Viviendo en la oscuridad

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Ania era ciega pero no era tonta, ella sabía lo que su esposo hacía. Las noches que pasaba con su amante y las hacía convivir en la misma casa.

No es mi problema.

Se repetía una y otra vez. El solo había sido el mejor comprador y solo tenía que evitar ser una molestia para el.

Tal vez lo mejor sea morir.

Porque está oscuridad me rodea y me sostiene en el limbo. ¿Que hice yo para merecer esto?

ciega de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora