¿Quién es el culpable?

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La mañana en Dorne era cálida, y el suave resplandor del sol iluminaba la habitación, llenándola de una luz dorada. Arianne y Rhaenyra se encontraban en la cama, abrazadas, disfrutando de la tranquilidad de estar juntas. El silencio era cómodo, un testimonio de la profunda conexión que ahora compartían.

Rhaenyra miró a Arianne, sus ojos recorriendo cada detalle de su rostro con amor y admiración. Observó la suave curva de sus labios, la línea elegante de su mandíbula y los profundos ojos oscuros que reflejaban la luz del sol. La belleza de Arianne, tanto exterior como interior, la dejaba sin aliento.

"Arianne, eres tan hermosa" dijo Rhaenyra suavemente, acariciando la mejilla de su amada. "Cada día me maravillo más de ti, de tu fuerza, tu gracia y tu bondad. Te amo más de lo que las palabras pueden expresar. Eres mi vida, mi todo. No puedo imaginar un mundo sin ti a mi lado."

Arianne sintió una oleada de emoción, sus ojos llenándose de felicidad. "Mi sol, mi Rhaenyra, tú eres mi luz en la oscuridad, serás mi fortaleza en los momentos difíciles, lo primero que piense al despertar y lo último que piense al acostarme. Te amo con todo mi corazón y mi alma. Eres mi compañera, mi confidente, mi todo."

Se miraron a los ojos, sintiendo la intensidad de su amor y la profundidad de su conexión. Rhaenyra acercó su rostro al de Arianne y la besó suavemente, un beso lleno de promesas y devoción eterna.

"Prometo estar siempre a tu lado, en los buenos y malos momentos" susurró Rhaenyra, sus labios rozando los de Arianne. "Prometo amarte y protegerte con todo lo que soy." Dijo repitiendo los votos de su boda, que antes había dicho sin sinceridad.

Arianne tomó las manos de Rhaenyra, entrelazando sus dedos. "Y yo te prometo lo mismo, Rhaenyra. Cuando los dije en nuestra boda, hablaba en serio. Desde ese momento no hubo nadie para mí. Nuestro amor es eterno, y nada ni nadie podrá cambiar eso."

Se abrazaron con fuerza, sintiendo el latido de sus corazones sincronizados. La tranquilidad de la noche y la calidez de su amor las envolvieron, creando un momento de pura felicidad y paz.

Arianne bajó la mirada hacia el vientre de Rhaenyra, donde su hijo crecía día a día. Con una sonrisa, inclinó su cabeza y colocó una mano suave sobre el vientre apenas redondeado. Rhaenyra observó la escena con lágrimas de felicidad en los ojos, sintiendo el amor de Arianne fluir hacia su hijo.

"Hola, pequeño" susurró Arianne, su voz llena de ternura y amor. "Soy tu madre, Arianne. No puedo esperar para conocerte y sostenerte en mis brazos. Quiero que sepas que siempre estaré aquí para ti. Tu madre Rhaenyra y yo te amamos más de lo que puedas imaginar. Serás amado, protegido y guiado para que seas el pequeño príncipe mas amado de todos los reinos."

Rhaenyra colocó su mano sobre la de Arianne, sus dedos entrelazándose mientras ambas acariciaban el vientre que albergaba a su hijo.

"Escucha a tu madre, pequeño" dijo Rhaenyra, su voz suave y llena de emoción. "Ella es fuerte, valiente y te protegerá con todo su ser."

Arianne sonrió y besó suavemente el vientre de Rhaenyra. "Prometo ser la mejor madre para ti. Te guiaré y te amaré incondicionalmente."

Rhaenyra observó con una sonrisa tierna, sus dedos acariciando el cabello de Arianne mientras ella hablaba con su hijo. La conexión entre ellas y el bebé parecía casi palpable, un lazo de amor que solo se fortalecía con cada palabra.

Arianne apoyó su cabeza suavemente contra el vientre de Rhaenyra, cerrando los ojos y dejándose llevar por el momento. "Pequeño, quiero que sepas que eres muy esperado y amado. Cada día pienso en ti, en cómo será tenerte en nuestros brazos y enseñarte todo sobre este mundo."

Mi sol y libertad [Rhaenyra Targaryen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora