-________, compórtate bien, por favor.-
-Sí, tío.-
-Vale, la regla de oro, no importa si no te agradan, no importa si te miran mal, tú sonríe y sé cordial.-
-Pase lo que pase.- dije mientras mi tío aparcaba el auto.
-Sí, pequeña.- respondió mientras me daba un beso en la frente. Me ayudó a bajar y caminé de su brazo hasta la entrada de un salón.
Al llegar me sentí completamente fuera de lugar, es que, yo simplemente llegaba con un vestido azul, unos tacones y mínimo maquillaje y todas las personas a mi alrededor estaban bien vestidos con trajes y corbatas, maquillajes excesivos y distintos tipos de accesorios, sin contar los impresionantes vestidos de gala. Mi tío empezó a saludar a las personas, a la mayoría de ellas. Me presentaba con muchos, a los cuales yo les sonreía y asentía con la cabeza, procuraba no hablar mucho.
-Buenas tardes, Señor Miller, señora.-dijo mi tío saludando a la pareja de señores, en realidad tenían cara de buenas personas, se veían tiernos juntos, como un par de jóvenes abuelitos. Detrás de ellos estaba una chica, era muy bonita, y al parecer, juzgando por cómo me miraba, me odia. (En realidad, no me interesa.) –Ésta es mi hija, ________.- me presentó.
-Buenas tardes.- respondí sonriendo.
-Hola lindura.- me dijo la señora con una sonrisa sincera, y el señor me sonrió y besó mi mano.
-Les presento a mi hija, Michelle.- dijo el señor Miller, de atrás de ellos salió la chica que me miró mal por un buen momento mientras se hacían las respectivas presentaciones.
-Hola.- dijo con una chillona y molesta voz, de hecho, se lo dijo a mi tío, a mí ni me regresó a ver, en fin, tampoco le hice caso.
-Buenas tardes.- respondió mi tío, formal como siempre. En ese momento, la chica se hizo paso entre mi tío y yo empujándome, y se fue.
-Lo siento mucho por mi hija.- dijo apenada la señora. –Es que no está muy a gusto con este tipo de reuniones, pero no suele ser así, tal vez _______ y ella logren hacerse amigas.-
-Sí, tal vez, ¿cierto _____?- dijo mi tío. Fingí una sonrisa y asentí falsamente con la cabeza.
Después de despedirnos de la pareja, seguimos caminando y saludando a muchas personas, hasta que mi tío paró frente a dos hombres, que me produjeron miedo, sus miradas eran espantosas, era como si me quisieran matar, robar, no lo sé. Sin embargo, fingí una sonrisa.
-Buenas tardes.- dijo mi tío-
-Buenas tardes señor Stewart.- respondió el más pequeño, el otro sólo se dedicó a mirar. Después de aproximadamente cinco minutos de conversaciones que no presté atención, nos alejamos de los señores, para mi tranquilidad.
Nos sentamos, sirvieron la comida, y sentada en la mesa, rodeada de personas aburridas y cubiertos, sólo pensé en ir al baño y mandar mensajes a Zayn para tener alguien con quien hablar mientras esta tortura se acaba.
-Tío, voy al baño, regreso enseguida.- susurré. Mi tío sólo asintió con la cabeza y yo me levanté, haciendo lo mismo.
Tomé el pequeño bolsito en el que tenía el móvil y me encaminé hasta un guardia para que me diga donde es el baño. Cuando obtuve la información, fui hasta el baño y me metí en un cubículo, aproveché el momento para descargar mi vejiga. Salí del cubículo y lavé mis manos, las sequé y tomé mi teléfono del bolso, mientras estaba a punto de empezar a escribir, entró Michelle con otra chica, estaba dispuesta a ignorarlas al cien por ciento, juro que lo estaba, pero cuando se me acercaron entre las dos y Michelle me tomó del brazo clavando sus largas y cuidadas uñas en él, mis primeras disposiciones me abandonaron.
-¿Qué demonios quieren?- dije.
-Escúchame bien, niña bonita, no eres nadie, y no necesitamos más enemigas de las que ya tenemos, tengo el dinero necesario para poder mandarte un sicario y que mueras, es más, ahora mismo puedo molerte a golpes.- dijo Michelle. Era un poco más alta que yo, creo, pero mis tacones ayudaban.
-Mira, niña fea, suéltame ahora y la que te molerá a golpes seré yo.-
-Aún no has escuchado lo que queremos de ti, aún no puedes golpearme.- dijo mientras clavaba con más fuerza sus uñas en mis brazos, mierda, eso empezaba a dolerme.
-Dime rápido, y suéltame ya, idiota.-
-Queremos que te largues de aquí, que lo hagas ya, hemos visto cómo te mira Edward, y no queremos que te acerques a él.-
-A mí no me ordenas, ni nadie.- dije, por cierto, ¿Quién coño en Edward?
-Ah ¿no?- dijo, y al instante me dio una palmada en plena cara, en el instante que lo hizo, reaccioné, y utilicé mi puño contra su nariz, así empezamos a pelear hasta que la zorra chilló: -Catie, es momento de que me ayudes.- y la otra zorra me tomó de ambos brazos impidiéndome moverme mientras Michelle me golpeaba, de pronto, ví como de su bolso sacaba unas tijeras. “Mierda, aquí mismo me asesinan” pensé, pero no, las niñitas idiotas empezaron a cortar mi vestido, parte por parte, hasta que quedó siendo sólo unas tiras que no me cubrían nada, me golpearon un poco más y cuando acercaban las tijeras a mi cabeza mientras me seguían golpeando, alguien abrió la puerta.
-¿Qué diablos están haciendo?- dijo una ronca voz.
-Edward.- susurró Michelle. Regresé a ver, y con un solo ojo, -Ya que el otro estaba entrecerrado por un golpe- miré que no había ningún Edward, si no que era Harry, Harry Styles.
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Hola, sé que no he subido en mucho tiempo, lo siento, pero ahora sí, subiré pronto, hoy ya he actualizado dos veces, y seguiré escribiendo todo el día.
Gracias por leer, enserio, gracias.
xx.
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They Don't Know About Us.
FanfictionNormalmente, nuestras vidas se ven perfectas; tenemos dinero, amigos, viajes, todo lo que queremos en sí. Es fácil para nosotros, los adinerados. Todo es tan fácil. Pero hay cosas que por más buena vida que lleves, no puedes solucionar con dinero...