Capítulo 33.
-¿Estás seguro de lo que haces, Louis?- pregunté por enésima vez.
-Que sí lo estoy, _________.- respondió en tono cansado.
-Es que, Louis, ¿Santorini? ¿En serio? Es una ciudad perdida en el tiempo, no sé exactamente porque se te ocurrió ir ahí, me refiero a que dudo mucho que Harry esté ahí, ¿por qué diablos estaría ahí?
-________, te lo he dicho, sólo lo sé, lo vi en un mapa; debemos irnos de igual manera, ya no hay marcha atrás, tenemos los boletos y nos está dejando el avión, así que cierren la boca y empiecen a correr.- dijo Louis concluyendo con la conversación y corriendo al frente nuestro, acto reflejo, todos le seguimos y abordamos el avión que nos llevaría a Grecia.
Había pasado tres meses y medio desde lo de Harry, no había noticia alguna de él y tras esto entendimos que si no estaba muerto, debía estar raptado en algún lugar remoto, según lo poco que sabíamos él estaba en Santorini, una isla situada en Grecia que no tenía mucho, tras una investigación más profunda descubrimos que ahí sí había algo, Harry era el heredero de una empresa global, no había sucursales en todo el mundo, pero sí en muchas partes de él; entre ellas Santorini. Por eso quizá la historia del mapa de Louis cobraría algún sentido, y aunque sonara así de estúpido, era lo único que quedaba antes de dar a Harry por perdido, antes de renunciar a él, buscaría hasta debajo de las rocas del fin del mundo, por eso sabía que no estaba de más echar una mirada por Grecia, por América, por Escocia o por Marte, sabía que si era por Harry Styles lo haría sin pensarlo dos veces, porque cabía la posibilidad de que lo amara, y él no tenía el maldito derecho de morirse sin que antes yo se lo hubiera aclarado, y él me debe corresponder, sé que tiene que hacerlo.
-Hey, Little, ¿estás bien?- escuché decir a Zayn.
-Lo estoy.- respondí. Llevábamos una hora y media de viaje, me sentía emocionada de encontrar a Harry, esperaba enserio poder volverlo a ver, poder abrazarlo otra vez... Necesitaba de él.
-Tranquilízate, amiga, lo vamos a encontrar y podrán casarse.- dijo confiada Alison, y me enorgullecía mucho su forma de ser, siempre tan segura de sus ideales y de las cosas que quería hacer, era una excelente amiga y yo era muy afortunada de tenerla. Le apreté la mano con cariño y le pedí que me cambiara de puesto, ella estaba sentada una fila más adelante, al lado de Louis, yo al lado de Zayn; y algo me decía que estos dos querían sentarse juntos. Esperaba fielmente que terminaran juntos, ambos habían sufrido por amor, y eran perfectos el uno para el otro. En verdad me encantaría que se amaran, sé que el uno en manos de otro no podrá estar mal.
-Señores pasajeros, nos complace anunciarles que estamos aterrizando sobre el Aereopuerto Internacional de Santorini, por favor abróchense sus cinturones y apaguen todo tipo de aparatos electrónicos. La hora local es de dieciséis horas con cinco minutos, y estamos a veintisiete grados centígrados aproximadamente; Gracias por preferirnos.- sonó la voz de la azafata por todo el avión y empezamos el descenso, sentía mariposas en mi estómago, pero no sabía exactamente la razón de ellas, si la idea de encontrar a Harry, la idea de no encontrarlo, o la idea de que el avión se estrellara; fuera cual fuera, no me agradaba la sensación de incertidumbre.
Bajamos del avión y tomamos nuestras maletas, pasamos por el arribo internacional y por aduanas, después de esperar a que terminaran de interrogar a Zayn por su cultura, y de burlarnos un poco de él, salimos a ver dónde nos hospedaríamos, se supone que un hombre estaría esperando por nosotros para llevarnos hacia nuestro hotel, el Resort S&A que era del padre de Harry, que al parecer tenía peores asuntos que el mío, es decir que la cadena de hoteles ya no eran más de Des Styles, si no de su hijo, Harry.
Llegamos a la salida del aeropuerto y ahí se encontraba un hombre con un cartel en letra irregular que decía: Louis Tomlinson y Filia.
-Familia, Louis, ¿vas en serio?-dijo Antonela.
-Voy muy enserio.- Respondió Louis y empezó a caminar hacia el hombre que nos esperaba pacientemente con cartel en alto, nos vio llegar y nos saludó amablemente, alegando que éramos uan familia numerosa, y que no nos parecíamos en nada. Nosotros ante esto, y cansados de dar explicaciones, solo reímos y caminamos detrás del hombre. Llegamos a una furgoneta en la que entramos cómodamente y empezamos a pasear por Santorini.
Era una ciudad hermosa, enteramente estética y blanca, el color de la mayoría de cosas que se veía era ese, era hermoso ante los ojos, y el color azul profundo del mar contrastaba a belleza con la antigua ciudad. Recorrimos mucho tramo hasta llegar a una novedosa pero bien estilizada construcción, era enorme y blanca, para cuadrar con la belleza de la ciudad entera, aunque a leguas se podía deducir que era mil veces más moderna y mantenida, en enormes letras plateadas con destellos azules se leía claramente S&A Resort. Las mariposas de mi estómago para ese momento se habían reproducido por un millón extra. Moría de nervios, si tenía mucha, mucha suerte, Harry estaría aquí, estaría bien, y a pesar de que sería muy estúpido de su parte estar bien y no haber contactado con nosotros, con sus amigos o con alguien que nos dijera que él estaba vivo, y a pesar de que me enojaría mucho con él, rápido se me iría el enojo por el simple hecho de que esté bien.
Ni bien la furgoneta entró al estacionamiento, tres botones nos auxiliaron tomando nuestras maletas y llevándonos hacia la recepción, nos registramos y nos dieron las tarjetas que desbloquearían nuestras puertas, solo teníamos dos habitaciones con muchas camas la una era para las chicas y la otra para los chicos. Nos turnamos para tomar un baño y ponernos ropa que acordara con el clima y el estilo de la ciudad. Después de dos horas todos estábamos en el lobby del hotel, dispuestos a armar un plan para buscar a Harry por todo Santorini. Esta vez no nos separaríamos.
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Aquí vamos...
¿Qué tal va la cosa, les gusta?
Por favor, no sean taaaan fantasmagóricas.
Gracias por leer.
xx.
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They Don't Know About Us.
FanfictionNormalmente, nuestras vidas se ven perfectas; tenemos dinero, amigos, viajes, todo lo que queremos en sí. Es fácil para nosotros, los adinerados. Todo es tan fácil. Pero hay cosas que por más buena vida que lleves, no puedes solucionar con dinero...