Capítulo 14

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•Narradora•

Al día siguiente, Jisung abrió sus ojos y se incorporó en la cama. Olió el lugar y sabía que no estaba en su habitación. En ese momento, tocaron a la puerta, lo que hizo que Han se sobresaltara, se tocó su pecho y se dio cuenta que no tenía ropa, así que se enredó entre las sábanas.

- ¡Servicio a la habitación! - dijeron al otro lado.

- Ah-ah... si, un momento - dijo muy nervioso.

Se levantó de golpe, notando que no había nadie más con él, Minho se había ido, ¿en que momento? No lo sabía. Cuando se paró fue a dar al suelo porque le dolió mucho su espalda y sus piernas no podía moverlas como esperaba. Se quejó un poco, pero como pudo se levantó y fue al baño con ayuda de su bastón, el cual estaba tirado cerca de la cama. Al entrar, sentía como algo escurría por su trasero, se inclinó un poco y llevó sus dedos cerca de su agujerito, pasó un dedo y después lo olió, no le gustó e hizo una mueca. Preparó la ducha y se metió a pasos lentos tratando de limpiar todo su cuerpo, el cual tenía hematomas en su cintura, cadera, muslos, glúteos y su cuello, cosa que no podía ver, pero le dolía.

Se dio una ducha rápida y se vistió como pudo. Recordó todo lo que había pasado la noche anterior y se sintió muy mal, bastante.

Salió a pasos pequeños de la habitación con un dolor inimaginable en su trasero y preguntó por la salida del hotel. Se maldecía un momento por no llevar el celular que su hermano le había dado, así podía haber hablado con Felix y no hacer que se preocupara.

Caminó por donde lo guiaron hasta escuchar el ruido de una puerta abrirse, era una voz que él conocía.

- ¿Jisung? - era Sunghoon - viniste a la fiesta, que interesante. No te vi toda la noche, ¿cómo te la pasaste?

- Ah, yo-yo, me perdí y me quedé dormido en una ha-habitación. Necesito volver a mi casa, pero no sé cómo regresar.

- ¿Gustas que te lleve? Traigo mi auto.

- ¿No es mucha molestia?

- Claro que no, al contrario, podemos conversar un rato, ¿qué te parece? Me gustaría conocerte más, la verdad, te me haces un chico muy agradable.

Jisung sonrió un poco, pero el dolor no le dejaba estar tranquilo.

- ¿Hoy hay escuela? - preguntó nervioso.

La verdad es que no quería ir y solo quería llegar a su casa, acostarse en su cama y tratar de olvidar lo que había sucedido. Se sentía triste, sucio y como un "muñeco" usado.

Sentía muchas ganas de llorar, pero no podía hacerlo frente a aquel chico que apenas estaba conociendo y no quería verse como una molestia.

- Si hay, pero puedo ayudarte a faltar, no te ves muy bien, ¿quieres ir al doctor?

- No, gracias. Solo, creo que bebí mucho ayer y me duele mi cabeza. Solo... quiero descansar.

- Por supuesto, espérame aquí, iré por mis cosas.

- O-oye, una pregunta... ¿sabes cómo puedo contactar a Felix? Ayer lo dejé solo y no pude avisarle que iría a dormir, quizá esté preocupado por mi.

- Creo que tengo su contacto, espera.

Sunghoon era un chico un poco raro, a veces era amigable, pero a veces muy sarcástico y grosero. No lo era con todos, pero sí con la mayoría, igual era de los que les gustaba alimentar los rumores y burlarse de la desgracia ajena, pero con las personas que le parecían lindas, era más que un caballero, cosa que estaba haciendo con Jisung, quien le parecía muy lindo y tenía algo en aquellos ojos ciegos que lo hacía muy encantador.

Aunque no te pueda verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora