𝗣𝗔𝗥𝗔𝗗𝗢𝗝𝗔 ||Boku No Hero||

Capítulo 71

Azumi estaba cansada, la noción del tiempo ahora era una completa locura.

¿Cuánto había pasado? ¿Minutos, horas? El tiempo corría tan despacio mientras ella seguía ahí sentada en la misma pose, pero ahora sus uñas no se clavaban en sus piernas sino en las propias palmas de sus manos.

Antes era un milagro poder resistir tanto, pues estaba en tantos lugares a la vez que sentía las múltiples palizas y, en general, todo lo que ocurría. Ya había escupido sangre y unos cuantos moretones comenzaban a aparecer en su cuerpo pálido por el esfuerzo.

Estaba siendo omnipresente, pero no iba a poder controlarlo por más tiempo.

Su respiración era muy agitada, sus ojos estaban cerrados con fuerza, gotas de sudor recorrían su rostro.

Ser omnipresente en tantos lugares comenzaba a ser demasiado. Abrió su boca, sus pulmones llenándose de aire antes de hablarle a Chisaki con esfuerzo.

—Dame mi teléfono —pidió, su voz débil pero decidida.

Él se lo entregó, luego de teclear el número que tenía claro dejó el teléfono en la mano ensangrentada de Azumi. Ella pegó el teléfono a su oreja, esperando ansiosamente que le contestaran.

—Llegó su momento —dijo ella, con un tono que combinaba agotamiento y determinación.

—Princesa, ¿estás bien? —preguntó la voz al otro lado de la línea, llena de preocupación.

—No... —respondió, luchando por mantener la compostura— necesito que activen el plan ahora. No puedo... mantener esto por mucho más tiempo.

—Entendido. Lo haremos de inmediato. Aguanta un poco más.

Azumi cerró los ojos, apretando el teléfono con fuerza en su mano. Sentía que cada segundo que pasaba, su energía se agotaba más. Kai la miraba con preocupación, sabiendo que estaba al límite de sus capacidades momentáneamente. Su apoyo silencioso era la única cosa que mantenía a Azumi aferrada a la realidad en ese momento.

—Ya casi —murmuró para sí misma, como un mantra para mantenerse enfocada— ya casi.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, sintió una leve vibración en el teléfono. Una señal de que el plan se había puesto en marcha. Dejó caer el teléfono, incapaz de sostenerlo más tiempo, y se permitió relajarse un poco, aunque su cuerpo seguía tenso y dolorido.

Los héroes estaban confundidos. ¿Cómo y por qué los villanos se esfumaron en un puff? Definitivamente había algo con lo que no contaban. ¿Fue una trampa o algo parecido? Todas las teorías que tenían eran discutidas por los comunicadores que portaban, pero ninguno encontraba una razón lógica para lo que estaba pasando.

Pasaron los minutos y nada. Ya comenzaban a creer que los villanos se habían rendido, como siempre. Pues pelea sí le habían dado, y mucha. El ambiente se mantuvo tenso, pero mayormente tranquilo y a la espera, con la expectativa de que algo más ocurriera. Pero aún nada. Al parecer, los villanos se habían rendido de verdad.

—¿Qué está pasando? —preguntó, mirando a su alrededor con desconfianza. Las marcas de la batalla aún eran visibles en el campo de batalla, pero no había ni rastro de los enemigos.

—No lo sé —respondió, su voz llena de incertidumbre— esto no tiene sentido.

—Es como si simplemente... se hubieran esfumado —añadió, todavía con la mirada en el horizonte, buscando algún signo de movimiento.

—¿Y si fue una trampa? —sugirió, siempre listo para la acción— ¿y si están planeando algo más grande?

—No lo sé —respondió, su mente trabajando a toda velocidad— pero debemos estar preparados para cualquier cosa.

A pesar de la calma aparente, los héroes se mantenían en alerta máxima. La idea de que los villanos simplemente se hubieran rendido no parecía plausible, no después de todo lo que habían enfrentado. Sin embargo, sin más pistas o indicios de lo contrario, no les quedaba más remedio que esperar y mantenerse vigilantes.

Los comunicadores seguían activos, transmitiendo órdenes y discusiones entre los héroes. Cada equipo compartía sus observaciones, pero la conclusión era siempre la misma: no había señales de los villanos. La tensión seguía en el aire, pero sin una amenaza inmediata, los héroes comenzaron a reorganizarse, preparándose para cualquier eventualidad.

Todos los villanos aparecieron por arte de magia en el mismo punto donde todo comenzó. La repentina materialización de los villanos tomó por sorpresa a la pequeña cantidad de héroes que habían quedado en la zona. El enfrentamiento fue breve pero brutal, los villanos se impusieron fácilmente y salieron victoriosos porque no estaban cansados, porque antes no eran ellos.

Los villanos, liderados por figuras imponentes como Shigaraki, Dabi y Spinner, etc. no mostraban signos de debilidad. Estaban preparados para el próximo enfrentamiento, y la victoria reciente solo había incrementado su confianza. Shigaraki, con su mirada fría y calculadora, daba instrucciones a sus subordinados, organizando la defensa para la inminente llegada de los refuerzos heroicos.

—Esto no ha terminado. Prepárense para la verdadera batalla.

Dabi, con su característica sonrisa sardónica, encendió llamas azules en sus manos, listo para enfrentar cualquier cosa que se les viniera encima. Spinner, por su parte, ajustó su arma, preparado para defender su posición junto a sus compañeros. Toga se posicionó ansiosa con sus cuchillos.

—No hay vuelta atrás.