Capitulo 4

342 38 9
                                    

Estaba un poco nervioso, un chico me había hablado y yo solo me quedé en modo mudo. Escuchaba como repetía las mismas palabras, pero yo no podía reaccionar, me estaba dando un poco de miedo.

- ¿Sucede algo? ¿Te asusté? No has hablado desde hace varios segundos.

- Ah... y-yo, disculpa - solté un suspiro y traté de desviar un poco la mirada, ya que, no podía saber si lo estaba viendo inconscientemente, y sé que podría ser molesto.

- ¿Eres nuevo? No te había visto por acá. Todos aquí nos conocemos por la prepa, ya identifico a la mayoría.

- Mmmh... sí.

- ¿Y te está gustando? Es un poco ruidoso y... problemático - esto último lo dijo casi en un susurro cerca de mi oído.

Me sobresalté un poco y di torpemente un paso atrás. Sonreí, pero mis labios temblaban.

- Tranquilo, no pretendo hacerte nada, es solo que, al verte con él, me imaginé que no sería fácil tu estancia aquí.

- ¿Él?

- Si, Felix, ya sabes lo que se rumorea, que es un gí-go-lo, pero con hombres. Quizá deberías tener cuidado si tú no bateas para ese lado.

Ahora si estaba más que confundido, ¿a qué se refería con todo eso? ¿Tener cuidado con él? ¿Batear al mismo lado? ¿Es beisbolista? ¿Es jugador y no le gusta perder? Y otra vez esa palabra "gígolo".

Tenía demasiada curiosidad y quería preguntarlo, necesitaba hacerlo para entender más la situación.

Me aclaré un poco la garganta:

- Dis-disculpa.

- ¿Qué pasó?

- ¿Qué es eso de gígolo? ¿Es alguna clase de posición de béisbol? - pregunte muy curioso y tímido.

En ese momento, una risa, una carcajada muy fuerte sonó por todo el lugar, podría jurar como todos y todas las estudiantes voltearon a nuestro lugar, ese chico, Sunghoon, era muy ruidoso.

Yo no entendía porque se reía, ¿había dicho algo mal?

- Lo siento - dijo tratando de parar sus risas - es que... nadie había dicho algo tan estúpido.

Sentí una ofensa, pero posiblemente era un ingenuo y solo quería irme de ahí.

- Me iré, tengo que ir a clases - di la vuelta y camine hacia adelante con ayuda de mi bastón.

- Puedo acompañarte.

- No es necesario, soy ciego, no un inútil.

Continué mi camino hasta poder llegar al silencioso pasillo.

Ese chico, Sunghoon, era raro, no se porque me miraba, ¿era una atracción de circo para él? Su voz sonaba muy engreída, pero había algo en ella que me hacía creer que escondía algo, y más cuando hablo de Felix.

En las pocas horas que había estado ahí, pude escuchar como la mayoría hablaba mal de él, cosa que me pareció algo muy raro porque para mí, él era increíble, una buena persona, alguien que sonaba muy rudo, pero que también se oía triste. Quería conocerlo más, preguntarle sobre esas palabras que decían, yo era muy tonto en esas cosas, inexperto y era fácilmente influenciado por las personas, por eso en el pasado intentaron robarme y... una vez... casi abusaban de mi.

Pregunté en la sala de profesores cómo podía llegar a mi salón, ya que me había perdido, y una profesora llamada Sana me ayudó amablemente a llegar.

Me senté en mi lugar y esperé a que sonara la campana. Todos entraron apresurados y yo esperaba impaciente por Felix, quien aún no aparecía, hasta que escuché un:

Aunque no te pueda verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora