Capítulo 46.

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La cabaña de la mujer sonriente

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La cabaña de la mujer sonriente.

Janice.

Mis pies se lastiman con las ramas y piedras que se incrustan en ellos pero no les presto atención, yo sólo me concentro en seguir y seguir para poder encontrarla. La luna se alza en lo más alto, los relámpagos que iluminan el cielo anuncian una próxima tormenta y mi piel se eriza y mi poder ruge en mi interior como si pudiera presentir lo que está por venir.

Casi quiero suspirar aliviada cuando el tramo de árboles acaba y frente a mí queda una antigua y abandonada cabaña, luce tenebrosa y muy intimidante en medio de la oscura noche. Con pasos decididos me acerco, todo en mí tiembla a la expectativa de lo que pueda pasar pero la voz en mi cabeza me grita que nada puede pasarme porque soy una de ellas. Porque soy poderosa.

Un solo roce de mis dedos en las runas grabadas en la madera basta para que éstas se iluminen, susurren y me concedan el paso, abriendo la puerta y dejando ante mi vista el interior de una cabaña igual de acabada que el exterior. Sillas rotas, cuadros tirados, comida dispergada por el piso y... La puerta siendo cerrada de golpe a mi espalda me sobresalta y me sume en una intensa oscuridad que me eriza la piel por el frío y silencio que hay aquí dentro.

Pero eso no tarda demasiado porque el fuego creciente que emerge de la chimenea y que ilumina toda la estancia, consigue sobresaltarme y calentarme a la par. Gracias a ello, soy capaz de ver con más claridad todo lo que me rodea y... A ella. A la mujer que de espaldas a varios pasos de distancia y que mueve con rapidez la mano que apunta a su rostro. No sé lo que hace, no entiendo nada, pero el sonido que ellos produce me provoca escalofríos.

¿Hola, puedo ayudarte?—con pasos sigilosos me acerco, noto que tiene el cabello rojo y muy largo, su vestido está sucio y el ataque de su mano no se detiene—Disculpa que haya entrado así, no quise...

Mis palabras se cortan con un grito de sorpresa y horror, una vez mis ojos son capaces de darse cuenta que es lo que realmente hacía y es que, el corte que va desde una oreja otra mostrando una enorme y macabra sonrisa que deja ver sus dientes, encías y lengua, puedo considerar que es la peor cosa que haya visto toda mi vida. No puede ser.

—Él me obligó a hacerlo, él me obligó a hacerlo.—repite en medio de una risita, abro mucho los ojos espantada—Lo sabes, él me obligó a hacerlo

—¿Que...? No entiendo...

Hago el ademán de retroceder para alejarme lo más que puedo de ella y de ese horrible rostro cortado, pero ella parece captar mis intenciones porque en un rápido movimiento atrapa mi brazo y me devuelve a mi sitio.

—En pena se encuentra mi alma, maldito se encuentra mi ser. Búscame, búscalo.—jadeo adolorida al sentir sus uñas clavarse en mi piel —Al final del tramo de árboles se encuentra la cabaña maldita en donde la mujer sonriente habita, debes encontrarla. Encontrarme.

PODER: El Libro De Las Siete Maldiciones. [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora