La pequeña Black| Seth Clearwater

Pista de hielo

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♥°•°•°•"El enamoramiento se mide en la cantidad de veces que sonríes estúpidamente a solas"•°•°•°♥

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Estaba preparando mi desayuno cuando escuché unos golpes en la puerta y al ir a ver quien era me encontré con mi cuñada.

— Buenos días casi hermana — la saludé con una sonrisa.

— Buenos días, ten — me entregó lo que parecía ser un pergamino atado con un listón rojo — dile a tu cachorro que no soy repartidora de correo.

— ¿Okey? — y con eso se fue causandome gracia, volví a la cocina para asegurar que mi desayuno no se quemará y luego de apagar la estufa abrí el pergamino que por lo dicho por Leah sabía que era de Seth.

Hola linda dama, escribo esto con el fin de invitarla a una cita sorpresa y como la conozco, quiero decirle antes de que pregunté, que no le diré a dónde vamos, espero su llamada para confirmar su asistencia.

Con amor para la impronta más preciosa del mundo del lobo que tanto la ama.

Me reí por la manera de escribir de Seth, es lindo que haga estas cosas. Aun riéndome tome mi teléfono y lo llamé.

— Desde cuándo hablas tan formal — le pregunté divertida.

— Veo que recibiste mi carta — contestó en un tono alegre — ¿Iras?.

— Claro, pero debes decirme a dónde vamos para saber que usar — le dije mientras desayunaba.

— Claro que no, es una sorpresa — me contestó — solo usa algo cómodo.

— Está bien, ya no pregunto más — me rendí, sé que no me dirá a dónde iremos.

— Perfecto, entonces te paso buscando como en una hora — dijo feliz — nos vemos, te amo.

— Yo también — sonreí — nos vemos en un rato.

Colgué el teléfono aún con una sonrisa en el rostro, esperen… ¿Dijo una hora? Ay por los ancestros, debo arreglarme rápido.

Subí a mi habitación corriendo y me metí a la ducha, lavé mi cabello y salí para secarlo y peinarme lo mejor posible.

Cómo Seth dijo que usará algo cómodo me decidí por un pantalón holgado y una camiseta, también llevaría mi chaqueta por si me daba frío.

Me senté frente a mi tocador y me maquille para luego elegir los accesorios que usaría, me coloque un par de pulseras y algunos anillos que me encantan y baje a la sala.

— ¿Vas a salir? — me preguntó mi hermana cuando me vió bajar las escaleras.

— Si, saldré con Seth — dije con una amplía sonrisa.

— ¿A dónde? — me preguntó con una ceja alzada.

— La verdad no lo sé, no me dijo — me encogi de hombros — pero lo más seguro es que Leah nos llevé.

— Bueno en ese caso estaré hablando con ella, es que quería saber si te animabas a dar unas vueltas en la motocicleta — me dijo cuando me senté a su lado.

— Si quieres podemos ir mañana — solo a mi se me ocurre, después de la caída y el regaño que le dieron a Rachel.

— Entonces mañana vamos — los golpes en la puerta la interrumpieron, ambas nos levantamos y Rachel abrió la puerta — hola Seth, quiero a Elizabeth aquí antes de las ocho y estaré hablando con Leah.