La descendiente.
Janice.
Hace muchos años, trescientos si somos más exactos, siete hombres nobles llegaron a tierras desconocidas con el único fin de tomarlas y reclamarlas como suyas. Para ellos y sus familias.
Siete hombres, siete reinos, siete familias nobles viviendo en tierras desconocidas.
Castillos se alzaron, ejércitos se formaron y fue al muy poco tiempo que lo llamaron como todos lo conocemos hoy en día: los Siete Reinos.
Así, vivieron en paz, la pirámide se formó, luego se rompió y cada reino independiente pudo vivir otro siglo más en armonía. Todo gracias a los siete hombres que encontraron estas tierras y las proclamaron como suyas.
Eso era lo que decían los libros de historia cada que los abrías. Esa era la historia que ellos contaban. La que ellos querían que todos creyéramos, pero la realidad no era esa.
Esa no era la historia verdadera.
Hace tres siglos siete hombres sí encontraron nuevas tierras en busca de un nuevo territorio para invadir y al llegar, no se toparon con kilómetros y kilómetros de vacío, sino que se encontraron con algo que les resultó extraño.
Un reino.
Ya existía un reino. Y no era uno cualquiera, con un rey cualquiera sino que, eran siete mujeres hechiceras de magia negra gobernando lo que ellas llamaban: Sakarys.
Porque sí, otra mentira de los fundadores era decir que eran siete reinos cuando en realidad eran ocho. Ellos se valieron de todo su poder para desaparecer todo rastro de que antes de ellos existieron unas mujeres más poderosas que ellos y, quienes eran las brujas más poderosas que hubieran pisado alguna vez la tierra.
Brujas que no hicieron más que acobijarlos y brindarles las tierras que ellos querían porque, al final, ellas no las necesitaban ya que estaban ahí porque de donde provenían las habían desterrado y sólo buscaban paz en sus vidas. Brujas que los ayudaron a levantar sus castillos, a hacer más fuerte sus ejércitos, hicieron crecer sus campos de comida, sanaron a sus familias y los ayudaron en las guerras que se aproximaron hechas por otros reyes en busca de esas tierras. Brujas que no dudaron en crear una barrera protectora que rodeara los Siete Reinos, cuidando de los ataques extranjeros.
Los hombres quedaron impactados, maravillados y ansiosos por más poder luego de verlas en acción y saber que, como ellas no iba a haber nadie más. Eran capaces de hacer caer una simple ventisca, hasta incendiar una ciudad entera con el solo chasquido de sus dedos.
Los años fueron pasando y con ello, las brujas se fueron haciendo más poderosas de lado de cada uno de los reyes, haciendo hazañas increíbles y conquistando tierras extranjeras. La pirámide estaba en su mejor momento cuando de repente, todo se vino abajo.
Hubieron muertes, se desataron incendios, niños amanecían ahogados, muertes cada día sin ninguna explicación, la escacez de comida iba en aumento y, no fue hasta que el poder de ellas era tan inmenso que eran capaces de regresar de sus tumbas a los muertos, convirtiéndolos en sus títeres y los llamaron: Los Susurrantes.
Muertos vivientes que seguían y obedecían todo lo que de sus bocas salía, creando así de manera inconsciente un ejército que las haría imparables de ser necesario. Fue justo ahí que, los reyes decidieron tomar cartas en el asunto y actuando a sus espaldas, armaron un complot para quemarlas vivas y quemar el templo que tenían en Sakarys con los Susurrantes dentro.
El caos se desató, fueron arrastradas y amarradas a una hoguera pero en vez de oír gritos, los hombres se quedaron petrificados al escuchar las carcajadas cargadas de burla que brotaban de sus gargantas como si en vez de fuego, estuviesen siendo bañadas con meras gotas de agua, y las últimas palabras de la líder fue lo que dejó helados a todos.
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PODER: El Libro De Las Siete Maldiciones. [+18]
Misterio / SuspensoLuego de una tragedia que me quita toda posibilidad de escapar, una carta llega, un baile se aproxima y sé que los dioses tienen mi destino ya está escrito cuando noto sus intenciones de empujarme hacía él. Alecxander Herondale. Ese hombre que en...