Capítulo 63

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Todo era una completa mierda para Azumi. Su vida, que ya había estado llena de caos y violencia, parecía haberse vuelto aún más vacía.

Lo único que le quedaba era ir a la nueva casa de Chisaki para verlo trabajar en sus balas, un proyecto que antes le había dado sentido a su existencia pero que ahora le parecía una tontería sin Kairi y sin nadie más en general. Aunque tenía a Chisaki, no se sentía igual. La conexión con Kairi había sido especial, y sin él, todo parecía sombrío y sin propósito.

Su rutina diaria se había vuelto monótona. Aparecía sorpresivamente en el improvisado laboratorio de Chisaki, siempre en la misma esquina de la habitación.

Se sentaba en una silla, apoyaba sus brazos y la cabeza sobre la mesa, y observaba en silencio mientras Chisaki trabajaba meticulosamente con los materiales que ella misma le había conseguido. Con el tiempo, se quedaba dormida accidentalmente, exhausta tanto física como emocionalmente.

Cada vez que esto sucedía, Chisaki la observaba con una mezcla de preocupación y ternura.

Se acercaba lentamente, la cubría con una manta y le daba un beso en la mejilla, en la cabeza, o a veces en los labios, intentando brindarle un poco de consuelo en medio del caos que era su vida.

Una tarde, después de una larga jornada de trabajo, Azumi se quedó dormida como de costumbre. Chisaki se acercó para cubrirla con la manta y, mientras lo hacía, murmuró:

—Azumi, deberías cuidar más de ti misma.

Azumi se despertó ligeramente, sus ojos entreabiertos y somnolientos.

—Lo intento, Kai —susurró, su voz apenas audible.

Chisaki suspiró y se sentó a su lado, tomando una de sus manos entre las suyas.

—Sé que es difícil, pero tienes que encontrar una manera de seguir adelante. No solo por ti, sino por lo que hemos construido.

Azumi abrió los ojos por completo y lo miró, su expresión una mezcla de dolor y determinación.

—No sé si puedo. Sin Kairi... todo se siente tan... vacío.

Chisaki la miró con empatía, apretando suavemente su mano.

Azumi apareció en la oscura y destartalada habitación donde Tomura Shigaraki se encontraba descansando

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Azumi apareció en la oscura y destartalada habitación donde Tomura Shigaraki se encontraba descansando.

—Eres muy decepcionante, Tomura —dijo con frialdad, cruzando los brazos sobre su pecho. Sus ojos fulminaron a Shigaraki— no has sido capaz de acabar con todo de una vez. Tu falta de capacidad te hace ver débil ante los héroes.

Tomura se levantó lentamente, sus ojos rojos y llenos de ira se clavaron en Azumi. Sus dedos se movieron nerviosamente, un hábito que adquirió cuando estaba irritado.

—Piensa en tus palabras, Azumi —respondió con voz áspera— he matado a muchos héroes. He sembrado el caos y la destrucción. ¿Realmente crees que soy débil?

𝗣𝗔𝗥𝗔𝗗𝗢𝗝𝗔 ||Boku No Hero||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora