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Mientras Montse y su hija rehacían su vida en su tierra natal, John se sentó en la mesa presidiéndola con cierto enojo.
Ann y Flora le miraban con cierto miedo, mientras se daban la mano por debajo de la mesa.
“Espero que no sea homófobo”-Rezó Ann.
-¿Y bien?-Preguntó John.
Ann iba a contestar.
-Silencio.- Chistó. -Quiero que responda ella. ¿Confío en tí para que cuides a mí hija después de un trauma y me lo pagas pervirtiéndola?
-Papá, no le hables así. Yo la amo.Ella también tiene…
-No se lo cuentes.- Interrumpió Flora.
-Sí, quiero oír lo que mi hija tenga que contar sobre tí.
Flora habló.
-Yo también sufrí un abuso.- Empezó a llorar.
-Papá, la has hecho llorar.
-Yo. Lo siento. No sabía que os estabais ayudando mutuamente.
“Aunque vaya manera de ayudar”-Pensó.
-Lo siento, estoy un poco nervioso por el nuevo caso: creo que un asesino anda suelto.
Flora dejó de llorar al oírlo.
-Eso es terrible.- Comentó Ann.
-Pero es confidencial, no sé lo digáis a nadie.
Flora pensó que si el caso al que refería su futuro suegro era el de sus asesinatos debería terminar pronto, solo quedaban dos objetivos más.
Después de esa conversación no volvieron a tocar el tema del abuso que había sufrido Flora, no abrirle más la herida hablando del tema y menos meterse de lleno en otro caso de delincuentes sexuales después de ese movido mes.
-¿Así que sois novias?-Preguntó John.
Se miraron mutuamente.
Flora se encogió de hombros.
-Técnicamente sí, pero nunca lo hemos hecho oficial- Contestó Ann.-Además empezamos a “salir” está mañana como quién dice.
-Interesante.
“Joder con las nuevas generaciones”-Pensó John, en su época el sexo solía ser en la segunda cita.
-Os pagaré un restaurante de marisco para que tengáis vuestra primera cita en condiciones. Además ayer fue tu cumpleaños y no le regalé nada a mi nuera.
Esa palabra le hizo sonreír.
-Por cierto bonito collar.-Le hizo un cumplido.

Una semana después John volvió a trabajar como cualquier día, pero no era cualquier día: conseguiría dos pistas claves en el caso.
La primera llegó de parte del agente Martínez, un inmigrante mexicano que buscaba una vida mejor en el lado “bueno” de la ley.
-He encontrado coincidencias.
-Muy bien pásame el informe.
Se lo dejó sobre la mesa y se marchó.
Lo leyó por encima, solo los nombres y estado.
Todas estaban muertas.
“Otra pista a la basura.”
Entonces entró Manuel.
-Creo que deberías ver esto.
Las imágenes no eran lo que había pedido, no mostraban a Flora, pero le dio igual: una pista es una pista
Le mostró unas imágenes de cámaras de seguridad de la calle infierno.
No vio nada a simple vista. Excepto un hombre bajo, quizás una mujer, tomando fotografías del edificio 33.
Tardó un rato en reconocerlo: era el hombrecillo que salió corriendo del edificio del primer crimen.
Era bastante probable que en ese edificio estuviera la próxima víctima.
Le explicó su teoría al cabo López.
Mientras tanto examinó más a detalle el informe de las víctimas de esos cabrones.
Se fijó en uno de los apellidos de la víctima.
Tomó nota mental de ello.
-No creo, lleva visitando ese edificio durante meses.
-Es la única pista sólida que tengo. Debo ir.
-Ten cuidado.- Le advirtió del peligro.

Llegó al lugar.
Pico a la puerta.
Espero expectante y con cierto nerviosismo.
De pronto la puerta se abrió.
-Oh, hola Mcdick.-.Saludó el jefe Heavens.-¿Qué te trae por aquí.
-Venía por un caso.
-Pasa.
Entraron.
John examinó la casa mientras hablaban.
-¿De qué trata el caso?
-Me temo que hay un asesino en serie suelto. Lo apodan “El Ángel” mata a delincuentes sexuales.
-Eso es bueno, ilegal, pero bueno. Es buena noticia.
-Ya.
Examinó una foto.
Era la quinta víctima del informe.
Pensó que era una broma pesada.
-¿Esta es tu hija?
-Era.- Le confirmó.
-¿Qué le pasó?
-No lo sé, un dia fue al colegio y ya nunca volvió a casa.
-¿Su hija tenía algún amigo? ¿Alguien capaz de matar por ella?
-Claro, Susy era una niña muy dulce, tenía miles de personas que matarían por ella, incluido yo.
-Si dice que desapareció¿Por qué la dan por muerta?
-Perdí la esperanza.
-Lo siento, pero tengo malas noticias.
-Ya ninguna noticia es mala solo son noticias.
-Me temo que los asesinados por el asesino eran sus abusadores.
-¿Abusadores?
-Me temo que la violaron y la grabaron.
-Dame el vídeo y cierra el caso, ya me encargo yo.
-Como padre te entiendo, pero como policía te recomiendo no hacerme sospechar de tí.
-Creeme, si fuera yo me suicidaría ahora mismo para  volver a matarlos en el infierno, una y otra vez.

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