan grande. Pero mira el lado positivo: ¡ya tienes tu licencia provisional! —dijo, levantando las manos en señal de celebración.

Azumi rió de nuevo, esta vez un poco más relajada.

—Sí, eso es algo bueno. Todavía no puedo creer que lo logramos.

—Por supuesto que lo lograste. Eres Azumi, la chica más dura que conozco.

Hawks se levantó de su silla y, sin previo aviso, la abrazó. Fue un abrazo cálido y reconfortante.

—Eres más fuerte de lo que piensas, Azumi. No olvides eso —susurró él antes de soltarla.

—Gracias, Keigo. De verdad, gracias por todo —dijo, mirándolo a los ojos.

—Siempre, Azumi. Siempre estaré aquí para ti —respondió Hawks, guiñándole un ojo antes de sentarse de nuevo.

Casi, ya casi tenía a ese héroe a sus pies.