Un regalo muy especial

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°•°•°•" Pequeños momentos, grandes. recuerdos"•°•°•°

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Desde la advertencia de ayer de Sam no ha pasado nada, todos están más calmados y Jared y yo intentando lo más que podemos no discutir.

— Elizabeth, ayer se me olvidó contarte — dijo Emily saliendo de la cocina — hoy van a traer a Claire, debe llegar en un rato.

— Genial, en ese caso voy a ir a mi casa a buscar, algunas cosas de cuando era pequeña para que no se aburra — me levanté de el piso donde estaba jugando un juego de mesa con Embry, Leah y Paul.

— Quien es Claire — Preguntó Quil — es tu amiga o algo así.

— Más o menos, o sea yo concidero que si somos amigas — le expliqué — pero ella es la sobrinita de Emily, es adorable.

— Ah claro, cuando no tu, haciendo amigas de cuatro años — se burlo Quil  — no me sorprende.

— Ah pues para que lo sepas, no tiene cuatro, tiene cinco — le dije — y es más madura que tú y Jared juntos.

— Eli, ya deja a los chicos en paz — me dijo Emily divertida — y si vas a ir deberías ir pronto, porque debe llegar en un rato, quizás unos cuarenta minutos.

— Si tienes razón, debo apurarme.

— Yo voy contigo — dijo Seth parándose a mi lado — antes de que Claire me robe tu atención.

Me reí un poquito por lo que dijo.

— Puedo ir con ustedes — nos preguntó Quil — ya me aburrí, y en un rato me toca patrullar.

El y Seth estuvieron hablando anoche, ya están bien y le prometieron a Sam no volver a pelear.

— Claro, porque no — le contesto Seth.

— Bueno, nosotros nos vamos — avisé a los presentes, mientras iba a despedirme de Emily — ya regresamos mamá Emily.

Y con eso, los tres nos fuimos a buscar algunas cosas, en mi casa.

— Pensé que ya no jugabas con tus muñecas — me dijo Quil mientras caminábamos — tengo años que no las veo en las repisas de tu habitación o tiradas por ahí.

— Eso es porque tienes razón, ya no juego con ellas — le contesté — las regalé toda, hace como dos o tres años, o bueno casi todas.

— Y entonces que vamos a ir a buscar — preguntó confundido Seth.

— Es que no me dejaron terminar, regale mis muñecas pero aún tengo guardados juguetes, disfraces y maquillaje de juguete.

— Y porque aún tienes todo eso — me preguntó Quil.

— La mayoría porque me traen buenos recuerdos — ya habíamos llegado a casa así que tome las llaves de mi bolsillo y abrí — y el resto porque cuando tenga sobrinos quiero ser una tía divertida.

Los tres subimos al piso de arriba y nos dirigimos a la antigua habitación de Rebeca, cuando ella y Rachel se mudaron me dejó utilizar su habitación para guardar cosas ya que está muy convencida de no volver.

— Wow, si que tienes cosas guardadas — me dijo Quil al ver las cajas que habían por la habitación.

— Me gusta conservar las cosas que me recuerdan a personas — dije mientras leía lo que decían las cajas — es está.

La pequeña Black| Seth Clearwater Donde viven las historias. Descúbrelo ahora