La noche pasó larga y tortuosamente para mí, miraba de reojo a Harry y me sentía cada vez más débil, no me había sentido tan mal desde que me enteré de lo de mis padres.
-Bueno, ahora sí, lamento decirles esto pequeños, pero tendrán que irse porque queremos conversar de cosas de adultos.- dijo el padre de Harry, llamando así mi atención. Tampoco me gustó su tono, nos trató como si fuéramos bebés.
-Sí, padre entendido.- dijo Harry, levantándose y despidiéndose de todos rápidamente.
-Harry, he dicho que se irían, me refiero a que la Señorita Stewart y tú saldrán juntos esta noche.- dijo riendo el señor Styles. Harry apretó la mandíbula y yo sentí como toda la sangre de mi cara se drenaba.
-¡Qué gran idea! No hay problema alguno, ¿verdad _________?- repuso mi tío, mirándome con esa cara que me decía que debía aceptar, pase lo que pase, debía aceptar.
-No, no hay problema alguno.- dijo Harry, ahorrándome la humillación de tartamudear.
-No me siento muy bien.- dije suavemente, intentando por una vez salvarme.
-Harry te ayudará, es muy bueno con las chicas.- añadió su tío orgullosamente, un puñal más, sal directamente a la herida.
-Bien, vayan.- dijo mi tío, tendría problemas con él luego.
Harry puso su mano en mi espalda baja y me guio a la salida, de modo que llegué aún estable a la puerta, ni bien estuvimos fuera del alcance de los mayores, dejó de tocarme y se puso dos pasos lejos de mí, y aunque no debió ser así, me dolió.
-¿Qué vamos a hacer?- pregunté casi susurrando.
-Nada, no esperarás una cita, ¿verdad?
-Pues no, pero tampoco estoy de acuerdo con que me tengas sentada en tu auto por horas hasta que mi tío se desocupe. En tal caso, vamos a mi casa, y luego nos volvemos a encontrar para regresar. ¿qué tal?
-¿Sabes lo lejos que me resulta tu casa? Para eso, entre ir y volver ya se terminará el tiempo. Vamos a una cafetería que conozco por aquí cerca, ahí nos sentamos y ya. Tampoco es que quiera entablar una conversación contigo. ¿Bien?
-No. No estoy de acuerdo pero en lo poco que te conozco sé que no valdrá la pena pelear por ello, así que te sigo.
-Bien, y por favor, cierra la boca.- eso no me hirió, me enojó. Pero mordí mi lengua y lo seguí. Caminamos por un par de minutos y llegamos a un pequeño y pintoresco lugar. Harry entró y yo detrás de él, no sostuvo la puerta ni regresó a ver. Realmente no tenía idea de quién diablos era aquel chico. Se sentó en una mesa lateral, no habían muchas personas cerca, pero aún así Harry regresó a ver hacia todas partes antes de sentarse y poner la cara sobre sus manos.
-Perdóname, ________. Te ruego que me perdones, no quería que las cosas salieran de ese modo. Yo quería un cuento de hadas contigo, perdóname.- dijo con las manos sobre la cara, aún sin mirarme
-¿Qué diablos te pasa?
-Todo salió mal, pero ya no hay marcha atrás. No podemos hablar más, me vigilan constantemente. Te comunicaré todo, pero quiero saber si aún sientes algo por mí. Tan solo dime eso.- "Miéntele" me gritaba mi subconsciente, pero escuchaba su sufrimiento y por sobre todo, lo amaba.
-Aunque tú me hayas visto como un chiste, mi amor por ti siempre fue real, y el amor no se borra de un día para el otro por mucho que una así lo desee, Harry.- esa fue toda mi respuesta, él levantó de inmediato su cara y me regaló una sonrisa sincera, esa que me enamoró hace ya tanto. Decirle la verdad había tenido una recompensa enorme, valió la pena. Pero tras esta breve y perfecta sonrisa, su fría expresión volvió a su rostro; por un segundo, sus ojos se desviaron hacia la ventana del local, pero a pesar de todo, yo sabía que él tenía sus motivos, confiaba en él ciegamente y tarde me había dado cuenta. Tonta, eso es lo que soy. Pero Harry no mentía, yo sé que no. Las cosas se podrán descifrar, tendré las respuestas que quería y podré olvidarlo con todas las de la ley.
-Bien, ahora entiendo que te es imposible hablar, también me ha pasado. Tranquilo, no me importa. Te perdonaré cuando sepa l historia, no te guardo rencor.- tras esto no hablamos más, ni sonreímos más. Bebimos café, mucho café y fin. Cuánto habremos logrado ese día, pero aún así la promesa de entender todo me erizaba la piel.
Regresamos al lugar inicial, y Harry con su misma descortesía de siempre por poco y me deja encerrada dentro del auto, sin embargo, no lo hizo y me regaló una expresión significativa. Era muy extraño, casi como tener a dos personas completamente diferentes la una de la otra. Sin embargo, el hombre que yo amaba estaba ahí dentro, y cuando me enteré de ello sentí ganas de volver a vivir. Lo que realmente sucedía era que estaba tratando con un real artista, un actor increíble. Debía recordar que, al ser actuación, no podía confiar completamente en una u otra de las personalidades...
Tfc&@
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They Don't Know About Us.
FanfictionNormalmente, nuestras vidas se ven perfectas; tenemos dinero, amigos, viajes, todo lo que queremos en sí. Es fácil para nosotros, los adinerados. Todo es tan fácil. Pero hay cosas que por más buena vida que lleves, no puedes solucionar con dinero...