- Eres rápida, eres ágil, eres inteligente. - Repetí una y otra vez en voz alta frente al espejo mientras terminaba de arreglarme. - Eres rápida, eres ágil, eres inteligente... A veces.
Tomé las dos pequeñas trenzas que había hecho a los lados de mi cabeza para juntarlas detrás con el resto de mi cabello y así poder atarlo todo en una coleta alta.
Recomendaciones de una cazadora: Si alguna vez salen al bosque, no importa el motivo, pero si es con algún arma aún más, les recomiendo no usar el cabello suelto. No es muy grata la experiencia de que se enrede en algún lugar donde no debería quedar enredado.
El mío era largo hasta mí cintura y más de una vez en mis inicios, quedó enganchado en la cuerda del arco o con insectos en él. Sé de lo que hablo.
En fin, me vestí elegante para empezar la travesía con buena cara. Botas negras de tacón bajo hasta la pantorrilla, un conjunto de pantalón largo y camisa que tapaba las palmas de mis manos en el mismo color y los cinturones de cuero oscuro que utilizó para llevar mis armas, aunque ahora mismo solo portaba una única daga. Para mí rostro decidí usar un pañuelo tapando la mitad inferior de éste en caso de ser necesario y mi capa azul con la capucha sobre mi cabello, dejando únicamente mis ojos al descubierto.
Estaba segura de que combinar azul y negro en el bosque no era un buen camuflaje, pero debía admitir que me veía extremadamente bien y muy sensual. A pesar de que no iba a toparme con nadie o al menos eso esperaba, igual quería verme bien.
Ahora sí había logrado trazar un plan un poco más detallado.
El primer paso fue despertar muy temprano para aprovechar el día, así que cuando abrí mis ojos en una nueva madrugada, supe que era el momento.
Luego de salir de ahí, recorrería más allá del límite de nuestro territorio, no necesitaba mucho más. Posiblemente me encontraría el pueblo cercano a dónde mi madre iba a vender, así que haría una investigación desde la lejanía que me permitiera admirar todo para luego volver. Por las historias que ella me contaba, sabía que no era un pueblo muy grande, ni importante, lo que lo hacía aún más perfecto.
Agregué un cuchillo de caza en mi cinturón, al darme cuenta de que no sabía que tanto tiempo o qué tan bien podría salir. Si duraba el día entero, al menos tenía como buscar comida.
Una vez que todo estuvo listo para partir, salí de casa y dejé la llave escondida en la entrada para no tener que preocuparme por si se salía de mi bolsillo durante el viaje. Así que con los nervios a flor de piel y la emoción recorriéndome de pies a cabeza, di el primer paso para emprender la marcha.
¿No podía ser tan complicado lo que quería hacer, cierto? Mi madre recorría el mismo sendero por el que me encontraba caminando, todos los días.
Solo tardé unos minutos en llegar hasta el tope, dónde siempre me recibía esa sensación de poder ver con claridad la línea imaginaria que dividía los terrenos.
Un nuevo comienzo a tan solo un paso de distancia.
Tomé una bocanada de aire armándome de valor y observé la mariposa en color blanco que volaba cerca de mí. Extendí un dedo y me quedé muy quieta esperando a ver si se animaba a ir hasta ahí y contra todo pronóstico lo hizo. Tan solo unos segundos se detuvo en la superficie de este antes de avanzar siguiendo mi camino.
- ¿Estás tratando de darme el empujón que necesito? - Sonreí como si pudiera responderme y acepté su invitación. - Allá vamos.
No sé qué me llevó a pensar que el paisaje cambiaría de forma repentina, pero al menos pude agradecer que no fuera así. Todo seguía siendo igual de hermoso, con ese tono vibrante de color verde que tanto me gustaba apreciar en la naturaleza cuando caminaba por estos parajes. Incluso los animales parecían estar de buen humor, las aves cantaban sin impedimento, unas ardillas saltaron entre las ramas cabeza haciéndome reír al sentir las hojas caer sobre mí y era probable que también hubieran venados un poco más escondidos por ahí.
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La chica del caos
FantasyEn lo profundo del bosque, de un mundo donde las personas parecen ser todas similares de apariencia, una joven chica se mantenía oculta en su cabaña a la espera de su libertad. Viviendo día y noche entre el mismo territorio, sin poder ir más allá po...