Capítulo 11

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- Ven acá y ocúltate a mi lado.

Le seguí hasta que nos escondimos detrás de un arbusto lo más cercano posible a la entrada del castillo para que pudiera explicarme un poco más lo que haríamos adentro

Mis manos temblaban por los nervios y ya me había rendido en intentar ocultarlo. Por supuesto que iba a estar nerviosa, esto no era parte del plan. Al menos no del mío.

Mi madre siempre dio todo por protegerme de este mundo, buscó la manera de hacerme pasar desapercibida, ella me alejó lo máximo posible para que no pudieran ponerme en peligro y ahora, tan solo unos días después de que me dejó sola, yo iba directo a juntarme con la realeza. Aquellas personas que más llamaban la atención de todo el lugar y quienes según ella, habían dejado morir a mi padre.

Lo peor de todo es que el primer chico al que conocía, era justamente un príncipe heredero. Mi suerte era una mierda y yo no estaba ayudando, porque le seguí sin pensarlo.

Estaba decidido, iba a desmayarme en cualquier momento por la presión.

- Escúchame con atención, haremos lo siguiente. Justamente en unos dos minutos habrá un cambio de guardia, eso nos permitirá entrar más tranquilos y podremos llegar hasta el punto donde nos reuniremos con mi hermano. Él nos pondrá al tanto de lo que pensó para proponerle a mis padres y solo debemos seguirle el hilo, no creo que sea tan difícil, no tiene mucha imaginación. Estoy seguro de que será algo como su nueva tutora o parecido.

Espera un segundo.

¿Qué?

- Repítelo.

- Vas a ser su tutora. Presta atención.

- ¿Tutora? ¿De un príncipe? - Me reí con sarcasmo al no poder creérmelo - ¿Acaso quieres que le enseñe magia? Ni siquiera fui a una escuela real, no creo tener nada especial para...

Sí.

Me dejó hablando sola.

Tuve que callarme cuando noté que empezó a caminar lejos de mí. O bien él tampoco sabía que hacer o estaba ignorando mis quejas.

Lo peor de todo es que aún no conocía al hermano sin imaginación.

Puse mis ojos en blanco y no me quedó de otra que seguirlo. Disimulamos un poco al entrar por la puerta delantera para así tener uno o dos testigos de que no sucedía nada sospechoso y de ahí nos dirigimos hacia el ala oeste del palacio.

Era una pena la cantidad de pasillos que recorrí y de los cuales no pude detallar nada como me hubiera gustado por culpa de la prisa.

Doblamos en una esquina de las más solitarias y llegamos hasta un cuadro enorme. Al principio me sentí confundida, el cuadro era bonito, pero no sabía qué hacíamos ahí siendo que él tiempo estaba medido. Sin embargo, una puerta escondida apareció en su lugar dejándome impactada.

El sitio era acogedor y muy hermoso, con cientos de detalles dorados que estaba segura de que serían oro puro. Tuve que hundir las uñas en mis palmas para saciar un poco mi necesidad de tocarlo todo.

- Adivino, este es otro de tus lugares secretos.

- Ya lo estás entendiendo. - Asintió con una pequeña sonrisa y señaló un lugar para que tomara asiento en lo que el último actor entraba en escena.

Aproveché esos minutos para descansar un poco, me preocupaba que mi magia pudiera pasarme factura luego por utilizarla durante períodos tan largos. Debía ser cuidadosa, ya que nunca antes la había usado por tanto tiempo.

La chica del caosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora