Capítulo 38

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•Narradora•

Minho lo besaba con amor, el bajito lo abrazó por atrás de la nuca para sentirlo más cerca y presionar sus labios más recio. Sus lenguas se encontraban y se enlazaban, mientras que las manos de Minho viajaban por el cuerpo aún vestido de su muñequito y comenzó a desvestirlo poco a poco hasta dejarlo desnudo. El menor se cubrió rápido su pene y su barriguita con sus manos y el mayor sonrió.

- ¿Aún sientes vergüenza porque te vea así?

- Es que... no sé si me sigo viendo bien o... estoy engordando - soltó.

Minho rio ante el comentario y se acercó para quitarle las manos y tocarle con sutileza su miembro y su estómago.

- Pero si sigues igual de flaquito, mi flaquito precioso, cinturita de avispa - le dio un beso en el ombligo y después a los costados de su cintura, sacándole un suspiro hondo - eres completamente guapísimo.

Entre caricias y besos, Jisung sentía el hormigueo por su vientre y su pene comenzó a reaccionar.

- Minho... - dijo entre suspiros - bésame.

El mayor dejó de besar su pecho y subió a comerse la boca de su novio. Era un beso necesitado pero romántico. Masajeaba su cintura y poco a poco llevó su mano a su pene para darle atención porque ya había notado que estaba inquieto.

Lo agarró y comenzó a tocarlo de arriba a abajo. Jisung comenzó a soltar gemidos, primero reprimidos por la boca de Minho y después cerca de sus labios.

- Min...ho.

- Eres increíble, novio mío.

- Te amo, te amo.

- Yo también.

Jisung movió sus manos hacia el pecho del mayor y comenzó a desabrocharle la camisa, aunque era un poco torpe. El mayor se incorporó un poco, pero sin dejar de masturbarlo y se quitó el saco junto a la camisa para aventarlos lejos.

Volvió a posicionarse encima de su novio y siguió besándolo y haciendo los movimientos de su mano más rápido, sintiendo como el pene de Jisung se ensanchaba más porque estaba a punto de venirse. El castaño puso sus manitas en los hombros del pelinegro, sintió el gran cosquilleo en su bajo vientre y apretó sus manos arqueando su espalda y viniendose por primera vez.

Minho lo tomó de su nuca y lo guió hasta su boca para seguir besándolo mientras su cuerpo temblaba, mordía sus labios y lamía su cuello, robándole todos los suspiros posibles.

- ¿Cómo se sintió?

- Fue... increíble.

- Genial.

- Oye... quiero hacértelo.

- ¿Qué?

- Lo mismo, pero... con mi boca - dijo con las mejillas sonrojadas, con su frente sudorosa y rulitos pegados a ella.

- Está bien.

Minho se quitó los pantalones y la ropa interior, ya estaba completamente duro, bueno desde la mañana, quizá, pero ahorita sentía que se moría. Se sentó y recargó su espalda en la cabecera de la cama, Jisung espero un poco y gateó hacia él, claro, el mayor le ayudó un poco para poder encontrar su berenjena.

Puso sus manos sobre el pene de su novio y pasó duro saliva, cosa que hizo que Minho abriera los ojos como platos.

- ¿Pasa algo?

- Es que... esto está muy grande.

- Pero...

- Se siente más grande que otras veces, ¿comiste algo? ¿Por qué te creció tanto?

Aunque no te pueda verDonde viven las historias. Descúbrelo ahora