Aunque no te pueda ver

Capitulo 17

•Narra Felix•

A veces lo odio, a veces solo me da lástima, y otras veces, solo quiero estrellar mis labios en los suyos, ¿qué carajo me pasa?

Salimos del restaurante, y por supuesto yo no quería dejar ir a Jisung solo, menos con ese idiota de Lee, ¿que quiere de él? Espero que no sea lástima porque lo voy a golpear.

Hyunjin, como todo un "caballero", me abrió la puerta del copiloto, me ayudó a subir y cerró. La verdad es que me daba un poco de miedo, ¿por qué? Porque él nunca hace esto, por nada ni por nadie, es más, ni con su propia madre es tan amable como ahora.

Conocido por todos como él "Príncipe de la lujuria", Dios sabe porque le llamarán así, y no me gustaría averiguarlo, (¿oh, sí?)

- Bueno, te llevaré a un lugar más... íntimo.

- ¿Disculpa? Tú me vas a llevar a mi casa, ahora - dijo poniéndose el cinturón de seguridad.

- Tranquilo, no te voy a hacer nada, ni te voy a secuestrar, ¿de acuerdo? Solo quiero llevarte a un lugar que es especial para mí.

- Por eso, si es especial, entonces no debes llevar a cualquiera.

- Tú no eres cualquiera, Lixie.

Puso en marcha el deportivo y nos fuimos de ahí. El camino fue un poco largo, pasamos por muchos edificios enormes, digamos que era la ciudad de los ricos, también por muchos parques hermosos y después nos adentramos a la carretera llena de inmensos árboles, cada vez más solitario y oscuro.

- Oye, tú de verdad no me vas a secuestrar, ¿verdad?

- Claro que no, ya te lo dije. Te llevaré a un lugar muy especial. Nadie, ni siquiera Minho lo conoce.

- ¿En serio? Wow, y yo creo que ustedes eran...

- ¿Qué? ¡Yo y...! - estalló en risas - no es mi tipo, está muy loco ese hombre. Mi tipo... solo tengo uno y es un chico de cabello como el oro, carita de ángel, pecas sexys, labios carnosos e irresistibles, bonito cuerpo, preciosas manos, olor a lavanda y una personalidad muy divertida, además de que es súper honesto y eso es súper sexy.

- ¿Qué dices? Creo que hablas de Chiquita, la chica de recién ingreso, ¿no?

- Dirás... chiquito - me dijo mientras me miraba con una sonrisa ladina y me guiñaba el ojo.

Fruncí el ceño, ya que me estaba sintiendo un poco incómodo, pero... creo que este pelirrojo no está siendo tan descarado como creo que era. De repente, desaparecieron los inmensos árboles para dar vista a un enorme... ¿castillo? ¿Qué es esto? ¿Disneyland?

•Narradora•

Felix se acomodó un poco al frente del asiento y miró aquella enorme construcción, se veía precioso, lleno de luces y un gran lago al frente, era la única cosa que estaba en medio de aquel gran bosque.

Hyunjin lo miró de reojo y sonrió triunfante, logró ver el rostro de asombro de Felix. Se adentró por la calle hecha de finas piedras que adornaban el suelo, como si fueran hechas exclusivamente para ese lugar, rodeó aquel gran lago, en el cual descansaban un par de cisnes tan bonitos.

Estacionó su auto frente a la enorme puerta de mármol de aquel lugar que tenía la forma de un castillo. Nuevamente ayudó a bajar a Felix y lo invitó a pasar.

Las puertas se abrieron automáticamente de par en par para darles paso a aquel lugar que era todo un sueño para el rubio.

El piso era tan reluciente, de azulejos azules como el mar, casi todo era de cristal, desde grandes estatuas en cada rincón, candelabros con diamantes decorando los techos, grandes marcos de obsidiana adornando las fotografías que estaban en el living, Felix miraba cada rincón con mucho asombro, su rostro estaba maravillado con aquellas cosas que nunca se imaginó ver de cerca, hasta que sus ojos se posaron en algo que hizo que aquella expresión cambiara a una de asco y absurdo, era una enorme escultura de yeso fino del mismo pelirrojo.