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"Fuego y en cantidades industriales"
Dafne estaba sentada en el borde de su cama, mirando con desdén el uniforme que tendría que usar para asistir a Babyls. El conjunto, de un blanco deslumbrante con detalles en fucsia, le parecía absolutamente infantil y ridículo para chicas de su edad.
-No puede ser real- Murmuró, frunciendo el ceño. Era un uniforme más adecuado para una niña pequeña que para alguien entre los 14 y 17 años. La idea de tener que ponérselo cada día la llenaba de horror- Definitivamente prefiero vestirme como Adam Sandler antes que verme así de ridícula-
Se levantó y empezó a pasear por la habitación, buscando alternativas en su mente. Sabía que Madame Galie y Sullivan estaban haciendo lo mejor para integrarla en la vida del inframundo, pero esto parecía un paso demasiado lejos.
Justo en ese momento, Madame Galie apareció en la puerta, con una sonrisa comprensiva.
-¿Qué pasa, querida? ¿No te gusta el uniforme?-
Dafne suspiró y se volvió hacia su abuela.
-Es que... es horrible. ¿No hay alguna otra opción? No quiero parecer una niña pequeña, seguro que hay chicas demonios que les quede genial pero a mí no-
Madame Galie rió suavemente y se acercó a Dafne, tomando el uniforme y examinándolo.
-Sí, admito que el diseño deja mucho que desear. Pero las reglas son las reglas. Aunque...- hizo una pausa, pensando- Espera un segundo tengo que pedirle algo a Claude-
Madame Galie se fue de la habitación y regresó al cabo de unos minutos acompañada por Claude, quien llevaba una caja antigua y polvorienta. La colocaron sobre la cama y Madame Galie comenzó a rebuscar dentro con una sonrisa en el rostro. Dafne observaba con curiosidad, preguntándose qué encontrarían.
-Ah, aquí está- Dijo Madame Galie triunfalmente, sacando un vestido elegante y refinado de color celeste. Tenía una capa a juego y una figura hermosa y esbelta que lo hacía parecer sacado de otro tiempo-
Dafne abrió los ojos de par en par al verlo.
-Es... es precioso. Me recuerda mucho al uniforme de Beauxbatons de las películas de Harry Potter-
Madame Galie sonrió y asintió.
- Este es el antiguo uniforme de Babyls para chicas. Mucho más elegante y refinado que el que usan ahora. Creo que te quedará perfecto-
Claude también parecía satisfecho con el hallazgo, y con una leve reverencia, se retiró para darles privacidad. Madame Galie ayudó a Dafne a probarse el vestido. Una vez puesto, Dafne se miró en el espejo y no pudo evitar sonreír. El vestido le quedaba a la perfección, resaltando su nueva figura y dándole una apariencia sofisticada y majestuosa.
