ciega de amor

Capítulo 25 +18

Los días transcurren y Yoongi no para de ser un romántico empedernido.  Envíos de flores, nuevos libros escritos en braille, caricias y besos. Utilizo todo lo que estaba en sus manos para mantener contenta a Ania. Más, sin embargo, Ania no paraba de contar los días ¿Cuándo va a decirle que se va a ir de viaje? A pesar de lo que ella sabía, no podía evitar emocionarse por sus detalles. 

Es la noche del viernes, el último día. Hoy es el día decisivo, si Yoongi no le menciona nada es porque se ha arrepentido y no piensa ir al dichoso viaje y todo habrá sido solo una mala pasada de aquella mujer. Pero si él decide ir... todo habrá terminado.

Ania no para de dar vueltas en su habitación, Yoongi no debe tardar en llegar. Es momento de tomar una decisión.

"¿Y si le pregunto directamente?"  "Esta es su oportunidad, lo que él decida marcara nuestro destino para siempre" "Quiero que él se quede conmigo" "¿cómo puedo hacer para que se quede conmigo?"

Ania no podía dejar de pensar en los miles de preguntas que rondan sobre su cabeza. Esta enamorada, nunca lo había estado y no sabe como actuar correctamente. Lo único que sabe, es que tal vez el sí esté jugando con ella, pero sus acciones la confunden tanto, la manera en que él expresa quererla... podría confundir a cualquiera.

"Este es mi momento, debo demostrarle lo mucho que lo quiero." "Debo darle lo que él más quiere de mí, tal vez eso lo haga quedarse conmigo" 

La puerta principal de la casa es abierta, pasos pesados se escuchan por el pasillo. Él se dirige hacia su habitación para tomar una ducha como de costumbre antes de entrar en la habitación de Ania. Solo le quedan un par de minutos más para pensar. Pero ella ya está decidida, es todo o nada.

Cuando escucha los pasos que se dirigen hacia su habitación, Ania corre hacia su cama y se introduce en ella, arregla su cabello y estira las mantas.

-¿Aún estás despierta?- pregunta Yoongi cuando entra en la habitación y la mira sentada con la espalda recargada en la pared.

-Te estaba esperando- Asiente Ania sonriendo- no puedo dormir sin ti.

-Eso es malo- murmura Yoongi- a veces llego muy tarde y tú deberías estar descansando.

Yoongi salta sobre la cama y Ania se corre a un lado para darle espacio. Él le acaricia el cabello, le da un pequeño beso sobre su nariz, lo que hace que Ania ría. Ella decide tomarlo por sorpresa y toma la iniciativa en besarlo. El beso era tierno y suave, pero poco a poco comenzó a tomar intensidad.

Ania se tensó por un momento y luego se relajó y su boca se mostró suave y dispuesta. La lengua de yoongi recorrió su boca mientras acariciaba sus pechos con las manos por encima de su camisón. Ania gimió suavemente por su acción haciendo temblar a Yoongi, este deseoso por volverla a escuchar se colocó sobre encima de ella aplastándola sin hacerle daño. Coloco sus caderas entre las piernas de Ania y la alzo ligeramente.

La beso con mayor intensidad y empezó a subirle el camisón deslizando su mano por su pierna hasta que este quedo enrollado sobre la cadera de Ania. La beso con pasión, como nunca antes lo había hecho.

-Ania, mi dulce Ania- murmura, su nombre a forma de súplica.

-Yoongi quiero ser tuya- murmura Ania sobre sus labios, abrazándolo por el cuello, atrayéndolo más a su cuerpo.

-¿Estás segura?- le pregunta con una mirada penetrante.

-Si- trata de besarlo- quiero todo contigo.

"¿Por qué me siento tan bien ante sus caricias?" "¿Por qué no tengo control sobre mi cuerpo?" 

Yoongi reanuda sus besos, mete sus manos entre sus piernas y la despoja de su ropa interior. Ania cierra los ojos cuando él comienza a masajearla sin introducir ningún dedo, solo para estimularla, pues él es consciente de que ella aún es virgen.

-Ahh se siente tan bien- expresa Ania aferrándose a la espalda de Yoongi.

-No sabes cuanto había deseado este momento- murmura Yoongi sobre sus labios- te gustara, te lo prometo.

Ania deja un poco su timidez e introduce sus manos por debajo de la camisa de Yoongi, la temperatura en el lugar se ha elevado haciendo que ambos comiencen a sudar. Las prendas de ropa vuelan por todas partes. 

-Abre las piernas- le indica empujando una de sus piernas con su rodilla.

Ania se estremeció ligeramente, el corazón le latía a toda velocidad, pero hizo lo que Yoongi le pedía y se abrió confiando en él.

-Puede doler al inicio- le acaricia la mejilla- pero después te gustará.

"¿Estás segura de que esto lo retendrá a tu lado?" "¿Que pasara si de todos modos él se va?"  "Esto no es lo que imagine cuando pensaba en quién entregarme" "Quería entregarme a él por amor, no por presión"  

Ania comenzó a temblar y echo la cabeza hacia atrás, Yoongi aprovecho para morderle el cuello. Ania se tensó cuando sintió su miembro acercarse, él se colocó sobre su entrada y comenzó a empujar lentamente para no dañarla.

"Esto no está bien" "Lo deseo, pero esto no se siente bien" "Lo estoy chantajeando y me estoy engañando a mí misma" "La única que saldrá lastimada soy yo"

Ania cierra los puños con fuerza sobre la manta, su cuerpo se ha tensado y ha dejado de disfrutar y de dejarse llevar por las caricias de yoongi debido a sus pensamientos. Ella no estaba lista para este momento, ella decidió entregarse a el cómo una medida desesperada. Lágrimas comienzan a descender por su rostro.

-¿Ania?- Yoongi se detiene a medio camino. No ha introducido ni la mitad de su miembro.

-Sigue- murmura ella con una expresión de dolor.  Ya no se puede echar para atrás, dejara que él termine su cometido y se afrontara a las consecuencias, pase lo que pase.

-No lo estás disfrutando, estás llorando- él sale por completo de ella- ¿cómo puedes pedirme algo así si no estás lista?

-Quiero saber- murmura ella estirando sus manos para atraerlo de nuevo.

-No se trata de saber, se trata de desear- pasa las manos por su cabello tratando de recobrar la compostura- estás muy tensa y solo te haré daño. No estás lista. 

Él abandona la cama y junta sus prendas de ropa. Ania se sienta en la cama y se cubre con la manta con aspecto frágil.

-Yoongi- su voz se quiebra- yo...

-Mañana me voy de viaje una semana- murmura molesto- piensa las cosas.

Se marcha azotando la puerta con fuerza, con la misma fuerza con la que el corazón de Ania es roto. Él se va a ir con ella, no importa lo que ella haga, él siempre correrá hacia sus brazos.