Capítulo 47.

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La infiltrada

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La infiltrada.

Alecxander.

El primer paso para poder atacar y derrotar a tu enemigo no es tener el mayor número de hombres o la mayor cantidad de medallas en tu pecho o la mejor puntería. Eso es importante, si, pero todo se basa en estrategia y conocimiento.

Estrategia para idear un plan que sea tan perfecto y limpio que no tenga ningún fallo, ninguna salida, un plan que te deje como el único ganador victorioso en esta lucha por el poder y eso sólo lo obtienes gracias al conocimiento que se tiene sobre el enemigo, sobre ese punto al que piensas atacar. Debes conocer cuáles son sus fuertes, debilidades, que lo inspira, motiva, y por supuesto que debes saber cuál es ese punto débil que es capaz de desgastarlo hasta que no le quede ninguna otra opción más que rendirse y ceder su puesto.

Diez años son los que llevo enemistado con Mark Miller por tener algo que me ha pertenecido desde hace mucho y que él no debería poseer, al principio de mi mandato fuí amable y fueron varias las cartas que le envié para que nos reuniéramos y dialogar ambos sobre como se llevarían a cabo las cosas respecto a ese tema. Él no quiso cooperar, se negó rotundamente infinidad de veces, y bueno, luego de haber pasado casi que toda mi infancia encerrado y encadenado en una celda no es como si la paciencia y la paz fueran mis fuertes principales, y es por eso que yendo en contra de los tratados de paz que mi familia habia mantenido con los Miller durante años, inicié una guerra que perduró durante años hasta que me casé con la bastarda del rey.

Las cosas estaban bien hechas, muy bien planeadas, porque mientras Miller se escondía en su palacio y mandaba a sus hombres a apagar los incendios que los misiles provocaban y a pelear con los soldados de la Guardia Negra, yo ya estaba infiltrando a mis hombres en sus tierras, en su ejército, en su consejo e incluso en su propia familia. Porque sí, mis mejores ojos y oídos han sido los de Lilaine Miller, princesa de Welfring y espía para la corona de Drangfield.

La noche del baile de las máscaras además de conocer a mi esposa, tuve el placer de conocer a la princesa menor quien no tardó ni un segundo en darse cuenta que era yo el que estaba detrás de ese antifaz y en vez de correr hacia su padre y alertarle a los guardias para que me mataran, lo único que hizo fue sonreír, inclinar su copa en mi dirección y se dió media vuelta para ignorarme por el resto de la noche. Fue ella quién me avisó del nuevo armamento que su padre quería comprarle a los Baskerville y fui yo quien le negó esa oportunidad, fue ella la que me dijo que Janice saldría aquella noche lluviosa, fue ella quién me avisó que su padre no la dejaría ir al baile, y fue ella a quien le envié el mensaje para que viajaran a Drangfield para que se encontraran con Janice.

Y por supuesto que es ella la que justo ahora habla conmigo al otro lado de la línea dándome la información que necesito y que suele darme semanalmente. ¿Es insensible de su parte confabular a espaldas de su propio padre? Si, por supuesto que si, pero ella desde hace tres años que se unió a mí fue muy sincera y directa al decir que lo que podría pasarle a su padre en verdad le importaba muy poco, su prioridad eran Susan y Janice, a quienes desde un principio pidió que fueran protegidas y alejadas de mis vengativos planes hacia su padre. Claro, lo que Lilaine no sabía que a su hermana menor yo ya la protegía desde dos años antes pero eso no era algo que pensaba decirle.

PODER: El Libro De Las Siete Maldiciones. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora