𝗣𝗔𝗥𝗔𝗗𝗢𝗝𝗔 ||Boku No Hero||

Capítulo 16

El día del examen práctico finalmente llegó, y los estudiantes de la U.A estaban llenos de nervios. Azumi se encontró en un equipo junto a Shoji y Hagakure. Su oponente: el profesor Snipe, conocido por su habilidad precisa con las armas de fuego.

Antes de comenzar, Azumi reunió a su equipo para discutir la estrategia.

—Escuchen, Snipe es extremadamente preciso y peligroso a larga distancia. Necesitamos acercarnos lo suficiente para inmovilizarlo, pero eso significa que uno de nosotros tendrá que ser una distracción mientras los otros se acercan.

—Entonces, seremos la distracción, ¿verdad?

—Exactamente. Mezo y yo seremos los que llamen la atención de Snipe. Toru, tú eres nuestro as. Quítate los guantes y los zapatos, y cuando estemos ocupando su atención, te acercas y le pones las esposas.

—Entendido, Azumi. Confío en ti.

Con el plan establecido, el equipo se dirigió al campo de batalla. Las reglas eran simples: los estudiantes debían poner unas esposas al profesor Snipe para ganar.

El enfrentamiento comenzó y el equipo de Azumi se movió rápidamente. Snipe, con su sombrero de vaquero y su precisión, estaba listo para atacar desde la distancia. Azumi y Mezo se movieron en zigzag, utilizando las estructuras del entorno para cubrirse.

—¡Mantente en movimiento, Mezo!

Mezo utilizó sus múltiples brazos para bloquear algunos de los disparos, protegiendo tanto a Azumi como a sí mismo. Mientras tanto, Toru se movía a través del campo, evitando cualquier confrontación directa.

Azumi decidió utilizar su teletransportación para desorientar aún más a Snipe. Se teletransportaba de un lugar a otro, apareciendo brevemente para lanzar ataques y luego desapareciendo antes de que Snipe pudiera fijar su objetivo.

—¡Aquí estoy, sensei! —gritaba Azumi, solo para desaparecer un segundo después, dejando a Snipe frustrado.

Mezo, por su parte, utilizaba sus brazos para lanzar escombros y objetos hacia Snipe, manteniéndolo ocupado y distraído. La coordinación entre Azumi y Mezo era impecable, logrando mantener a Snipe en constante movimiento.

Mientras tanto, Toru se acercaba cada vez más a Snipe. Gracias a la distracción proporcionada por Azumi y Mezo, Snipe no se percataba de la presencia de Toru. Finalmente, cuando estuvo lo suficientemente cerca, Toru se quitó los guantes y los zapatos, haciendo aún más difícil para Snipe detectarla.

Toru se movió detrás de Snipe y en un movimiento rápido y preciso, le puso las esposas en las muñecas.

—¡Lo logramos! —gritó Toru mientras Snipe, sorprendido, se movió y su codo le dio en un pecho a la invisible— ¡Snipe-sensei!

—A-a-ay, perdón, yo no quería.

Después de que todos los enfrentamientos terminaron, los estudiantes de la U.A se reunieron para descansar.

Azumi, satisfecha con el desempeño de su equipo, estaba escuchando a sus compañeros conversar cuando vio a Midoriya acercándose a ella. Su expresión era seria, y Azumi supo de inmediato que quería hablar sobre algo importante.

—Azumi, ¿podemos hablar un momento? —preguntó Midoriya, un poco nervioso.

Azumi asintió y se apartó del grupo con él. Se dirigieron a un rincón más tranquilo donde pudieran hablar sin ser interrumpidos.

—¿Qué pasa, Izuku? —preguntó, manteniendo su tono amigable y despreocupado.

—Bueno, es que... he estado preocupado por algo que pasó hace unos días. Creo que escuchaste una conversación entre All Might y yo. ¿Es cierto? ¿Escuchaste algo?

Azumi arqueó una ceja y fingió estar confundida: —¿Una conversación? No, no recuerdo haber escuchado nada fuera de lo común. ¿Por qué lo preguntas?

Midoriya la miró con escepticismo, pero Azumi mantuvo su expresión inocente: —Es solo que... bueno, pensé que tal vez podrías haber oído algo importante. No puedo decir mucho, pero es algo realmente delicado y personal.

Azumi soltó una risa ligera, intentando desviar la atención: —Oh, eso. No, en serio, no escuché nada. Estaba demasiado ocupada con mis propios pensamientos y preocupaciones. Además, ¿quién tiene tiempo para espiar conversaciones ajenas?

—Supongo que tienes razón. Es solo que me preocupa que esa información pueda caer en las manos equivocadas. Gracias, Azumi. Sabía que podía confiar en ti.

Azumi sonrió y le dio una palmadita en el hombro: —No te preocupes tanto, Zuzu. Todos tenemos nuestros secretos. Pero no te preocupes, el tuyo está a salvo conmigo... si es que hubiera algo que guardar.

Midoriya asintió, todavía un poco inquieto, pero claramente más tranquilo: —Gracias, Azumi. Eres una buena amiga.

—Lo sé —respondió con una sonrisa traviesa— ahora, ¿por qué no volvemos con los demás?