Nuevos problemas

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°•°•°♥ "Ella era un huracán y a el le encantaban los desastres"♥ °•°•°

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— Elizabeth ni lo pienses — me advirtió Sam, al ver que había empezado a llover.

Cada vez que llueve es la misma guerra para que no salga a jugar juntó a los chicos.

— Lo siento Sam-sam — después de decir eso salí corriendo de la casa.

Estaba feliz jugando afuera, los chicos se reían mientras Sam intentaba no hacer lo mismo.

— Sam lo siento, pero eso se ve divertido — y con eso Jared me siguió junto a Paul, Embry y Quil.

— Oye Beth, ven aquí — Paul empezó a perseguirme por todo el patio de Emily.

— No, déjenme — les gritaba a los chicos mientras corría.

Embry me alcanzó, y los cuatro me cargaron directo a un enorme charco que se había echo por la lluvia.

— No, chicos bajenme — les decía mientras pataleaba.

— Lo siento Beth, tu te lo buscaste — me grito Sam riendo desde el porche.

Los chicos entre risas, me arrojaron al charco, después también se lanzaron ellos y empezamos a jugar todos.

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°•°•°Narra Seth°•°•°

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Embry, ya déjame en paz — gritaba mi Eli mientras le arrojaba pequeñas ramitas del piso a Embry.

No entendía como a veces podía ser tan madura y otras jugar como una niña pequeña, pero no me importa, la quiero así como es.

— Es genial ¿No? — me preguntó Leah apoyada en el barandal del porche — como se divierte sin preocuparse por nada, ni siquiera por enfermarse.

— Me alegra que sea así — le contesté — que no tenga porqué preocuparse e intentaré que siga siendo así.

— Creo que la imprimación te ha echo madurar, nunca te escuché hablar así — luego soltó una pequeña risita.

— Oye has hablado con Rachel — les pregunté.

— Ehh si, un poco — me contestó — porque la pregunta.

— Me gustaría hablar con ella, Elizabeth las extraña y sé que a Rebeca no la voy a poder convencer — le conté lo que planeaba intentar.

— Seth, no es por desanimarte pero no creo que puedas convencer a Rachel de venir — me dijo volteando a verme — pero si lo quieres intentar, puedo llamarla y hablas con ella.

— Te lo agradecería mucho — devolví mi vista a Elizabeth — Eli, ya es suficiente, te vas a enfermar.

— Ay vamos Seth, ven, es divertido — me contestó.

— Si, pero que te enfermes, no lo es — baje las escaleras del porche, para caminar a dónde estaba ella — que conste que no me dejaste opción.

La tomé en brazos y la lleve de vuelta al interior de la casa.

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La pequeña Black| Seth Clearwater Donde viven las historias. Descúbrelo ahora