Capítulo 37

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Azumi avanzaba por el corredor, su mente enfocada en la misión de rescatar a Eri. El eco de sus pasos resonaba en las paredes mientras se adentraba más en el laberinto subterráneo. De repente, una sombra emergió frente a ella: uno de los miembros de la Shie Hassaikai.

—¿Pensaste que podrías pasar sin problemas, pequeña heroína? —se burló el villano, al tiempo que avanzaba hacia ella con una sonrisa perversa pero ella no lo notó— primero disfrutaré tu pequeño cuerpo y luego te partiré en pedacitos y te comeré.

—Que asco —puso una mueca.

Con un movimiento rápido, sacó su termo y bebió del té ya casi que frío, en cuanto lo guardó, su mirada se ensombreció.

El villano lanzó el primer ataque, un puñetazo directo a Mystical Muse. Con una gracia sorprendente, ella esquivó el golpe y lanzó la carta al suelo. La carta se transformó en un subordinadolisto para defenderla.

—Mundo de Pesadilla —murmuró.

De repente, el ambiente cambió. El corredor se transformó en un paisaje de pesadilla, con sombras danzantes y figuras inquietantes que se movían en la periferia. El villano miró a su alrededor, desconcertado y asustado.

—¿Qué está pasando? —gritó, tratando de mantener su compostura.

Azumi no perdió tiempo. Con la distracción del villano, se movió ágilmente, utilizando sus subordinados para acorralarlo, en la pesadillo estos tenían rostro aterradores. El villano intentó luchar, pero cada movimiento que hacía parecía solo hundirlo más en la pesadilla.

—¿Te gusta lo que ves? —preguntó con una voz peligrosa, sus mechones cada vez se alzaban más— aquí, tus peores miedos se vuelven realidad. Así que espero que disfrutes del espectáculo.

El villano comenzó a temblar, su valentía desmoronándose ante el poder de Mystical. Finalmente, cayó de rodillas, incapaz de soportar la presión psicológica del mundo de pesadilla en el que se encontraba.

—Cuánto desearía poder acabar contigo —su voz y su rostro se veían y sonaban por todos lados, o al menos así era para el malvado— pero tristemente debo cumplir códigos, aunque... ¿a quien le importa eso? —soltó una risa, tan cínica y horripilante que el tipo se estremeció.

Fue en cuestión de segundos que la pesadilla se hacía cada vez más potente para él, no lo soportaba más y, la cabeza le explotó.

Toda la sangre le voló a Mystical quien ladeó la cabeza confundida, no se esperaba eso, ¿por qué ocurrió? incluso se sentía un poquito asqueada, pero las inmensas ganas de contarle a Kairi para que hiciera sus teorías del porqué le superaban el asco.

—Al final el que quedó en pedacitos fue otro —se terminó riendo y pateó el cuerpo por puro gusto.

Ahora sí, encontraría a Eri.

Azumi se dejó guiar por el ruido de la batalla

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Azumi se dejó guiar por el ruido de la batalla. Se asomó por la pared rota y visualizó a Nighteye, Lemillion, Deku, Overhaul y, lo más importante, a Eri, quien estaba en brazos de Nighteye junto a Lemillion. Azumi casi saltó de la felicidad, pero se contuvo al ver que Overhaul venía hacia ellos. Su apariencia era distinta ahora: más fea y extraña.

Mystical apareció frente a ellos, cubriéndolos con su cuerpo. A Overhaul claro que no le importó y justo cuando iba a dar el golpe final, los cuatro desaparecieron y aparecieron junto a Izuku, que estaba más lejos. Nighteye se echó a correr hacia Overhaul.

—Mystical, Deku, llévense a Eri y Lemillion —ordenó Nighteye.

—¡Entendido! —respondió Deku, pero Azumi no respondió, solo abrazó a Eri.

Se sentía aliviada de tenerla de nuevo. Susurró: —Eri, perdóname por ser tan mala el otro día. No quería ser tan obvia sin tener un plan para venir por ti. Perdón —apretaba los dientes, sin saber por qué se sentía tan arrepentida, pero al menos la niña ya estaba en sus brazos. Eri comenzó a llorar.

—Ya basta, lo siento.

Cuando los adolescentes miraron, vieron a Nighteye ser perforado por estacas de cemento. Deku fue contra Overhaul.

—Mystical, llévatelos de aquí —gritó Deku.

Azumi los abrazó, lista para teletransportarse, pero Eri se apartó y comenzó a correr hacia Overhaul, pidiendo que los dejara en paz y que regresara todo a como antes, llorando a mares. Uravity, Froppy, Nejire y Ryukyu también aparecieron. Fue el momento perfecto para que Azumi pudiera tomar a Eri. A pesar de que tuvo que jalarla de manera brusca, la rodeó con su brazo e hizo algo que nunca creyó capaz.

Deku iba a usar todo su poder y eso destruiría el lugar. Mystical usó más energía de lo habitual y el espacio se sumió en la oscuridad por un momento, pero la luz los rodeó al ser teletransportados a un lugar seguro.

A la distancia, Azumi observó pelear a Izuku. Quería ayudarlo, pero ella tenía algo más importante que hacer.

Azumi apareció con un traje negro y un cubrebocas donde Overhaul estaba gritando, ya la Liga se había ido hace unos segundos

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Azumi apareció con un traje negro y un cubrebocas donde Overhaul estaba gritando, ya la Liga se había ido hace unos segundos. Chisaki Tenía el rostro lleno de ronchas y ya no tenía brazos. Se bajó el cubrebocas para mostrarle su gran sonrisa y se agachó para acariciarle la mejilla, provocándole más de ellas.

—Pobre Kai Chisaki —murmuró Azumi con una voz cargada de sarcasmo— es una lástima que tu plan no haya funcionado. Ahora tenemos a Eri solo para nosotros.

—No saben lo que estás haciendo —dijo entre dientes, su voz teñida de odio y desesperación.

Azumi se puso el cubrebocas de nuevo, ocultando su sonrisa triunfante: —Me da mucho pesar tener que dejarte aquí —continuó, sus dedos pasando por todas sus facciones, deteniéndose especialmente en sus labios— tengo un buen futuro planeado para ti.

Kai trató de apartar su rostro, pero no tenía fuerzas: —No entiendes... te arrepentirás... todos se arrepentirán...

—Quizás, pero ahora, eres tú quien está en mis manos.

Con un movimiento fluido, Azumi se teletransportó con Overhaul a un cuarto oscuro. Apenas llegaron, sintió una palmadita en su cabeza a modo de felicitación.

—Siempre tan eficiente, mi pequeña.

Kai levantó la cabeza, tratando de ver a su nuevo captor: —Esto... no terminará bien para ninguno de ustedes —amenazó, su voz temblando de rabia contenida.

Azumi solo se inclinó, su rostro tan cerca del suyo, su voz apenas un susurro: —Duerme bien, Kai. Mañana será un día muy largo.

Con eso, se enderezó y desapareció, dejando a Kai en la oscuridad, con solo sus pensamientos y su impotencia.

Pasó de tenerlo todo a no tener nada.

𝗣𝗔𝗥𝗔𝗗𝗢𝗝𝗔 ||Boku No Hero||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora