Capítulo 60

15 3 0
                                    

El ataque al edificio donde se encontraba el Ejército de Liberación estaba en marcha. Mystical había tomado todas las precauciones necesarias, incluyendo avisar a Kairi para que no se acercara y esperaba que él hiciera lo mismo con la Liga, pero Azumi no vio que su padre no vio los mensajes.

Por otro lado, Shigaraki estaba fuera de combate, tomando una siesta de cuatro meses después de someterse a mejoras con un doctor loco. Dabi, por su parte, había dejado de enviarle mensajes insistentes, y ella había mantenido una distancia prudente de la Liga.

En el presente, Mystical se encontraba en la retaguardia con los demás. Los escuchaba hablar, pero su mente estaba en otra parte, enfocada en la inminente batalla. Sabía que debía estar atenta a cualquier señal, deseaba que Twice no estuviese ahí.

En medio del caos, Mystical recibió una llamada urgente a través del comunicador, pidiéndole que avanzara a la vanguardia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En medio del caos, Mystical recibió una llamada urgente a través del comunicador, pidiéndole que avanzara a la vanguardia. Hubo un momento de duda entre sus compañeros, pero Azumi esperó a que el héroe a cargo le diera el permiso. En cuanto lo obtuvo, se desvaneció de su posición, apareciendo en el ahora destruido edificio.

No entendía por qué la habían llamado, pero algo no estaba bien. A medida que recorría el lugar con pasos rápidos, sentía una inquietud creciente. Sus piernas empezaban a flaquear y su corazón latía más rápido que nunca.

Al llegar a un pasillo, pisando escombros, se quedó muda al ver a Twice en el suelo, con un charco de sangre debajo de él. A unos pocos metros, Dabi pisaba a Hawks.

Azumi se acercó al cuerpo inerte de Twice, con los ojos llenos de lágrimas y una expresión de terror. Sentía una mezcla de shock, enojo y tristeza. Quería tocarlo, intentar hacer algo, pero sabía que esos pensamientos eran inútiles.

Twice, Jin, ya no existían.

—Mystical, huye de aquí —exclamó Hawks con esfuerzo.

Azumi lo miró lentamente, perturbada y sin saber qué hacer. Estaba atrapada en una tormenta de emociones, desde la impotencia hasta la ira.

Dabi, sin dejar de hacer presión en las costillas de Hawks, la miró con preocupación. Él también estaba afectado por la muerte de Twice, pero no podía permitir que Azumi fuera descubierta.

Con mucha lástima, levantó la mano en su dirección y, obligado a quemarla con su fuego, Hawks gritó mientras Mystical caía al vacío entre llamas azules, hasta que impactó secamente contra el suelo.

Mystical yacía en el suelo, su cuerpo adolorido y cubierto de quemaduras. Los sonidos de la batalla y el caos se desvanecían a su alrededor. Se sentía impotente, atrapada en su propio tormento emocional. No podía moverse, pero su mente seguía corriendo, llena de pensamientos desesperados sobre Kairi, Twice y la responsabilidad que sentía por todo lo sucedido.

 No podía moverse, pero su mente seguía corriendo, llena de pensamientos desesperados sobre Kairi, Twice y la responsabilidad que sentía por todo lo sucedido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mystical no planeaba levantarse del suelo, al menos no por ahora. El bullicio y las peleas continuaban a su alrededor, pero eso era lo de menos. Su cuerpo ardía de dolor y mantenía la mirada perdida en un punto borroso.

Una figura se plantó frente a ella, haciéndola volver en sí. Reconocería ese traje de héroe extravagante y estúpido en cualquier parte: era su madre, Aoi.

Aoi la miró con desaprobación, cruzando los brazos sobre su pecho.

—¿De verdad, Azumi? ¿Solo viniste a estorbar? —su voz estaba cargada de desprecio— siempre igual, inútil. ¿Qué esperas lograr tirada en el suelo como una basura? No eres más que una decepción.

Azumi trató de responder, pero su voz se quebró. Las palabras de su madre eran como cuchillos, cortando profundamente.

—Mamá, yo...

—No me llames así. No mereces ese título —la interrumpió Aoi, su tono gélido— si no puedes hacer nada bien, mejor quédate fuera del camino.

Y con eso, Aoi se giró y se marchó, dejándola ahí, sumida en su propio dolor y humillación.

Las palabras de su madre resonaban en su mente, llenándola de una rabia incontenible. Lágrimas de enojo y frustración comenzaron a correr por sus mejillas, mezclándose con la suciedad y la sangre. Se sentía tan impotente, tan insignificante.

—Maldición —susurró entre dientes, apretando los puños con fuerza— maldición... —su cuerpo temblaba de ira, su mente deseando una sola cosa: que Tomura apareciera y destruyera todo el maldito mundo.

En ese momento, todo parecía perder sentido. Azumi se dejó llevar por la oscuridad de sus pensamientos, sintiendo que la rabia y el odio la consumían. Era un deseo desesperado de aniquilar todo lo que le había hecho daño, todo lo que la había hecho sentir tan pequeña y rota.

El caos seguía a su alrededor, pero para Azumi, el tiempo se había detenido. En su mente, solo había espacio para el dolor y la furia. Quería vengarse, quería ver el mundo arder, quería que todo el sufrimiento que sentía se reflejara en los demás.

Y así, mientras las lágrimas seguían cayendo, Azumi se juró a sí misma que encontraría la manera de hacer que todos pagaran por lo que le habían hecho. No importaba cuánto le costara, estaba dispuesta a sacrificar todo para ver el mundo caer en pedazos.

𝗣𝗔𝗥𝗔𝗗𝗢𝗝𝗔 ||Boku No Hero||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora