Capítulo 50

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Azumi estaba en el comedor sola, disfrutando de un momento de tranquilidad mientras comía y chateaba con Kairi. Estaba muy tranquila hasta que Kairi escribió: "Tu mascota está muy rebelde. Dijo que no comerá si no se le das tú". Azumi pensó que Chisaki era impresionante por aguantar el hambre tantos días y que aún no hubiera muerto. Justo cuando iba a escribir su respuesta...

—¿Tienes una mascota? —Azumi reconoció la voz de Toru a sus espaldas.

Azumi levantó la mirada lentamente, su boca entreabierta por la sorpresa. Su teléfono se apagó solo y ella se giró lentamente. Su mirada se notaba algo en shock, sobre todo cuando vio que el resto de las chicas también estaban allí.

—¿Cómo que tienes una mascota? ¿Es un perro o un gato? ¡Quiero conocerlo! —dijo Mina, emocionada.

La mente de Azumi maquinó rápidamente en busca de una respuesta.

—Es un perro, pero no se puede. Es muy salvaje, hasta me ha mordido.

—Eso significa que debes amaestrarlo mejor —comentó Yaomomo.

—Eso intento, pero... —Azumi intentaba buscar una excusa convincente.

—Azumi —habló Toru, su tono confundido— ahí decía que "dijo que no comería si no le das tú".

Azumi se mordió el interior de la mejilla. Cuánto le provocaba tomar el cuchillo de la mesa y clavárselo en el corazón a Toru por entrometida, pero tristemente no podía.

—Una de las sirvientas puede hablar con los animales —dijo.

—Uy, ¿así como Koda?

—Sí, algo así —respondió Azumi rápidamente.

Con eso, Azumi pudo librarse, al menos por el momento. La conversación se desvió a otros temas y las chicas eventualmente se dispersaron, dejando a Azumi en paz para terminar su comida.

Azumi suspiró de alivio. Aunque la situación había sido tensa, había logrado salir airosa. Pero ahora tendría que ser más cuidadosa con sus mensajes y con la manera en que manejaba su doble vida.

 Pero ahora tendría que ser más cuidadosa con sus mensajes y con la manera en que manejaba su doble vida

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Azumi estaba escondida en la oscuridad, observando la tensa conversación entre Hawks y Dabi. Sus pensamientos eran un remolino de confusión y determinación. Siempre había sido una figura enigmática, una antiheroína sin un bando fijo. Su lealtad no pertenecía a nadie más que a sí misma, y eso la hacía peligrosa e impredecible.

Las palabras de Hawks resonaban en su mente, mezclándose con las de Dabi. Era evidente que ambos estaban jugando un juego peligroso, cada uno tratando de manipular al otro para sus propios fines. Azumi sabía que Hawks no era completamente sincero, y eso la inquietaba.

Keigo... ¿Qué estás haciendo realmente? ¿Realmente estás de su lado o simplemente juegas a ser el héroe perfecto?

Mientras observaba, sus pensamientos se volvieron hacia sí misma. Azumi había estado jugando este juego durante mucho tiempo, moviéndose entre las sombras, aliándose temporalmente con diferentes bandos, pero nunca comprometiéndose por completo. Era su manera de sobrevivir y mantenerse libre. Sin embargo, este encuentro la hizo cuestionarse su propia posición.

La discusión entre Hawks y Dabi escalaba, y Azumi sintió un nudo formarse en su estómago. Sabía que cualquiera de los dos podía volverse contra ella en cualquier momento. Su poder y habilidades la hacían valiosa, pero también la ponían en constante peligro.

 Su poder y habilidades la hacían valiosa, pero también la ponían en constante peligro

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Dabi observaba la luna desde el muelle, su expresión imperturbable, casi melancólica. La brisa del mar soplaba suavemente, llevando consigo un aire de tranquilidad que contrastaba con la tensión latente de su conversación anterior con Hawks. De repente, Azumi apareció a su lado, tan sigilosa como siempre, y Dabi fingió sobresaltarse, llevándose una mano al pecho.

—Me dará un ataque al corazón —dijo, con una sonrisa sarcástica.

Azumi, sin embargo, no se rió ni mostró ninguna emoción. Sus ojos estaban fijos en él, serios y calculadores.

—¿Qué hacía Hawks contigo? —preguntó, su voz baja y firme.

—¿Nos estuviste espiando? —respondió, levantando una ceja.

—Sí. Debes cuidarte de él. Nada garantiza que esté de lado de la Liga.

Dabi sonrió encantado, sus ojos brillando con una chispa de diversión.

—¿Estás preocupada por mí? —preguntó, su tono burlón.

—Ay por Dios, no vuelvo a decirte nada —respondió, visiblemente molesta. Estuvo a punto de desaparecer, pero Dabi le tomó la mano, deteniéndola.

—No te vayas todavía —dijo, su voz suave, casi suplicante.

Azumi decidió quedarse, pero se cruzó de brazos y miró en la misma dirección que Dabi: la luna.

—¿Tú sabes quién era Snatch? —preguntó de repente, rompiendo el silencio.

—¿Quién? —respondió, confundida.

—Snatch.

—Aaah, el héroe al que mataste el día de la Shie Hassaikai.

—Aaah, ya recuerdo —respondió él, su tono indiferente.

Notó algo en la cara de Dabi y frunció el ceño.

—Te está sangrando la cicatriz —avisó, señalando su rostro.

Dabi se hizo el estúpido y comenzó a limpiarse todas las heridas de la cara, excepto la que estaba sangrando. Azumi observó con creciente impaciencia hasta que finalmente su paciencia se agotó.

—Déjame hacerlo —dijo, su voz firme.

Sin esperar una respuesta, Azumi se acercó y tomó el rostro de Dabi entre sus manos, limpiando la sangre con una delicadeza que contrastaba con su usual dureza. Dabi, por su parte, se quedó quieto, sorprendido por el gesto. La cercanía entre ambos era palpable, y por un momento, el mundo exterior dejó de existir para él.

Azumi continuó limpiando la herida, sus movimientos meticulosos y cuidadosos. La sangre se desvanecía lentamente. Dabi observaba cada movimiento, su respiración entrecortada, sintiendo una mezcla de alivio y emoción ante el toque de Azumi. Había algo en su presencia que lo calmaba.

Finalmente, Azumi terminó y se apartó, cruzando de nuevo los brazos mientras volvía a mirar la luna.

—Deberías ser más cuidadoso —dijo, su voz suave pero firme.

—¿Y tú? —respondió Dabi, sonriendo con ironía.

Azumi no respondió, pero una pequeña sonrisa se asomó en sus labios. La noche era tranquila, y por un momento, ambos encontraron una paz inusual en la compañía del otro, observando la luna y dejando que el silencio hablara por ellos.

𝗣𝗔𝗥𝗔𝗗𝗢𝗝𝗔 ||Boku No Hero||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora