El gran salón del palacio de Terrestria estaba decorado para la boda. Sin embargo, el ambiente festivo se había convertido en uno tenso y cargado de incertidumbre. El príncipe Arthur había usado la ceremonia como un pretexto para deshacerse del rey y apoderarse del reino. Pero sus planes se vieron frustrados por un joven de cabellos plateados, Shiro, cuya aparición había detenido la boda.
La multitud murmuraba, reconociendo a Shiro. Los tíos de Charlotte, entre los asistentes, estaban agradecidos por su intervención.
Shiro: Veo que llegué en el momento oportuno para decir: yo me opongo- con una ligera sonrisa
Arthur: ¡Tú, un insignificante plebeyo, te atreves a...- Indignado
Antes de que pudiera terminar su frase, una espada voló a su lado, pasando a escasos centímetros de su mejilla derecha y clavándose en la pared. El príncipe Arthur se quedó paralizado, sorprendido por la precisión y velocidad del ataque.
Shiro:- mirando al príncipe con desdén- Será mejor que te calles un momento. Los adultos estamos teniendo una conversación- se vuelve hacia el rey de Terrestria- Y en cuanto a ti...
El padre de Charlotte, el rey, se quedó en silencio mientras Shiro se acercaba. El salón entero contuvo el aliento cuando Shiro llegó hasta el rey.
PUM
El sonido de un golpe resonó en la sala. El rey Arthur cayó al suelo, aturdido por el puñetazo de Shiro. Los guardias y cortesanos observaban incrédulos la escena, sin saber si admirar la valentía de Shiro o temer por su audacia.
Shiro: Al principio te admiraba, pero ahora solo me das asco. Dar la mano de tu hija a un idiota que no conoces y que no ama. Sin duda, eres el "padre del año".
El salón quedó en completo silencio, mientras todos los presentes asimilaban la gravedad de la situación.
Arthur: Tu no entiende lo que está pasando.
Shiro: Créeme anciano, no lo quiero entender- diría con una frialdad que nadie se espero- Si tanto te preocupa por tu reino, debería preocuparte por tu familia.
El rey de terestria quedó en silencio reflexionado toda esa desiciones que acabar de tomar, solo para mantener su reino tranquilo, pero claro el costo de que su propia hija sea infeliz con alguien que no amar.
Arthur: Oh parece que ya terminado de hablar, no importa depues de todo van a morir.
Shiro: Enserió piensa eso, vamos a menos ten los cojones para decirlo en frente y no ocultarte detrás de tu guardias.
Arthur: No estaré malgastado mi tiempo con basura como, yo seré el próximo rey.
Shiro: Asi que un proximo rey- cin algo de gracia- Sin duda eres un idiota que cree que puede tomar lo que desea, sin pensar en las consecuencias. Pero un verdadero rey no se define por lo que puede arrebatar a los demás. Un verdadero rey es alguien que puede ofrecer, proteger y servir a su pueblo con honor y justicia.
Arthur, intentó responder, pero Shiro lo interrumpió, levantando una mano para silenciarlo.
Shiro: -con voz firme- Un verdadero rey inspira respeto, no miedo. Un verdadero rey se gana el amor y la lealtad de su gente, no los coacciona con amenazas y violencia. Hoy, has demostrado que no eres digno ni del trono ni de la mano de Charlotte.
Los ojos de la multitud se volvieron hacia Arthur, algunos con desaprobación, otros con temor, pero todos con atención. Shiro se acercó más al príncipe, su voz baja pero llena de convicción.
Shiro: -mirando fijamente a Arthur- Puedes intentar tomar por la fuerza lo que no mereces, pero siempre habrá alguien dispuesto a detenerte. Hoy soy yo. Mañana será alguien más. Porque el verdadero poder no reside en la fuerza bruta, sino en la capacidad de unir y liderar con sabiduría y compasión.