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"Cambio de look"
Era otro día en la escuela Babyls y todo transcurría con normalidad. Las clases seguían su curso habitual, los alumnos charlaban en los pasillos, y el bullicio típico de la academia resonaba en cada rincón. Sin embargo, en la clase anormal, algo se percibía extraño: Dafne aún no había asistido a clases.
Esto era raro, ya que normalmente Iruma y sus amigos solían verla entrar a la escuela o incluso llegaban juntos. Las clases con Kalego ya habían comenzado cuando, de repente, la puerta principal se abrió. Dafne entró apresuradamente, luciendo un atuendo diferente y llamativo.
Dafne llevaba un elegante uniforme escolar con detalles distintivos. Su vestido era negro con adornos en tonos morados. La parte superior del vestido tenía un lazo púrpura atado alrededor de su cuello, y las mangas del vestido eran largas, terminando en puños morados. La falda tenía un corte elegante que se expandía ligeramente hacia afuera, con un borde púrpura que le daba un toque refinado. Llevaba el cabello perfectamente peinado, con un estilo que realzaba los tonos púrpuras en sus mechones, y su maquillaje estaba impecable, resaltando sus ojos y labios con un toque de sofisticación.
-Disculpe el retraso, profesor- Dijo Dafne, ligeramente agitada-
Kalego, quien generalmente no toleraba la impuntualidad, la miró con severidad. Pero, considerando que era la primera vez que Dafne llegaba tarde, decidió dejarlo pasar.
-Está bien, Dafne. Siéntate. Continuemos con la clase- Respondió Kalego, haciendo un gesto para que tomara asiento-
Dafne se sentó y la clase continuó sin más interrupciones. Sin embargo, durante el receso, sus compañeros no pudieron evitar notar el cambio en ella. Elizabetta fue la primera en comentarlo.
-Dafne, ¡te ves increíble!- Dijo Elizabetta con admiración, observando su atuendo y su peinado-
Clara, siempre alegre y directa, también expresó su opinión.
-¡Sí, Daffy! ¡Estás muy linda!- Exclamó Clara con una gran sonrisa- ¡Oh! ¿Podrías hacerme otro peinado divertido? Como el de la última vez-
-Si un momentito-
Iruma, un poco más tímido pero igualmente impresionado, también se sintió obligado a decir algo.
- Ho-hola Dafne, realmente te ves... muy hermosa hoy- Dijo con una leve sonrisa-
Dafne siempre había sido una chica bella a los ojos de Iruma, tanto como humana como demonesa. Para él, tenía una belleza misteriosa e intrigante que siempre le había llamado la atención. Ahora, con su nuevo look, esa belleza parecía resplandecer aún más, eso era evidente.
