Enamorada de un cachorro

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♥°•°•°•"Al fin obtuve lo que quería, y lo que quería me quiso a mí"•°•°•°♥

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Llevaba un rato hablando por teléfono con Kim, estábamos intentando organizarnos para vernos.

- Okey, entonces el viernes - me preguntó para confirmar.

- Si, el viernes está bien.

- Genial, entonces te paso buscando, como a eso de las cuatro - hizo una pausa - Has visto a…

No tubo que terminar, sabía a quien se refería.

- Si, Jared está bien y no, no está saliendo con nadie.

Bueno talvez si mentí un poco en eso, Paul y Jared salen con una chica diferente cada semana, pero no podía decirle eso a Kim.

- Ya quiero regresar a clases - le dije haciendo un puchero que obviamente ella no vería - te extraño y extraño almorzar juntas mientras platicamos.

- Solo lo dices porque aún no estás en preparatoria, quisiera regresar a la secundaria - suspiro - pero también te extraño.

- Tengo tantas cosas que contarte Kim - talvez no le podía decir todo, pero hay maneras de poder decirle sin rebelar nada que no deba y sin mentirle.

- Bueno te dejo, mi mamá me está llamando - habló del otro lado de la linea - nos vemos el viernes, te quiero.

- Adiós, te quiero - después de despedirme colgué, y ví a Jacob quien estaba llegando a casa.

Vi que iba a su habitación me pare en la puerta de esta para detenerlo, él me miró con una cara rara.

- Elizabeth, ¿Que estás haciendo?.

- Vienes de estar patrullando toda la noche y sé que debes tener sueño, pero tienes que comer algo - dije aún bloqueando la puerta - y no quiero escusas, te preparé el desayuno.

- Oh, bueno, gracias Eli - se sentó a comer aún con cara de sueño.

- Bueno yo me voy, descansa - dije caminando asia la puerta del recibidor.

- Oye recuerda que tienes prohibido salir sola - me grito Jake desde la cocina.

- Lo sé, Embry está afuera - le grité de nuevo para que pudiera oírme.

Mi hermano si debe estar cansado, es extraño que no halla escuchado o olido a Embry.

- Hola Em - lo saludé saliendo de la casa.

- Que tal enana.

- Ay no, por favor dime qué no vas empezar tu también - el solo sonrió - esto es culpa del cabeza de almendra y el lobo amargado.

Embry soltó una carcajada mientras caminábamos.

- Dime qué no tienes uno de esos apodos creativos para mí.

- No, o bueno, aun no.

- Eso no me convence - dijo llegando a casa de Emily.

- ¡Seth! - grité al verlo de pie en el porche, y corrí a abrazarlo.

- Cría cuervos y te dejan hablando solo e ignoran por un cachorro - dijo Embry pasando a un lado de nosotros.

- Sabes, no sé mucho de dichos, pero creo que ese no va así - me dijo Seth.

- No, definitivamente no - le contesté aún abrazada a el.

Ambos reímos y entramos a la casa.

- Me va a dar diabetes, de tanta azúcar - bromeó Paul al vernos entrar de la mano - Ya ni siquiera saludas a tu hermano favorito, que tiempos aquellos en los que me querias y no me habías cambiado por Seth.

La pequeña Black| Seth Clearwater Donde viven las historias. Descúbrelo ahora