Epílogo.

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Meses después.

Mis ojos no se despegan de la ventana, la lluvia no ha querido cesar desde hace horas y en parte me enoja demasiado eso. Los relámpagos iluminan todo allá afuera, el cielo ruge cómo si fuera a caerse en cualquier momento, y yo no puedo evitar sentirme tan extraño. Tan incómodo.

Cómo si algo me faltara.

Suspiro con pesadez, otro segundo más con la mirada clavada en la punta de esa castillo y terminaré por volverme loco. No sé qué es lo que me pasa, no entiendo esta angustia o estas inmensas ganas de dejar todo y correr muy lejos. Me siento acorralado, encerrado en un mundo que no me gusta. No me gusta nada.

Caigo sentado en la silla que chilla bajo mi peso, apoyo un brazo en ella y paso mi mano por mi mentón, viendo perdido esa pantalla de mi computadora que no deja de brillar con la misma noticia de hace horas. Una extraña sensación de nostalgia me invade, y no entiendo de dónde surge esta necesidad de alejar mi mano queriendo encontrar algo. Siento que me falta algo.

Corro la silla hacia adelante, mis ojos vuelven a releer esas palabras y de nuevo mi cerebro no es capaz de procesar cómo es que algo así pudo pasar.

"Hace meses que el mal ha caído en todos los Siete Reinos y la cabeza más importante y malvada del mundo se sienta en el trono de huesos.

Los muertos han revivido, los castillos siguen temblando y solo una persona se ha posado desde lo más alto queriendo oscurecernos con su maldad. La reina de Sakarys y la más grande bruja Sangre Negra que haya existido alguna vez en la tierra, ahora lidera el reino más temido y al ejército de muertos más grande.

Unos la llaman una reina, otros la llaman la muerte misma. Pero eso no quita que sea la mujer más temida y poderosa de los Siete Reinos.

Todos los reyes se han escondido en sus imponentes castillos y se han resguardado bajo sus ejércitos, temiendo de lo que esta nueva amenaza puede hacer. En tan sólo meses desde su llegada que manchó cada rincón de los Siete Reinos con su sangre, ha logrado conquistar Kenej y dejar bajo sus filosas garras a la gran familia Ricci. No se sabe nada de su paradero, no se sabe si están bien o mal. La reina de las tinieblas los ha desaparecido.

Y mientras eso pasa, todos los reyes tiemblan atemorizados de ser los próximos..."

Barro con todo lo que hay en el escritorio cuando la rabia me gana y no me queda de otra más que acabarlo todo. Odio lo que dice ahí, odio esas palabras. Odio a la estúpida mujer que se sienta en ese trono de huesos y que cree que puede apoderarse de todo lo que he querido tener durante años. He luchado por ello, he sangrado por ello, y tengo que conseguirlo.

Nadie, ninguna mujer o ninguna bruja va a poder conmigo y con estas insaciables ganas de tomar y dominar a todo el mundo a mi antojo. Esa mujer no sabe con quién se está metiendo.

Soy el rey de Drangfield, soy el hombre que se va a tomar a la pirámide y pondrá a todos a besarme los pies.

Yo soy la persona que le hará frente a esa estúpida y le bajará esas ilusiones de tomar lo que no le pertenece.

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⏰ Última actualización: Sep 23 ⏰

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