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"El humano"

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"El humano"

El distrito comercial del inframundo era vasto y abrumadoramente diverso. Cada esquina y calle estaba repleta de tiendas que ofrecían una increíble variedad de productos. Había puestos que vendían cuernos decorativos para la cabeza o decoraciones para aquellos que ya tenían cuernos, colas personalizadas, y un sinfín de cosas raras y maravillosas que nunca habría imaginado. Pero también, para su sorpresa, había tiendas más comunes, como aquellas que vendían electrónica y consolas de videojuegos, similares a las que recordaba del mundo humano.

Madame Galie estaba infinitamente más emocionada que Dafne por ir de compras. Con una energía inagotable, arrastraba a su nieta de tienda en tienda, sin perderse ninguna que captara su atención.

-¡Mira esto, Dafne!- Exclamó Madame Galie, sosteniendo un par de zapatos adornados con gemas brillantes- ¡Son perfectos para ocasiones especiales!-

Dafne apenas podía seguir el ritmo de su abuela. Cada vez que intentaba tomar un respiro, Madame Galie la arrastraba hacia otra tienda, maravillándose ante las novedades y exclamando con entusiasmo.

Entraron en una tienda de ropa donde los maniquíes exhibían trajes elaborados con tejidos exóticos y colores vibrantes. Madame Galie seleccionaba vestidos y atuendos a una velocidad vertiginosa, colocándolos sobre Dafne para ver cómo le quedarían.

-¡Este es perfecto para ti, querida! ¡Y este otro resaltará tus nuevos ojos dorados!-

De allí, pasaron a una tienda de electrónica, donde las pantallas brillaban con los últimos modelos de consolas de videojuegos y gadgets de alta tecnología. Dafne se sintió un poco más en su elemento aquí, aunque apenas tuvo tiempo de explorar antes de ser arrastrada de nuevo por su entusiasta abuela.

-Vamos, hay mucho más que ver- Dijo Madame Galie, tirando de la mano de Dafne con una mezcla de emoción y determinación- ¡Hoy es un día para descubrir todas las maravillas del inframundo moderno!-

A pesar de la vorágine de actividades, Dafne no pudo evitar sonreír ante el entusiasmo de su abuela. Quizás, pensó, adaptarse a este nuevo mundo no sería tan difícil con alguien como Madame Galie a su lado.

Mientras seguían caminando por el bullicioso distrito comercial, Madame Galie se detuvo de repente, su mirada fija en una figura que se destacaba entre la multitud. Con una sonrisa de reconocimiento, alzó la voz.

-¡Sullivan, eres tú!-

El demonio al que se dirigía se giró, revelando su rostro. Era un demonio mayor, calvo y vestido con una elegante túnica morada. Sus ojos brillaban con inteligencia y un toque de astucia.

-¡Galie!- Exclamó el demonio, abriendo los brazos en un gesto de bienvenida- ¡Cuánto tiempo sin verte!-

Ambos demonios se saludaron alegremente, intercambiando abrazos y risas. Dafne observaba la escena con curiosidad, notando la familiaridad y el cariño entre los dos.

Queens of Kings {Marimashita Iruma-kun y tú} (Iruma-kun y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora