Capítulo Final

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Claro que no todo estaba perdido. A pesar de que la victoria de los villanos había hecho temblar al mundo de miedo, no significaba que vivirían en un mundo de pesadilla. Azumi, conocida como Mystical, no era una villana que actuaba sin razón o lógica. Según sus propios pensamientos, se veía a sí misma más como una antiheroína con un propósito claro. En estos momentos en los que la sociedad parecía desmoronarse cada vez más, ella se convirtió en una especie de bendición, un faro de esperanza en la tierra.

Azumi no interfería en todo lo que sucedía a su alrededor, pero se dedicaba a salvar a aquellas personas que consideraba importantes. A pesar de formar parte de la Liga de Villanos, ni ella ni sus amigos más cercanos en la organización se dedicaban a cometer atracos ni a causar caos sin sentido. En lugar de eso, Azumi se encargaba de dar su merecido a los villanos más estúpidos e inútiles que se encontraba en su camino. Esto provocaba que otros villanos, claramente no los de la Liga, se cuestionaran su posición.

Azumi estaba con ellos, pero a la vez no. Solía dar palizas y advertencias a aquellos que intentaban cometer actos delictivos, dejándoles claro que si reincidían, las consecuencias serían mucho más severas. Su reputación de justicia rápida y severa se había extendido rápidamente, y ya había ocurrido que alguien que no le hizo caso terminó muerto.

Esta dualidad en su comportamiento brindaba un atisbo de esperanza al mundo, al país, a Japón. Sin embargo, Azumi sabía que una sola persona no podía encargarse de volver todo a la normalidad. El mundo estaría mejor si se mantenía realista, sin brindar una falsa seguridad a los ciudadanos con héroes cuyas motivaciones se basaban únicamente en el dinero y la fama.

La presencia de Azumi, con su lógica implacable y su sentido de la justicia, aportaba una extraña mezcla de temor y esperanza. A pesar de las dudas que pudiera generar su lealtad hacia la Liga de Villanos, su compromiso con proteger a los inocentes y castigar a los culpables era inquebrantable. No se dejaba influenciar por la corrupción que había corrompido a muchos héroes y villanos por igual.

A medida que los días pasaban, Azumi continuaba desempeñando su papel como una especie de vigilante. Su presencia servía como un recordatorio de que, a pesar de la oscuridad que había caído sobre la sociedad, aún existía alguien dispuesto a luchar por la justicia, aunque fuera de una manera poco convencional. Los ciudadanos comenzaban a ver en ella una figura que, aunque no se ajustaba a las normas tradicionales de los héroes, representaba una esperanza realista y tangible en tiempos de desesperación.

 Los ciudadanos comenzaban a ver en ella una figura que, aunque no se ajustaba a las normas tradicionales de los héroes, representaba una esperanza realista y tangible en tiempos de desesperación

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En una calle oscura y casi desierta, un villano no muy conocido pero igualmente peligroso intentaba robar una tienda de conveniencia. La gente a su alrededor, asustada y paralizada, no sabía qué hacer. Los gritos del dueño de la tienda resonaban por la calle, mientras el villano amenazaba con un arma improvisada.

De repente, una figura oscura y elegante apareció en el extremo de la calle. Azumi caminaba con determinación. Su traje negro, que contrastaba con su cabello, la hacía ver imponente y misteriosa. Sus ojos brillaban con una intensidad feroz mientras avanzaba hacia el villano.

𝗣𝗔𝗥𝗔𝗗𝗢𝗝𝗔 ||Boku No Hero||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora